24 ene 2014
Una deuda pendiente con Euskadi (EH)
Escribir es plasmar las ideas. Plasmar lo que defiendes, aquello que has defendido y lo que defiendes. Cómo en el mismo perfil se indica, quien escribe esto es alguien que no ha mantenido siempre una misma posición. Habrá mucha gente que eso lo considere bien o mal, que le disguste o que hasta lo valore. Yo ahí no me voy a meter porque sería entrar en la percepción del lector y en eso debe cada uno ser libre. Es por esa razón que jamás he borrado un solo escrito de los realizados desde que este blog se puso en marcha en el pasado. Los escritos personales comienzan en 2007 y cualquiera puede leerlos y consultarlos para entender que defendí en su momento, la evolución y como ha habido un cambio de percepción en muchas cosas, no demasiado notable en mi opinión. Un socialdemocrata que, decepcionado y tras muchas vivencias, pasa a defender posturas marxistas. De hecho, los principios que defendía, valores como la Justicia Social, la Libertad, la Igualdad Social, la reparación para con las víctimas de la dictadura, etc. han sido siempre mis principios. El haberlos radicalizado se debe a la experiencia vivida, al fracaso para mi de una socialdemocracia incapaz, a las vivencias, entre otras cosas.
Ahora que, tras saltar a la escena mediática el colectivo PODEMOS, he mostrado en redes sociales y allí donde he podido mi rechazo a dicha iniciativa (daría para otro escrito), muchos te recuerdan TU PASADO, como si en algún momento tú lo hubieras negado: El haber pertenecido en el pasado a las Juventudes Socialistas, el haberte ido por rechazar las políticas realizadas por el PSOE en el Gobierno, y, tras volver a la calle, sobre todo desde el 29 de septiembre de 2010, vivir el 15M y su evolución, las protestas contra el Gobierno, contra los recortes, dos huelgas generales, desahucios desde 2011, cargas policiales, y calle, siempre calle, llegamos a hoy. Cada cual es libre de juzgar, pero la coherencia y la evolución de cada uno la demuestran sus actos y su trayectoria.
Por ello este escrito es tan personal, porque en un punto importante de pensamiento ese cambio ha sido relevante: EUSKADI Y EL CONFLICTO VASCO. Y tenía una "deuda pendiente" con EH. El nombre elegido para el escrito trata de devolver esa deuda pendiente con un norte irrendeto, un norte desconocido, una tierra satanizada e injustamente tratada, entre ellos, por mi. Una tierra de la que el 90% de la población sabe poco o nada, tiene una realidad distorsionada, cuando no completamente ajena a la realidad de lo que allí ha acontecido durante muchos años.
Ya en su día, con motivo del asesinato de un joven vasco a través de unas cargas policiales, traté de hablar un poco del tema, pero entonces tocaba denunciar aquel suceso delenzable. Sorprendente para mi, para alguien ajeno a la realidad de Euskadi, pero normalizado para muchos allí. ¿Normalizado? Si, si, como lo oyen. Los muertos en cargas policiales durante la democracia ascienden a la nada desdeñable cifra de casi un centenar.
Mi opinión durante mucho tiempo fue la del común de los mortales en el resto del Estado Español. Militante de las Juventudes Socialistas hasta 2009, solo hace falta hacerse a la idea. ETA era algo horrible, la izquierda abertzale más. En el País Vasco había gente malísima, más mala que el demonio. Conocía lo justo de los GAL, una barbaridad pero en la que dudaba que el PSOE tuviera la importancia que resultó tener. No podía ser posible ¿mi partido? era imposible. Defendía la acción policial contra ETA. No olvidaba, nunca lo he hecho, el enorme servicio que prestó en su día ETA en la lucha antifranquista. Aunque esa opinión personal, nada simpática a los ojos de muchos, la reservaba para allí donde correspondiese. Tampoco me parecía, eso sí, adecuada la dispersión, consideraba que era injusta. Y ojo, eso lo hacía militando en las JSE.
Algo razonable perteneciendo a un partido como el PSPV-PSOE, informándote por los canales oficiales. Visitar Euskadi en 2009, ver in situ una realidad desconocida hizo ver que algunas cosas no eran como parecían: estar en un bastión de Herri Batasuna como interventor en su día del PSE (siempre me ha gustado el riesgo) y no tener ningún problema, cuando en mi pueblo se ha llegado a las manos con interventores del PP por unos votos en las municipales, gente detenida por repartir votos, etc. Ver como una vocal de la mesa te invitaba a un café en una herriko taberna (imaginaros el numerito, entrando a ella con una pegatina de "Interventor PSE-EE") y no pasar nada. No tenían las pistolas en el bolsillo. Ni las monjas del hospedaje de Lazkao. Enfrente, según me contaron después, ETA había celebrado reuniones. Y las monjas del convento tenían simpatía abertzale. También es cierto que, pese a seguir de momento militando en las JSE, ya tenía mis encontronazos con el PSOE internos y empezaba a estar un poquito hasta las narices. Esto fue en marzo, unos meses después abandonaría la militancia de las Juventudes Socialistas y del PSOE.
