28 sept 2012

Respuesta a Gonzalo Campa y su escrito "25S Errores y Aciertos"

Este escrito pretende ser una respuesta al escrito, plagado de falacias y consignas alienadoras, realizado por un tal "Gonzalo de la Campa", donde pretende darnos una lección a muchos, aprovechando su dominio del marketing y sus dotes de publicista.

En su escrito, realmente farragoso e infumable, suelta todo tipo de perlas que, cualquier lector avispado, "nota" rápidamente. Este burgués, disfrazado de indignado (o debería decir indigno), inicia la retahila de "los medios de prensa son de la banca y los politicos", pidiendo al mismo tiempo que la gente actúe de tal modo que contente a los MM.CC, e incluso, en su panfleto, que ni a eso llega la categoría del escrito, pide a "periodistas influyentes" que lo difundan masivamente. ¿No habiamos quedado en que la prensa es de la banca y los politicos?¿Entonces, pretendes que te ayuden "los que están al servicio de la banca y los politicos, Gonzalito?

¿No te das cuenta que no somos imbéciles? Ahora te responderé con calma, pero con argumentos sólidos y no con las consignas bobaliconas del "Día de Gandhi"

Antes de ello, quiero dejar clara una cosa. Yo no compartí la movilización del 25-S por diversas razones que serían largas de explicar aquí: por su excesivo ciudadanismo, por su excesiva ambiguedad, por la falta de unos objetivos concretos y por su viraje a postulados que me recordaban al 15M de Democracia Real Ya, a aquel 15M que atacaba a los políticos y a los banqueros sin entrar en materia. A aquel 15M que decía que no era "ni de izquierdas ni de derechas". A aquel 15M partidario de dejar que los manifestantes fueran apaleados bajo el mantra pacifista.

En las últimas semanas fue tomando fuerza la "Coordinadora 25S", que no era otra cosa que el intento de los sectores apolíticos y ambiguos del 15M de hacerse con el control de una movilización activada por parte de otros con un perfil más izquierdista (al principio hubo muchas dudas de los grupos que lo apoyaban).


A pesar de mi rechazo a la convocatoria, no puedo dejar de comprender que parte de los manifestantes, o un sector muy importante de ellos, "son mi gente". Son trabajadores o parados, estudiantes, personas con un claro perfil de izquierdas, luchador y combativo, que por desgracia para mi, para muchos y para ellos, han aceptado determinados mantras como los vomitados por el Director de Marketing, antes citado, que conviene responder, los mantras del pacifismo irracional y el apoliticismo.


Cuando veía las imagenes de las brutales cargas policiales y los vídeos no podía dejar de sentir una inmensa rabia, al mismo tiempo que solidarizarme con esos manifestantes. Rabia por el apaleo indiscriminado de cientos de personas valientes y luchadoras, pues los que hemos estado en protestas, como me ha sucedido a mi en desahucios, en la manifestación de los mineros o en cargas policiales, sabemos quienes son y como actúan los policias antidisturbios, esos a los que este burgués se atreve en su escrito a decir que son menos "enemigos" que un manifestante violento.

Pero también rabia con los convocantes y cabezas visibles y un sector de los manifestantes: rabia por entender que llevaron a la gente a una ratonera sin unos objetivos claros y definidos; y a los que volvieron a sacar al día siguiente sin objetivos excesivamente claros y definidos. A los cuales, por el escrito del Sr. Campa, se deduce que pretende usarlos como muñecos para que sean apaleados por la policia, para que los periodistas "les califiquen" de "ciudadanos ejemplares" delante de las cámaras.

Rabia: por escuchar una serie de consignas que pretenden convertir a los manifestantes en sumisos, en meros corderos que se dejen apalear, bajo el mantra de un pacifismo enfermizo mal entendido. Un mantra que paraliza toda capacidad de defensa de los manifestantes ante una brutalidad policial atroz y despiadada y que se atreve a insultar a quien, por las causas que sean, totalmente COMPRENSIBLES, trate siquiera de defenderse.