¿Cambiaron mis ideas respeto a Euskadi en gran modo por ello? No mucho, que digamos. Yo seguía siendo socialista, quien, a mi juicio, había dejado de ser socialista había sido el PSOE. Simplemente conocer en detalle, salido ya del PSOE, barbaridades como el GAL en profundidad, sin filtro mediático. Y algo hasta entonces desconocido para mi hasta ese momento, la existencia de un plan copiado de dictaduras que hasta ese momento, pese a tener una carrera, pese a ser una persona con formación, jamás había escuchado. El Plan Zona Especial Norte. Un plan desarrollado durante la época de Gobierno del PSOE para controlar a la izquierda más combativa del Estado, allí donde la desmovilización realizada en su día en todo el Estado por la izquierda de moqueta no había conseguido evitar una clase trabajadora como la vasco-navarra, fuertemente combativa (no es casualidad que Euskadi tenga la menor tasa de paro y la mayor renta del Estado). Aquello fue un shock ¿El partido al que yo había pertenecido realizando una política cuasi-fascista? ¿Dando a la Policía poderes para eliminar a gente, como a Lasa y Zabala, que recordemos, no habían cometido crimen alguno, torturados y asesinados? ¿Poniendo bombas donde morían niños y ancianos con el dinero del Ministerio del Interior? Era tremendamente sorprendente. Pero el cambio no había llegado.
Tuvo que ser el participar en el 15-M, en la plataforma Stop Desahucios, el tener contacto por otras vías con dos realidades: la represiva en carne propia y la informativa a través de personas con las que había contactado gracias al mojarme en esas distintas luchas las que cambiaron esa percepción. Si lo llaman democracia y no lo es, si la Policia nos da de hostias ahora que sacamos los pies del tiesto, e incluso se falsifican partes médicos y torturan a un amigo en comisaria.... ¿No sería verdad lo que denunciaba la izquierda abertzale y que en los medios de comunicación decían que era falso? ¿No será verdad que la represión que denuncian en Euskadi será cierta? Algunos empezamos a hacernos preguntas, como el hecho de que en la Acampada Elche hubieran puesto vigilancia por la participación de un joven vasco vinculandolo al mundo abertzale. ¿Al mundo abertzale? ¡Pero si defendía las mismas cosas que nosotros!
Y entonces es cuando te molestas en buscar otros canales de información. Es cuando ves que GARA cubre las protestas de la Marcha minera siendo uno de los medios más fehacientes y objetivos. Es cuando ves que mientras todo eso pasa y el resto de medios criminalizan la protesta minera, los medios alternativos vascos de esos abertzales (abertzale significa independentista, incluso muchas personas asocian esa palabra con ETA, hasta ahí llega el nivel de embrutecimiento mediático) eran justos con una lucha emocionante como la de los mineros.
Y con todo eso, habiéndote molestado en leer los informes de Amnistía Internacional sobre torturas y malos tratos en las comisarías españolas, que corroboran las denuncias tanto de la izquierda abertzale como de lo que muchos estábamos viviendo en presente con nuestra participación in situ en los distintos movimientos sociales (cargas del Lluis Vives, detenciones en desahucios, cargas brutales contra la manifestación minera en Madrid, cargas del 25-S) necesitas buscar la verdad, necesitas ver y saber más cosas.
Es entonces, cuando la muerte de un joven vasco, IÑIGO CABACAS, comprendes, muy tarde todo. Comprendes que ni los buenos eran tan buenos ni los malos eran tan malos. Comprendes y llegas a sentir vergüenza al reconocerlo (es el primer paso para admitir un error) que el partido en el que tu militaste tiene responsabilidad en la muerte de un joven, responsabilidad que, aún hoy, clama al cielo. Comprendes que en Euskadi los muertos en manifestaciones por cargas policiales han sido algo reiterado: Antonia Jimenez en 2007, Rosa Zarra en 1995, y un largo listado. Al que hay que sumar la lista de muertos por atentados de diferentes grupos parapoliciales e incluso policiales ligados a la extrema derecha que existe y siempre ha existido dentro de la Policía. Asesinados por los GAL, BVE, bombas con muertos civiles pagadas y salidas de Comisarías de Policía, como por ejemplo la del Bar Aldana, que hace unos días se cumplían 34 años y sus familiares aún reclamaban, en una entrevista en EL PAÍS, el esclarecimiento.
Gracias a un conocido, he podido conocer de la existencia de una Fundación que se encarga de trabajar en el esclarecimiento de todas estas muertes y que no se pierdan en el olvido: personas asesinadas por palizas en cuarteles y comisarías, por torturas, por disparos, por cargas en las manifestaciones o por los efectos de la dispersión. Es EuskalMemoriaFundación y se puede consultar todo el trabajo realizado, muy interesante para ver otra realidad, muchas veces ocultada y silenciada, sobre el conflicto vasco.
Porque no se trata de TERRORISMO. Es absurdo hacer esa reflexión si se tienen todos los datos. Se trata de un conflicto, un conflicto aún abierto y con heridas pendientes de cicatrizar, muy duras. Se trata también de muertos inocentes también a manos de la policía o grupos ultraderechistas e incluso atentados con bomba con niños incluidos, como varios sucesos de los GAL en el País Vasco Francés, es decir, atentados mortales contra personas inocentes con el dinero de TUS impuestos. Atentados que no salían en los informativos, atentados de los que, incluso, se desconoce de su existencia. Se trata de que muchas de las personas encarceladas supuestamente por pertenecer a ETA, su único delito ha sido colaborar en una asociación juvenil independentista, como los jóvenes de #LIBRE. Personas encarceladas por ser periodistas de un diario o publicar una tribuna a favor de la independencia de Euskal Herría. Catalogados como "presos de ETA", aunque ni hayan pertenecido a ETA ni hayan participado en una acción de ningún tipo de ETA.
¿De verdad una persona progresista, que se proclame de izquierdas, que defienda valores como la libertad de expresión o el derecho a la presunción de inocencia puede defender el cierre de un periódico como en la dictadura franquista, como pasó con Egunkaría o con Ateak Ireki?
¿De verdad una persona de izquierdas, que se proclame de izquierdas, puede defender la existencia de "presos de conciencia" por tener unas determinadas opiniones a favor de la izquierda abertzale? Y sí, digo bien, presos de conciencia. La definición de presos políticos va unida a aquellas personas encarceladas por motivo de defender políticamente la lucha armada. Es la definición que se daría, de forma internacional (así lo establece Amnistía Internacional) a aquellas personas que han sido encarceladas por pertenecer a ETA. Pero una persona que es encarcelada por pertenecer a una organización juvenil, por escribir una tribuna en un periódico, por militar en un partido político, la definición de preso político se le queda corta. Pero claro, afirmar la existencia de PRESOS DE CONCIENCIA sería dar por hecho que España no es un régimen totalmente democrático.... y, claro, eso, en muchos rincones, incluso de la izquierda, no interesa decirlo, pese a que en las manifestaciones se cante "Es una dictadura y lo sabéis".
El problema es que hablar todo esto, una vez has contrastado datos es la mejor forma de ganarte enemistades, de que incluso te acusen lo que no eres, de que te insulten y hasta te acusen de delitos que tu jamás has cometido. Y en un país donde determinada izquierda tiene el eterno complejo de "moqueta", donde cada mañana pide perdón a la derecha y a la extrema derecha por existir, donde plantear determinados debates se zanja con el silencio a quien los plantea, es casi imposible poder encontrar la forma de abrir estos debates. Si un grupo de jóvenes vascos encausados por pertenecer a una organización juvenil, trata de organizar una charla, se les boicotea e incluso se da un falso aviso de bomba. Si un grupo de actores trata en una película de ofrecer otra visión del conflicto vasco, se produce una brutal censura.
Yo animo, a cada persona, a que trate de informarse, de saber, de buscar otras fuentes, de ver otros enfoques. Ni siquiera pido que este texto, que refleja un cambio de postura, sea tomado como pluscuamperfecto, pero si que sirva para reflexionar. Para entender y para abrir la mente. ¿Acaso es normal, si tan mala es la izquierda abertzale, que 130.000 personas salgan a la calle contra la dispersión y a favor del proceso de paz? ¿Es justo condenar a los familiares de un preso a viajar 1.000 kms por la sencilla razón de que su hijo, por poner un ejemplo, ha pertenecido a Segi? ¿E incluso por haber pertenecido a ETA? ¿Es justo? Ni siquiera yo cuando estaba en el PSOE lo defendía y este escrito, de hace 6 años es prueba de ello.
¿Cómo se puede guardar silencio ante ello sin que se nos caiga la cara de vergüenza? ¿Por qué son vascos? He visto y he sentido como, cuando había una carga policial brutal en Valencia, en las protestas del Lluis Vives, ellos, en vez de decir "bah, nos llaman terroristas sin conocernos, que les jodan", han cogido y han montado una protesta de solidaridad. Igual hicieron en Gamonal. ¿Cuántas veces, en el resto del Estado, nos hemos movido nosotros cuando han detenido a jóvenes por pertenecer a una organización juvenil? E incluso cuando a unos ecologistas se les quería encarcelar por tirar una tarta. Nada se hizo. Tampoco cuando IÑIGO fue asesinado por un pelotazo de goma de la Ertzaintza. ¿De verdad es lo que merecían? ¿También Iñigo?¿También Rosa Zarra? ¿También es justo que haya una violación constatada a una detenida por pertenencia por ETA por miembros de la Guardia Civil?¿Desde una postura de izquierdas? ¿En serio? Pues no, no puede ser así.
Cada cual es libre para pensar, reflexionar, informarse, juzgar o no juzgar. De hecho, tengo la convicción de que esté artículo no gustará a nadie. De que provocará encendidos debates, de que creará enorme tensión y mensajes en los que, menos guapo, me pueden llamar de todo. Soy plenamente consciente de ello. Pero si puedo pedir una cosa a los lectores es que aprendáis a ser libres, a constrastar, a informaros, a saber, a salir de los circuitos convencionales de los medios de comunicación. Lo hemos visto en Gamonal, como se puede llegar a mentir y manipular. Pues ello no es nada, visto con perspectiva, con lo que ha pasado en Euskal Herría. No cometáis, como yo, la injusticia de juzgar sin conocer, como hice en el pasado, teniendo que desdecirte. Es por ello que, aunque el escrito pueda ser largo, pueda llegar a no gustar absolutamente a nadie, pueda llegar a generarme algo más que insultos, era algo que necesitaba decir y compartir. Esa es la obligación de quien expresa sus ideas, no el ser aplaudido.
Era, sin duda alguna, una pequeña deuda. Una deuda pendiente con EH.