Por ello, al leer al Sr. Campa, no puedo sino responder a su enorme cantidad de tonterías.

Lo primero que debería hacer el Sr. Director de Marketing de la empresa ASPA, y se lo dice un profesor de Historia en desempleo, es estudiar Historia. Quizá, este burgués, "ciudadano" como gusta él llamarse  (yo soy un trabajador, orgulloso de serlo), desconoce lo más elemental de la misma. Pero más bien tiendo a pensar que finge desconocerla, porque solo alguien con tal desconocimiento podría usar tal cantidad de falacias y estupideces en su escrito.

Habla de que lo que debe hacer la gente es sentarse y que esa imagen se expanda a los medios de comunicación. Son miles, miles y miles las manifestaciones que se hacen por todo el Estado a lo largo de todos los días, todas o la gran mayoría, pacíficas (cuando la Policía no revienta la protesta o los manifestantes no están excesivamente hartos). El marketing-man cree que todo es farándula. Que con performances se va a cambiar a una estructura capitalista que es capaz de condenar al hambre a millones de personas en el mundo, y que no duda en mandar al paro a 6 millones de persona o de bombardear Libia y a miles de bebés si necesita petróleo. Pero claro, lo que no dice el Sr Campa es que el no aspira a cambiar nada, sino a fortalecer el sistema que ahora agoniza. Porque si cambias el sistema político, pero las empresas y los medios de producción siguen en manos de los de siempre, no has cambiado realmente nada.


Añade, básicamente, que la violencia del manifestante es mala per se. De nuevo, su pacifismo enfermizo le impide analizar determinadas causas y determinadas cosas, siquiera explicar que es violencia. La violencia para él solo la concibe por parte de aquel que se manifiesta; solamente concibe, como buen burgués señorito, violento al débil.


Lo que falsea e ignora es el significado en si de la palabra violencia. Su pacifismo es enfermizo, y sí lo afirmo es porque así lo creo. Se puede ser pacifista o pacífico, pero pretender que mientras te apalean te quedes quieto va contra toda lógica. Según este mantra, las democracias occidentales y la URSS no deberían haber declarado nunca la guerra a Hitler. Según este mismo razonamiento, la mujer que es maltratada jamás deberia oponer resistencia al maltratador.

Porque no hablamos de iguales. Policia y manifestante no son iguales, pese a que este indigno se atreva a afirmar que el manifestante violento hace más daño que cualquier antidisturbio. Uno es débil y solo tiene su prole (de ahi que podriamos hablar de proletario, pero diremos manifestante) y otro cuenta con la legalidad y las armas.

Uno representa a un Estado, eminementemente violento, violencia que calla el señorito indignado Campa. ¿O acaso no es violento que haya gente comiendo de los contenedores de basura?¿No es violencia estructural y económica los seis millones de parados?¿No es violencia el millón de familias que ya no tienen para comer ni ingresos?¿No son violentos los cientos de miles de desahucios?¿Los despidos de miles y miles de trabajadores? ¿El constante abuso empresarial de engordar sus beneficios a costa de sus trabajadores y de jugar con el miedo al despido?  Quizá esto lo calla el Sr Campa, porque, de decirlo, posiblemente él estuviera más del lado de los de "arriba" que de los de "abajo", terminología que, seguramente, será del gusto del Sr. Campa, no mía.

Con estos datos no estoy diciendo que la gente se ponga a quemar cosas.  Pero si me muestro más que comprensivo si alguien decide ejercer un derecho de "legitima defensa" cuando le abren la cabeza, al tiempo que le están dejando en la más absoluta miseria. Después de tres planes de ajuste, demasiado pacífica y paciente ha sido gran parte de la clase trabajadora, parados y estudiantes. Por mucho menos, en Grecia ya estaban luchando a cara de perro con la policía. Quizá por eso, a pesar de 7 planes de ajuste, Grecia sigue teniendo un SMI superior a nosotros y una tasa de paro inferior a la nuestra.