20 ene 2014
GAMONAL: la lección de un barrio humilde y trabajador a todo el Estado
Muchos no sabían ni donde se encontraba. Muchos desconocían de su existencia. Incluso muchos, aún hoy, le llaman "barrio del Gamonal" o "El Gamonal", cuando su nombre es GAMONAL, el barrio de Gamonal de Burgos. Pero quitando y eludiendo el nombre correcto, medio mundo, desde la BBC al Washington Post, desde la Televisión de China a TeleSur TV de América Latina, todos saben de la existencia de un barrio que se asemeja a la aldea gala de Asterix y Obelix, pero esta vez real y actual.
Hasta el pasado viernes por la noche, muchos desconocían que los vecinos llevaban a cabo una larga pelea contra el Ayuntamiento de Burgos. Una lucha en un barrio de una fuerte, ya de por sí, tradición de lucha y reivindicación. Una lucha realizada con asambleas, iniciativas, intentos de diálogo, sentadas, concentraciones, recogidas de firmas a pie de calle, campaña en los comercios, etc. Una larguísima batalla con varias manifestaciones pacíficas sin incidente alguno y con gran presencia de gente. Una lucha increíble y agotadora para todo ese barrio que el viernes por la noche y el sábado por la mañana comenzaba a sonar en las redes sociales primero y en los mass media después. GAMONAL.
Porque a pesar de esa larga lucha, de esa lucha pacífica que, como un mantra, nos han educado que era "la única forma de hacer las cosas", mantra repetido sin cesar como la tortura de la gota de agua, día tras día, TV tras TV, tertulia tras tertulia y cadena tras cadena durante años, y que repiten muchos de forma irracional, los vecinos de Gamonal llevaban meses, muchos, reivindicando de la misma forma que los profesores de Valencia o Baleares, que los funcionarios en muchos sectores, que los trabajadores de Canal 9 o que millones de personas llevamos haciendo desde hace cinco largos años. De forma pacífica. Y con idéntico resultado que todos esos colectivos. NINGUNO. La carcajada del poder político, a las órdenes del poder económico. El taparse los oídos y hacer lo que les sale, literalmente, de los cojones.
El problema de Gamonal no es solo la construcción del Bulevar, ya paralizada. Es el hartazgo general con las políticas de miseria, soberbia, autoritarismo y VIOLENCIA, aplicadas diariamente en nuestras santas narices. ¿Violencia? Sí, violencia. Violencia estructural y del fuerte contra el débil. El barrio de Gamonal había sufrido, como Burgos, fuertes recortes en Educación y Sanidad, había sufrido un ERE en una de las grandes empresas de la zona y había sufrido, como cualquier barrio de España, desahucios a cascoporro. Por ejemplo, el cierre de una guardería para evitar unas reparaciones de unos miles de euros al mismo tiempo que se iba a gastar ese dinero multiplicado por miles en hacer un bulevar para llenar los bolsillos, como no, a los que verdaderamente mandan: a un empresario con poder e inflluencia en el poder político y con el control de un medio de comunicación influyente, el Señor Méndez Pozo. Vamos, algo que calca exactamente lo que pasa en cualquier ciudad del Estado Español.
Visto todos estos antecedentes, el poder y sus Fuerzas de Seguridad, los perros al servicio de sus amigos, las Unidades Antidisturbios, decidieron resolver el problema a hostias contra los vecinos. Ya en la tarde del viernes las cargas y las agresiones policiales indiscriminadas fueron la pauta. Ante esto, los vecinos tenían dos opciones: podrían hacer un festival de biodanza mientras corrían delante de los antidisturbios, mover las manos, sentarse y dejarse apalear por la Policía, previa entrega de una flor. Luego, al día siguiente, con las heridas en la cabeza, cuerpo y músculos, firmar una petición en esa cosa tan absurda llamada Change.org que vende los datos y saca dinero de cada "abajofirmante" quejándose de la represión policial, con la que el Alcalde de Burgos, evidentemente, se limpiaría el culo. O decir que solo se puede protestar de forma pacífica. Aunque contra ellos, tanto con los recortes, como con la imposición de la obra, como con las cargas policiales, se hubiera aplicado la peor violencia posible. De haber elegido esta opción, la elegida por todos desde hace cinco años, el resultado hubiera sido el conocido: una derrota apabullante.
En lugar de ello, los jóvenes de Gamonal, los vecinos del barrio, abuelos, mujeres y hombres, estaban organizados en una Asamblea vecinal como las existentes a finales de los 70, esas que la izquierda moquetera dejó morir. En lugar de dejarse acomplejar, cuando los mass media manipulaban o les incitaban a condenar SOLO la violencia de los manifestantes, en lugar de acobardarse, en lugar de querer ser mártires, apostaron fuerte: recordaron como, en el pasado se habían logrado y conquistado derechos. Y tenían claras unas cuantas cosas: era el Ayuntamiento el que había ejercido, contra ellos, la violencia política: imponiéndoles un proyecto no deseado. Era el empresario Méndez Pozo, beneficiado del proyecto, el que les imponía la violencia y el insulto, desde su DIARIO DE BURGOS. Eran los intereses empresariales y especulativos, los que han impuesto a la juventud de Burgos que su única salida sea irse de Burgos e irse del país. Eran los bancos los que habían tratado de desahuciar a vecinos del barrio mientras se les rescataba con dinero público y se recortaba en Sanidad y Educación, algo totalmente violento y agresor contra ellos. Y era, finalmente, la Policía, hostiando como en cientos de manifestaciones a la gente, a jóvenes, a mayores, a todo el mundo, quienes les habían agredido de forma violenta.
Ante todo ello, optaron por DEFENDERSE. Consideraron, de forma valiente, que ya se había llegado al límite del aguante y la paciencia, que se habían agotado las vías de solucionar por las buenas el conflicto planteado, que no estaban dispuestos a dejarse pisar bajo la bota de los antidisturbios. Y optaron por defenderse. Se defendían de los camiones y las pelotas de goma a pedradas, acudieron a esas entidades bancarias que HABÍAN SIDO RESCATADAS CON SU DINERO y que DESAHUCIABAN a vecinos del barrio o les habían arruinado y las destrozaron. No lo hicieron con los pequeños comercios del barrio, los vecinos, con una inteligencia colectiva y con conciencia de clase que solo se da allí donde se tienen las cosas claras, sabían muy bien quienes eran los ENEMIGOS. Usaron barricadas si, con esos contenedores que no duelen si los pobres rebuscan en ellos a los acomplejados y a los meapilas de turno, pero parece que es horrible si el contenedor, que pagan los vecinos con su dinero y que, salvo demostración científica nueva, ni sufre ni duele, es quemado o tumbado para defenderse de la brutalidad policial. Apostaron fuerte, sabiendo que corrían muchos riesgos.
El primer riesgo lo sufrieron, una brutal represión: Casi cien detenidos, dos personas encarceladas por luchar que han tenido que pagar una fianza, etc. En lugar de achicarse, salieron más personas a la calle a defender a pedrada si era necesario en caso de cargas policiales, su barrio y a su gente.
El segundo, la basura mediática, la sufrieron desde el primer día. Las cadenas de TV primeramente, les ignoraron. De hecho, las protestas del barrio salieron antes en medios internacionales como el WP o ChinaDailyNews o TeleSur que en España. Como con Franco. Esa es la "libertad de prensa de la que disfrutamos en España". Solo Canal54 Burgos informaba de ello y el otro medio de comunicación local, propietario del dueño del Bulevar, se convertía en una picadora de carne vecinal, tergiversando lo ocurrido, de tal forma que cualquiera que leyese Diario de Burgos podía pensar que ETA había establecido su base de operaciones en Gamonal y que el Bulevar era una obra que los vecinos de Burgos reclamaban en manifestaciones.
Cuando el silencio de los medios nacionales se hizo imposible, llegó el turno a la criminalización y la manipulación. TVE y RNE, dependientes del Gobierno, suministraba al mundo imágenes de coches quemados que se correspondían con Lasarte, en el pasado. O hablaban de comercios atacados que los mismos vecinos en antena les rectificaban (rectificar esa manipulación era una coacción, según el locutor paniaguado). Por su parte, la Sexta, esa cadena que algunos llaman de izquierdas y que promociona a estrellas electorales mediáticas, pese a que su dueño es un aristócrata, el Mº de Lara, el mismo del diario LA RAZÓN, al que esos mismos critican (así es el analfabetismo mediático en este país) sacaba vídeos manipulados que causaban verdadera vergüenza en las redes sociales, ante la diferencia clara de lo que la reportera contaba y las imágenes. Todos los medios se lanzaron a criminalizar a los manifestantes y vecinos del Barrio de Gamonal. Sorprendentemente, salvo los habituales borregos (poco puedes esperar de algunas personas que votan al PP o al PSOE sin leerse un programa electoral y repite como loro lo que dice la TV), ni el silencio inicial, ni la intoxicación mediática, ni la manipulación vergonzosa de TODOS LOS GRANDES MEDIOS PRIVADOS DE COMUNCACIÓN pudieron con Gamonal. El efecto, nunca esperado por nadie, fue precisamente el contrario.
Grandes capas de la clase trabajadora en todo el Estado entendieron la injusticia que se estaba cometiendo con los vecinos de Gamonal. Comprendieron sus razones. Se sintieron solidarios con ellos. Sufrieron, como si estuvieran allí, la violencia policial que estaban sufriendo. Y contra todo pronóstico, surgió en todo el Estado un sentimiento de solidaridad que, ajeno a las mentiras del poder y de sus medios de prensa, comprendió no solo las reivindicaciones de los vecinos, sino que, además, entendió su forma de llevarlas a cabo, rompiendo por fin un tema tabú que, determinado pacifismo inculcado en escuela, medios, prensa, e incluso en la calle, había impuesto como dogma incontestable: la necesidad de defenderse ante la brutal injusticia.
Las manifestaciones en Burgos aumentaban en número, cada vez más gente salía a la calle. Pero, además, como un fuego que comienza a prender, esa llama comenzó a infectar al resto de ciudades: primero Madrid y las ciudades colindantes, después el sur, después el norte, y finalmente en todo el Estado, surgieron protestas en solidaridad con Gamonal. La apuesta de los vecinos les había hecho famosos en medio mundo, la apuesta valiente y sin complejos les había granjeado una enorme solidaridad y habían sido capaces de abrir un tema que ya tocaba: EL DEBATE SOBRE QUÉ ES VIOLENCIA, y su apuesta, pese a los agoreros, pese a los vendeburras y a los mesías del pacifismo, se convertía en resultado: el viernes, una semana después, tras una lucha sin descanso, el Alcalde anunciaba la paralización total de la obra del Bulevar de Gamonal. ¿Cómo? Aún algunos incrédulos, de los que repetían el mantra pacifista se frotaban los ojos y se pellizcaban, para ver que era real y no estaban soñando. ¡Sí! GAMONAL había vencido. Y contra todo pronóstico, pese a haber sido lo más cómodo, los vecinos siguen la lucha. Si han parado el Bulevar, ahora quieren que se absuelva a todos los encausados y que el dinero se destine a lo que se tiene que destinar: a políticas sociales, a Sanidad, a Educación. En definitiva: AL BARRIO.