¿Acaso es alguien el Sr. Campa para impedir al pueblo y a parte de los trabajadores mostrar su rabia? Este señor da a entender en su escrito que TODOS LOS VIOLENTOS son Policías infiltrados. Por supuesto que existen policias infiltrados que revientan manifestaciones, como pasó el 25, y como paso en la manifestación de los mineros, pero es que violentos son todos los policias que ejercen de antidisturbios. Su sola presencia representa una coacción contra los manifestantes, casi siempre materializada en cargas, golpes, detenciones y en muchos casos, torturas. Quizá por eso la Policía,  de la cual hay que dejarse pegar según estos comeflores, (y no como hicieron el 11 de julio los mineros, que fue contestar), tiene el honor de ser, después de la turca, la que más denuncias tiene en toda Europa por violar sistemáticamente los Derechos Humanos: y no lo dice Julián, lo dice Amnistía Internacional, lo dice el Consejo Europeo de DH e incluso Save the Children.

Todos estos que siguen a pies juntillas las teorías de Campa desconocen la Historia. Desconocen que todos los derechos de los que hemos disfrutado se consiguieron a base de lucha, de pelear, de la lucha en la calle del Movimiento Obrero, que costó mucha sangre y muchos muertos, que tuvo que hacerse usando la "legítima defensa", bien contra el sistema capitalista, bien contra la Dictadura o dictaduras. Desconocen que todas las revoluciones implicaron usar la violencia contra quien tenía el monopolio de la violencia, en este caso, las Monarquías o sistemas económicos imperantes. Desconocen que ninguna lucha pacifista ha dado resultados, salvo que por ello entienda a esas "Revoluciones de Colores" de la Europa del Este, financiadas por Bush; o a la falsa "revolución islandesa" que nos venden diariamente, y que realmente no ha cambiado gran cosa en la isla, salvo aceptar el programa que el FMI le impuso.

Seguramente desconoce que llevamos 500 días desde aquel 15-M hiperpacifista y que, a día de hoy, estamos cada vez peor.

Seguramente, para el Director de Marketing, los huelguistas que actuan de piquetes para ayudar a los trabajadores merecen ser "aislados". Posiblemente el SAT, que requisó mercancias y fue capaz de denunciar a todo el mundo la pobreza existente en España, merece ser "aislado". Asimismo, los trabajadores de astilleros y los mineros, que pelean por mantener sus derechos, merecen ser "aislados". Y los que están en contra de este sistema criminal capitalista, que permite parados pasando hambre y familias comiendo de contenedores, "merecen ser aislados". Así, quizá, a este buen burgués, no le molestarán las masas de trabajadores desesperadas y siempre podrá llamar a su Policía (recordad: que son mejores que un manifestante que trata de defenderse) para que no le molesten.

Y no solo se queda ahi, pretendiendo convertir a las víctimas en verdugos, y a los verdugos en victimas. Sino que se permite, como ya pasase en el 15M, proponer la totalitaria exigencia de "ausencia de banderas": ¿Merecen tal desprecio los republicanos, comunistas, anarquistas, gays, animalistas, anarcosindicalistas? ¿Si estos pretenden libertad, por qué imponen una exigencia tan uniformadora? Siempre he pensado que cuando alguien rechaza que otro muestre lo que es, suele ser porque ese tiene miedo a mostrar lo que es él, en realidad. ¿Cuál es su bandera, Señor Campa? ¿Quizá le da miedo mostrar la que encajaría más con su forma de pensar, sabiendo que usted no es "ni de izquierdas ni de derechas"?

Desde luego, JAMÁS alguien que lucha realmente por mejorar este mundo, será tan osado o tan infantil de exigir al débil que no se rebele. Por ello, y para contraponer el pensamiento pacifista enfermizo, terminaré con una cita REVOLUCIONARIA, de alguien que si cambió el mundo, alguien que pretendió como muchos manifestantes, cambiar la situación en la que estamos, y a los que NADIE debe impedir, con discursos alienadores, que traten de conseguirlo.

Porque LOS QUE LUCHAN merecen respeto.


"Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo la insurreción es para el pueblo, y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes." Cita de Robespierre, incluida en la Declaración de los Derechos del Hombre de 1793"


¡¡¡¡PÁSALO!!!

Y difundelo, si tienes posibilidad de hacerlo. Gracias.

PD: Recomiendo leer con atención este otro texto, en el mismo sentido.
http://www.nikonecons.net/2012/09/28/decalogo-para-escribir-un-buen-articulo-de-mierda-chupi-progre-pacifista-quincemayista-civico-democratico/comment-page-1/#comment-1599


Julián Jiménez

24 sept 2012

Sumisión docente: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

Son muchas las ocasiones, con motivo de las medidas que los trabajadores de la Escuela pública llevamos tres años sufriendo, así como la Escuela pública en sí, en que muchos de los docentes que nos mantenemos activos en las movilizaciones, nos preguntamos contínuamente que sucede para que parte del profesorado acepte sin rechistar todas y cada una de las medidas, sin tan siquiera plantar cara o ir a una manifestación a reivindicar por unos derechos pisoteados.

Hay que tener en cuenta que es un denominador común en todo el sector público en general. Tanto es así, que dentro del sector público, los docentes aún pueden presumir de ser el sector más movilizado dentro de la Función Pública: en el caso de resto de colectivos de trabajadores, el panorama es mucho más desolador.

Y sorprende, porque, al fin y al cabo, somos el colectivo de trabajadores que menores presiones podemos sufrir a la hora de movilizarnos o plantear una huelga de cualquier tipo. Y es cuando te realizas la pregunta del millón: ¿Cómo es posible?

En mi caso particular, actuamente profesor en paro, he tenido siempre la docencia como una profesión vocacional: estudié para ser profesor algún día y a punto estuve de conseguirlo para siempre. Cuando no habia llegado a ejercer, estaba totalmente ilusionado por el ambiente que, iluso de mí, pensaba que encontraría en la profesión docente: quizá por juventud o quiza por idealismo, me planteaba que la profesión que yo quería ejercer estaba llena de gente comprometida, de gente culta, con ideas avanzadas, con un compromiso social, etc. 


Y es que para mí, ser docente no es solo un trabajo al que voy y por el cual percibo un salario: ser docente es mucho más. Ser docente es ser la persona que formará y dotará de conocimientos, pero también de valores, a las personas que, en el futuro ejercerán todas aquellas profesiones imaginables. Ser docente implica un compromiso con la sociedad a la que perteneces. Ser docente merece un sueldo y unas condiciones que, por lo general, los trabajadores de la enseñanza nunca habían tenido, de ahí el refrán "pasas más hambre que un maestro de escuela".

Sin embargo, al llegar a la docencia, comprendí que existían varias clases de docentes: desde la persona que lo es por vocación o que es un profesional de su trabajo, hasta gente que ha accedido a ello porque no tuvo oportunidad de acceder a otra cosa o que simplemente buscó en la enseñanza un lugar donde poder ganar un sueldo sin complicarse excesivamente la vida (porque, quien es profesional o vocacional, suele complicársela).

Así, hemos pasado de un colectivo de trabajadores docentes fuertemente comprometidos, como sucedió en la época de la Segunda República o como sucedió en los años 70 y 80, donde se consiguieron fuertes mejoras laborales, a pasar, una vez que esas mejoras estaban consolidadas, a tener en los centros, en un sector del personal docente, a auténticos "funcionarios" (en el sentido peyorativo del término, ya que un buen docente detesta ser llamado funcionario) cuya jornada es de la hora que entra a la hora que sale. ¿Qué los niños no aprenden? "Pues para algo hay academias".