En Alicante esa noticia la recibíamos en plena manifestación que congregaba a centenares de personas, con un despliegue policial insultante (33 lecheras o grilleras) y con cargas policiales que, esta vez, contaban con la defensa de algunos manifestantes ante los apaleamientos indiscriminados a gente que estaba sentada, menores incluídos: se pusieron contenedores en la carretera para evitar que los antidisturbios siguieran pegando a la gente y la gente pudiese correr y no ser agredida por la Policía (pese a que el Diario INFORMACIÓN contase la película como le mandasen, puesto que solo se tiraron unos petardos). Al final tres compañeros fueron detenidos acusados de desórdenes públicos, pese a que a dos de ellos les detuviesen andando fuera ya de la manifestación y sin oponer resistencia, lo cual no quitó que uno de los manifestantes fuese abofeteado y agredido posteriormente por policías, tal y como declaró a la salida del Juzgado, soportando en el calabozo constantes insultos por los mismos antidisturbios de Alicante, famosos en todo el Estado por sus inclinaciones ultraderechistas.
Gamonal es ejemplo. Gamonal es el camino, Todos somos Gamonal, decían miles de personas. Y la verdad es que los vecinos, los jóvenes de Gamonal, su gente, nos han dado una tremenda lección de lucha. Nos han mostrado como se lucha por los derechos de todos. Nos han enseñado que pese a lo que repiten muchos, la verdadera violencia son los desahucios, los recortes en Educación y Sanidad, las urgencias colapsadas, las personas que comen de los contenedores o la brutalidad policial. Han acabado, en una sola semana, con ese mantra aceptado y cacareado desde las alturas, el poder e incluso desde determinados colectivos como el 15-M en su nacimiento, según el cual la violencia solo sirve si se practica en Kiev o en Siria por los amigos de la UE y EEUU. Pero si el pueblo, si los trabajadores, si los humildes y los débiles tratan de DEFENDERSE aquí de la verdadera violencia, la ejercida día tras día por un sistema capitalista inhumano que machaca y condena a millones de personas es TERRORISMO, cuando el verdadero terrorismo es el que aplican los que se sientan en los despachos de las grandes empresas y los grandes bancos o el que decretan los que, lacayos de los primeros, se sientan en los sillones del poder. Como bien decía una señora mayor en un vídeo viral en Valencia, hace solo un mes.
Gracias #GAMONAL por tu digna y decente lección. Para mi fue un honor hacer de altavoz desde la red social Twitter de todo lo que allí pasaba.
Si el escrito te ha gustado, pincha aquí y menealo.
Hasta el pasado viernes por la noche, muchos desconocían que los vecinos llevaban a cabo una larga pelea contra el Ayuntamiento de Burgos. Una lucha en un barrio de una fuerte, ya de por sí, tradición de lucha y reivindicación. Una lucha realizada con asambleas, iniciativas, intentos de diálogo, sentadas, concentraciones, recogidas de firmas a pie de calle, campaña en los comercios, etc. Una larguísima batalla con varias manifestaciones pacíficas sin incidente alguno y con gran presencia de gente. Una lucha increíble y agotadora para todo ese barrio que el viernes por la noche y el sábado por la mañana comenzaba a sonar en las redes sociales primero y en los mass media después. GAMONAL.
Porque a pesar de esa larga lucha, de esa lucha pacífica que, como un mantra, nos han educado que era "la única forma de hacer las cosas", mantra repetido sin cesar como la tortura de la gota de agua, día tras día, TV tras TV, tertulia tras tertulia y cadena tras cadena durante años, y que repiten muchos de forma irracional, los vecinos de Gamonal llevaban meses, muchos, reivindicando de la misma forma que los profesores de Valencia o Baleares, que los funcionarios en muchos sectores, que los trabajadores de Canal 9 o que millones de personas llevamos haciendo desde hace cinco largos años. De forma pacífica. Y con idéntico resultado que todos esos colectivos. NINGUNO. La carcajada del poder político, a las órdenes del poder económico. El taparse los oídos y hacer lo que les sale, literalmente, de los cojones.
El problema de Gamonal no es solo la construcción del Bulevar, ya paralizada. Es el hartazgo general con las políticas de miseria, soberbia, autoritarismo y VIOLENCIA, aplicadas diariamente en nuestras santas narices. ¿Violencia? Sí, violencia. Violencia estructural y del fuerte contra el débil. El barrio de Gamonal había sufrido, como Burgos, fuertes recortes en Educación y Sanidad, había sufrido un ERE en una de las grandes empresas de la zona y había sufrido, como cualquier barrio de España, desahucios a cascoporro. Por ejemplo, el cierre de una guardería para evitar unas reparaciones de unos miles de euros al mismo tiempo que se iba a gastar ese dinero multiplicado por miles en hacer un bulevar para llenar los bolsillos, como no, a los que verdaderamente mandan: a un empresario con poder e inflluencia en el poder político y con el control de un medio de comunicación influyente, el Señor Méndez Pozo. Vamos, algo que calca exactamente lo que pasa en cualquier ciudad del Estado Español.