Funcionarios que se creen clase media, los mismos que, ante sus amistades, presumen de ser unos privilegiados, generando esa opinión negativa en parte de la sociedad. Y por ello, cuando le tocan su salario o tocan a la escuela pública, él o ella no se sienten concernidos en moverse: son unos privilegiados y no les importa hacer un esfuerzo, eso sí, ni hablar de hacer una huelga ¡Qué pierdo mucho dinero!, sin tener la suficiente cabeza para pensar que en tres años y con tres recortes salariales, han perdido el equivalente a estar durante los próximos 40 años haciendo huelga indefinida los tres primeros meses de cada año.

Funcionarios o gente de una enorme mentalidad individualista y egoista, que presumen de llevar a sus hijos a la concertada, que no creen en la Escuela Pública. ¿Se imaginan por un momento que el dueño de una panadería fuese a comprar el pan a otra panadería? ¿O que un electricista llamase a otro para arreglar una fuga en su casa? Sería una forma de reconocer su inutilidad y la inutilidad de su trabajo. Pues desgraciadamente, gente como esta existe, en un porcentaje, en la Escuela Pública.

Y el peor problema, es que esta gente, no solo hace daño,  sino que perpetúa ese daño: porque una persona con una mentalidad individualista, trasmite esos valores a esas generaciones a las que forma.

Individualistas, pero a la vez sumisos. Sumisos ante las agresiones, sumisos ante el poder. Sin empacho de ocupar cargos directivos no para cumplir con el cometido habitual y razonable, sino para ofrecerse a ejercer de peones de una Consellería que les detesta, sin ningún problema, todo sea por un mejor sueldo o por una mejor plaza. Por eso resulta vomitivo ver como algunos docentes, con plaza fija y sin necesidad de ello,  se prestan a caer en trampas puestas por la misma consellería como los famosos cursitos de "English". O como algunos directores retiran cartelería contra los brutales recortes que ellos mismos padecen o tratan de ocultar la penosa situación de su centro.

Por suerte, frente a este perfil funcionarial, gris, sumiso e insolidario, existe una gran cantidad de docentes profesionales y de vocación, cuyo trabajo no solo es el ejercicio de una labor profesional, sino también la defensa en toda su esencia de la Escuela Pública.

Y que tienen muy claro que, como trabajadores (saben perfectamente que no pertenecen a ninguna clase media porque viven de su trabajo, no de rentas) de la Escuela Pública, les están siendo arrebatados derechos: derechos laborales y salariales, que costaron años conseguir. Y que, por la senda de la austeridad, muy pronto el dicho "pasas más hambre que un maestro de escuela" se convertirá en una dolorosa realidad, como ya sucede en Grecia, donde se ven obligados a pluriemplearse al pasar de 1900 euros de salario a solo 700.

Pero no solo son interinos que luchan por volver a su puesto de trabajo, o trabajadores fijos que luchan porque sus compañeros vuelvan y por mantener sus derechos laborales. Son trabajadores que entienden que la Escuela Pública es un todo. Que los recortes en becas, los recortes en ayudas a las familias, la descompensación entre las millonarias subvenciones y prebendas de la Escuela Concertada y el desprestigio de la Escuela Pública, la política de criminalización del alumno mediocre, el intento de cargarse el sistema de comedor escolar (que ya existía en la Segunda República) con el famoso Tupper; es un todo, en una estrategía por destruir, aniquilar y vender a precio de saldo la Escuela Pública, y acabar no solo con su trabajo, sino con el puntal que sostiene la posibilidad de un pueblo con cultura, con Educación y con igualdad de oportunidades.

Porque el torpedeo de la Escuela Pública tiene un claro objetivo ideolóogico-político: volver a la España de ricos que mandan y pobres ignorantes que obedecen. Volver muchas décadas atrás y acabar con la única llave que permite y ha permitido, en esta sociedad y en este sistema capitalista, la escasa movilidad social existente: la Escuela Pública.

Por eso, los niñatos o jabatos, que no jóvenes, del PP, no tienen pudor alguno en pedir abiertamente que solo estudie quien tenga dinero o quien sea brillante. Y ese es el quid de la cuestión cuando tratan de cargarse todo lo conseguido hasta la fecha: cargarse la posibilidad de igualdad mínima de oportunidad, y convertir a la Escuela pública en un lugar asistencial y deplorable donde vayan los hijos de los trabajadores o de los parados a recibir lo suficiente para acabar en una empresa con un contrato de mierda. El hijo del rico, seguir siendo rico; el hijo del pobre, no salir jamás de pobre y ser cada día más pobre.

Por ello, por nada del mundo puede cundir el desánimo entre esas personas luchadoras, comprometidas, e implicadas. Y no pueden permitir que esos funcionarios grises y acomodados, insolidarios y desubicados, les ganen la batalla, más bien lo contrario. Deben ser ellos quienes ganen esa batalla, sumando a la causa de los primeros a aquellos que aún están perdidos, inseguros, desorientados e incluso muchos asustados de alzar la voz. Porque el miedo nunca ha cambiado las cosas, las cosas se cambian con arrojo y empuje, con decisión firme y con las ideas claras.

Porque no solo se trata de ganar una batalla: compromiso contra insolidaridad; valentía frente a pasotismo: Se trata de decidir que tipo de sociedad queremos formar para el futuro. Si una sociedad de autómatas sin sentido crítico, que vivan en una selva laboral o una sociedad de hombres y mujeres libres, críticos, que no se dejen pisotear.

Por ello animo desde estas lineas a cambiar el chip a esos trabajadores docentes decentes, valientes y luchadores, a ir con la cabezza bien alta, a concienciar a los que no lo estén, a argumentar en los claustros, a organizarse y luchar.

Porque nos jugamos nuestro presente y nuestro futuro. El de todas y el de todos. Y para todos.

4 sept 2012

CRÓNICA DESDE TIERRAS MINERAS de un profesor valenciano (II): Ciñera, la villa insólita.

Este escrito es una continuación del relato anterior, que completaré con un tercer escrito sobre el "privilegio" que tuve de poder adentrarme durante cuatro horas en el interior de una mina de carbón. Pero también es una continuación a anteriores escritos realizados sobre la localidad de Ciñera, cuya valentía, arrojo, junto con la brutal represión sufrida durante la huelga minera, ha convertido a la localidad leonesa en una villa, símbolo de resistencia.


CIÑERA es una pequeña localidad leonesa, próxima a Asturias, que se encuentra en la carretera nacional que comunica León y Asturias. Debe su existencia a la mina, quiza por ello Ciñera, como muchas otras, ha sido una leona en la defensa de su medio de vida siempre, y, especialmente, durante estos meses.

Si me hubieran preguntado a mi, como a otros muchos, sobre Ciñera hace solo cuatro meses, hubiéramos tenido que recurrir a la red para saber donde se encontraba dicho pueblo. Hoy, tras la huelga minera, es difícil que la gente no conozca donde está.

La noble lucha de sus habitantes por el mantenimiento de la minería, su implicación, la valentía de sus hombres y mujeres, y sobre todo, la brutal y constante represión policial que sufrieron, destacando los casos de junio y julio donde la localidad fue sitiada y acosada durante ocho veces por los antidisturbios, han admirado a propios y extraños, y han levantado por todo el país y fuera de las fronteras del territorio nacional una ola de comprensión y solidaridad con los habitantes de Ciñera,  que se han ganado de forma más que notable, hasta convertirse en portada en medios internacionales como el Washington Post, el New York Times, The Guardian o la prensa cubana, venezolana, argentina e incluso en Al Jazzera.