Visto todos estos antecedentes, el poder y sus Fuerzas de Seguridad, los perros al servicio de sus amigos, las Unidades Antidisturbios, decidieron resolver el problema a hostias contra los vecinos. Ya en la tarde del viernes las cargas y las agresiones policiales indiscriminadas fueron la pauta. Ante esto, los vecinos tenían dos opciones: podrían hacer un festival de biodanza mientras corrían delante de los antidisturbios, mover las manos, sentarse y dejarse apalear por la Policía, previa entrega de una flor. Luego, al día siguiente, con las heridas en la cabeza, cuerpo y músculos, firmar una petición en esa cosa tan absurda llamada Change.org que vende los datos y saca dinero de cada "abajofirmante" quejándose de la represión policial, con la que el Alcalde de Burgos, evidentemente, se limpiaría el culo. O decir que solo se puede protestar de forma pacífica. Aunque contra ellos, tanto con los recortes, como con la imposición de la obra, como con las cargas policiales, se hubiera aplicado la peor violencia posible. De haber elegido esta opción, la elegida por todos desde hace cinco años, el resultado hubiera sido el conocido: una derrota apabullante.
En lugar de ello, los jóvenes de Gamonal, los vecinos del barrio, abuelos, mujeres y hombres, estaban organizados en una Asamblea vecinal como las existentes a finales de los 70, esas que la izquierda moquetera dejó morir. En lugar de dejarse acomplejar, cuando los mass media manipulaban o les incitaban a condenar SOLO la violencia de los manifestantes, en lugar de acobardarse, en lugar de querer ser mártires, apostaron fuerte: recordaron como, en el pasado se habían logrado y conquistado derechos. Y tenían claras unas cuantas cosas: era el Ayuntamiento el que había ejercido, contra ellos, la violencia política: imponiéndoles un proyecto no deseado. Era el empresario Méndez Pozo, beneficiado del proyecto, el que les imponía la violencia y el insulto, desde su DIARIO DE BURGOS. Eran los intereses empresariales y especulativos, los que han impuesto a la juventud de Burgos que su única salida sea irse de Burgos e irse del país. Eran los bancos los que habían tratado de desahuciar a vecinos del barrio mientras se les rescataba con dinero público y se recortaba en Sanidad y Educación, algo totalmente violento y agresor contra ellos. Y era, finalmente, la Policía, hostiando como en cientos de manifestaciones a la gente, a jóvenes, a mayores, a todo el mundo, quienes les habían agredido de forma violenta.
Ante todo ello, optaron por DEFENDERSE. Consideraron, de forma valiente, que ya se había llegado al límite del aguante y la paciencia, que se habían agotado las vías de solucionar por las buenas el conflicto planteado, que no estaban dispuestos a dejarse pisar bajo la bota de los antidisturbios. Y optaron por defenderse. Se defendían de los camiones y las pelotas de goma a pedradas, acudieron a esas entidades bancarias que HABÍAN SIDO RESCATADAS CON SU DINERO y que DESAHUCIABAN a vecinos del barrio o les habían arruinado y las destrozaron. No lo hicieron con los pequeños comercios del barrio, los vecinos, con una inteligencia colectiva y con conciencia de clase que solo se da allí donde se tienen las cosas claras, sabían muy bien quienes eran los ENEMIGOS. Usaron barricadas si, con esos contenedores que no duelen si los pobres rebuscan en ellos a los acomplejados y a los meapilas de turno, pero parece que es horrible si el contenedor, que pagan los vecinos con su dinero y que, salvo demostración científica nueva, ni sufre ni duele, es quemado o tumbado para defenderse de la brutalidad policial. Apostaron fuerte, sabiendo que corrían muchos riesgos.
El primer riesgo lo sufrieron, una brutal represión: Casi cien detenidos, dos personas encarceladas por luchar que han tenido que pagar una fianza, etc. En lugar de achicarse, salieron más personas a la calle a defender a pedrada si era necesario en caso de cargas policiales, su barrio y a su gente.
El segundo, la basura mediática, la sufrieron desde el primer día. Las cadenas de TV primeramente, les ignoraron. De hecho, las protestas del barrio salieron antes en medios internacionales como el WP o ChinaDailyNews o TeleSur que en España. Como con Franco. Esa es la "libertad de prensa de la que disfrutamos en España". Solo Canal54 Burgos informaba de ello y el otro medio de comunicación local, propietario del dueño del Bulevar, se convertía en una picadora de carne vecinal, tergiversando lo ocurrido, de tal forma que cualquiera que leyese Diario de Burgos podía pensar que ETA había establecido su base de operaciones en Gamonal y que el Bulevar era una obra que los vecinos de Burgos reclamaban en manifestaciones.