Las imágenes de brutal represión policial contra hombres, mujeres y niños, el lanzamiento de botes de humo al lado de la escuela local, las torturas aplicadas a un vecino de la localidad detenido, el lanzamiento de pelotas de goma contra persianas y cristales particulares, la entrada de los antidisturbios en viviendas particulares han dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales, silenciados de manera cómplice por la prensa nacional.

Pero junto a ese aplastamiento gubernamental, a esas violaciones flagrantes de Derechos Humanos fundamentales en la localidad de Ciñera por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (que actuaban, sin exagerar, como un cuerpo militar en un territorio hostil ocupado), lo que ha todos nos dejó boquiabiertos fue la capacidad de resistencia de sus habitantes. A pesar de ello, los habitantes de Ciñera siguieron peleando, siguieron resistiendo sin complejos y sin miedos, sus mujeres se organizaron y, mientras los mineros huían al monte o se refugiaban en casas, ante la persecución de cientos de agentes militarizados, las propias mujeres y los ancianos echaban ellos solitos a los antidisturbios del pueblo, consiguiendo una victoria moral y ética sin precedentes.

Por ello, tras conocer a través del grupo "Ciñera, pasado, presente y futuro" y a través de las redes sociales,  por los escritos (que este que escribe realizaba) sobre la localidad leonesa,  a muchos de sus vecinos y vecinas, no deja de ser sorprendente e increible la visita a dicha localidad, casi tan increible como lo fue conocerles a través de los sucesos de la huelga minera.

Porque si hay alguna palabra que pueda resumir mi percepción tras visitar Ciñera, esa palabra es INCREIBLE. Ciñera y sus gentes son eso. El lema de la villa bien podría ser Ciñera: INCREIBLE PERO CIERTA.

Tuve el honor, porque realmente lo es, de conocer a muchas de los ciñerenses que nos habían asombrado en todo el Estado. El honor, asimismo, de asistir al I FESTIVAL DE APOYO A LA MINERÍA, el pasado 18 de agosto. Y el honor de comprobar que, tras esa fama de valientes, peleones, decididos, osados; se esconden también enormes cualidades humanas como la solidaridad, la camaradería, la hospitalidad o la generosidad, de los vecinos de Ciñera, casi sin excepción. 

El festival lo organizaron en solo un mes, lo cual es un trabajo portentoso, ya que lo normal es que se tarde más tiempo en organizarlo. Y contaron también con zancadillas. No iba a ser oro todo lo que reluce y Ciñera no es una excepción: algunas personas interesadas se dedicaron a soltar bulos en el pueblo, por su rechazo a la movilización minera anterior o por su proximidad a partidos de derecha (o simplemente por actuar de correveidile): Se corrío el estúpido rumor que el pueblo iba a ser arrasado por "supuestos antisistema" (como si serlo fuera algo malo) y que iban a venir mineros del Bierzo (como si Ciñera no tuviera mineros suficientes con más cojones que los amigos de darle a la lengua) a cortar la carretera.

Al final todo fue una graciosa anécdota que, aunque molestó a algunos de los cientos de vecinosque se dejaron la piel por lograr el mejor resultado para el I Festival (porque esas habladurias buscaban reventar el festival), no dejó de retratar lo que algunos son capaces de hacer por tratar que otros no tengan suerte en algo en lo que pusieron mucha ilusión y energía.

Muy al contrario, el festival fue todo un éxito para los vecinos de Ciñera que se volcaron en la organización (iguales que son capaces de cortar carreteras, son capaces de mil cosas). Música, muy buen ambiente, mucha gente de fuera - que fue positivo para la economía deprimida de una localidad minera- y un ambiente de confraternización realmente increible. Trataron estupendamente a todos aquellos que, desde más cerca o más lejos, decidimos ir a la villa que se había convertido en un símbolo de dignidad. Allí estaban Paco y Neska, dos de los apaleados en las cargas de Ciñera y de Madrid, gente de la marcha, muchos mineros y gente de zonas cercanas, leoneses, asturianos.... y algún valenciano, perdido por allí.