Cuando el silencio de los medios nacionales se hizo imposible, llegó el turno a la criminalización y la manipulación. TVE y RNE, dependientes del Gobierno, suministraba al mundo imágenes de coches quemados que se correspondían con Lasarte, en el pasado. O hablaban de comercios atacados que los mismos vecinos en antena les rectificaban (rectificar esa manipulación era una coacción, según el locutor paniaguado). Por su parte, la Sexta, esa cadena que algunos llaman de izquierdas y que promociona a estrellas electorales mediáticas, pese a que su dueño es un aristócrata, el Mº de Lara, el mismo del diario LA RAZÓN, al que esos mismos critican (así es el analfabetismo mediático en este país) sacaba vídeos manipulados que causaban verdadera vergüenza en las redes sociales, ante la diferencia clara de lo que la reportera contaba y las imágenes. Todos los medios se lanzaron a criminalizar a los manifestantes y vecinos del Barrio de Gamonal. Sorprendentemente, salvo los habituales borregos (poco puedes esperar de algunas personas que votan al PP o al PSOE sin leerse un programa electoral y repite como loro lo que dice la TV), ni el silencio inicial, ni la intoxicación mediática, ni la manipulación vergonzosa de TODOS LOS GRANDES MEDIOS PRIVADOS DE COMUNCACIÓN pudieron con Gamonal. El efecto, nunca esperado por nadie, fue precisamente el contrario.
Grandes capas de la clase trabajadora en todo el Estado entendieron la injusticia que se estaba cometiendo con los vecinos de Gamonal. Comprendieron sus razones. Se sintieron solidarios con ellos. Sufrieron, como si estuvieran allí, la violencia policial que estaban sufriendo. Y contra todo pronóstico, surgió en todo el Estado un sentimiento de solidaridad que, ajeno a las mentiras del poder y de sus medios de prensa, comprendió no solo las reivindicaciones de los vecinos, sino que, además, entendió su forma de llevarlas a cabo, rompiendo por fin un tema tabú que, determinado pacifismo inculcado en escuela, medios, prensa, e incluso en la calle, había impuesto como dogma incontestable: la necesidad de defenderse ante la brutal injusticia.
Las manifestaciones en Burgos aumentaban en número, cada vez más gente salía a la calle. Pero, además, como un fuego que comienza a prender, esa llama comenzó a infectar al resto de ciudades: primero Madrid y las ciudades colindantes, después el sur, después el norte, y finalmente en todo el Estado, surgieron protestas en solidaridad con Gamonal. La apuesta de los vecinos les había hecho famosos en medio mundo, la apuesta valiente y sin complejos les había granjeado una enorme solidaridad y habían sido capaces de abrir un tema que ya tocaba: EL DEBATE SOBRE QUÉ ES VIOLENCIA, y su apuesta, pese a los agoreros, pese a los vendeburras y a los mesías del pacifismo, se convertía en resultado: el viernes, una semana después, tras una lucha sin descanso, el Alcalde anunciaba la paralización total de la obra del Bulevar de Gamonal. ¿Cómo? Aún algunos incrédulos, de los que repetían el mantra pacifista se frotaban los ojos y se pellizcaban, para ver que era real y no estaban soñando. ¡Sí! GAMONAL había vencido. Y contra todo pronóstico, pese a haber sido lo más cómodo, los vecinos siguen la lucha. Si han parado el Bulevar, ahora quieren que se absuelva a todos los encausados y que el dinero se destine a lo que se tiene que destinar: a políticas sociales, a Sanidad, a Educación. En definitiva: AL BARRIO.
En Alicante esa noticia la recibíamos en plena manifestación que congregaba a centenares de personas, con un despliegue policial insultante (33 lecheras o grilleras) y con cargas policiales que, esta vez, contaban con la defensa de algunos manifestantes ante los apaleamientos indiscriminados a gente que estaba sentada, menores incluídos: se pusieron contenedores en la carretera para evitar que los antidisturbios siguieran pegando a la gente y la gente pudiese correr y no ser agredida por la Policía (pese a que el Diario INFORMACIÓN contase la película como le mandasen, puesto que solo se tiraron unos petardos). Al final tres compañeros fueron detenidos acusados de desórdenes públicos, pese a que a dos de ellos les detuviesen andando fuera ya de la manifestación y sin oponer resistencia, lo cual no quitó que uno de los manifestantes fuese abofeteado y agredido posteriormente por policías, tal y como declaró a la salida del Juzgado, soportando en el calabozo constantes insultos por los mismos antidisturbios de Alicante, famosos en todo el Estado por sus inclinaciones ultraderechistas.
Gamonal es ejemplo. Gamonal es el camino, Todos somos Gamonal, decían miles de personas. Y la verdad es que los vecinos, los jóvenes de Gamonal, su gente, nos han dado una tremenda lección de lucha. Nos han mostrado como se lucha por los derechos de todos. Nos han enseñado que pese a lo que repiten muchos, la verdadera violencia son los desahucios, los recortes en Educación y Sanidad, las urgencias colapsadas, las personas que comen de los contenedores o la brutalidad policial. Han acabado, en una sola semana, con ese mantra aceptado y cacareado desde las alturas, el poder e incluso desde determinados colectivos como el 15-M en su nacimiento, según el cual la violencia solo sirve si se practica en Kiev o en Siria por los amigos de la UE y EEUU. Pero si el pueblo, si los trabajadores, si los humildes y los débiles tratan de DEFENDERSE aquí de la verdadera violencia, la ejercida día tras día por un sistema capitalista inhumano que machaca y condena a millones de personas es TERRORISMO, cuando el verdadero terrorismo es el que aplican los que se sientan en los despachos de las grandes empresas y los grandes bancos o el que decretan los que, lacayos de los primeros, se sientan en los sillones del poder. Como bien decía una señora mayor en un vídeo viral en Valencia, hace solo un mes.
Gracias #GAMONAL por tu digna y decente lección. Para mi fue un honor hacer de altavoz desde la red social Twitter de todo lo que allí pasaba.
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