Foto del Bosque del Faedo de Ciñera
Precioso también el Faedo, un asombroso bosque declarado el mejor de Europa en 2007, que merece la pena visitar, tan sorprendente como sus vecinos mineros. Impresionante paraíso natural con una pasarela recién construída por los mineros cuando estuvieron en huelga (eso no saldrá en ningún medio de comunicación).


Pero sin lugar a dudas, lo más sorprendente y enriquecedor fue conocerles a ellos y a ellas. Conocerles en persona, porque ellos parecían conocerme a mí después de haber escrito tanto y tantas líneas sobre su Villa, durante las incursiones de la Guardia Civil. Ellos me conocían y agradecían, de una forma casi impactante, la molestía de una persona que vive a cientos de kilometros por tratar de comprender sus razones, por empatizar con ellos y ellas, por sentir su lucha como de todos y por solidarizarme como muchos hicieron cuando eran sitiados.

Pude ver y escuchar en Ciñera cosas que son difíciles de imaginar: ver como una criatura de pocos años dice querer un lanzapatatas para Reyes por si hay que volver a pelear; escuchar como los niños han vivido en carne propia la represión policial y el miedo, pero tienen el valor y el coraje que demuestran sus padres y madres, siendo capaces de avisar a sus mayores cuando veían a los GRS. Ver como los niños de Ciñera tienen colecciones de balines disparadores de pelotas de goma y pelotas, e incluso algún bote de humo usado, como muestra de una lucha dura e implacable que a ellos, sin desearlo, les tocó vivir siendo unos simples chavales (como cuando se tiraron gases lacrimógenos a la salida de la escuela en las primera jornadas de huelga).

Pero también ese ansia infinita de explicar a los que no somos de allí lo que han vivido. Se sienten maltratados por los medios de comunicación, que tuvieron la desfachatez de apagar los focos cuando un vecino, Paco, era apalizado en plena calle por los GRS. De explicar como son las condiciones de la mina, de explicar las desventajas de trabajar en ella, de explicar que no son ni unos privilegiados ni unos terroristas (como les acusa la derecha y la extrema derecha). Parece que su inocencia y su honestidad les hace mostrar que no son lo que los cantamañanas de Intereconomía o Libertad Digital, Antena 3 e incluso Cuatro, han dicho de ellos. Ellos solo sienten que sin mina, su tierra se muere y Ciñera será otro pueblo fantasma de los muchos que se están despoblando en la provincia de León y en el interior de Asturies.

Fue, en definitiva, una visita que merece la pena recordar, o al menos para mi lo merece. Y a todas las personas a las que tuve el placer de conocer en persona tras haberlas conocido por la red: Feli, Soraya y Marian, únicos como ellos solos y gracias a los cuales no pillé un resfriado más que ganado; Adrián, y sus amigos, la persona gracias a la cual contacté por primera vez con el pueblo de Ciñera (visitado en junio); Sergio, José, Raquel, Maria, Rosi...  todos ellos "cojonudos y cojonudas"; Tachu y Cristina, dos de los muchos currantes que estuvieron al pie del cañon en el festival.


Con Juli y Pili, dos grandes luchadores, entres los muchos valientes que habitan en Ciñera
 Victor y su madre, de la que me llevo un bonito detalle que estoy acabando de leer; Rosy, la culpable de que la camiseta famosa de Ciñera se pasee por Alicante y en breve por Marinaleda (lo bueno tiene que verse); Manuel, Silvia Magaña....Jose Asensio, Colinas, Toño el de Coladilla.... entrañables. Y seguramente me deje a alguno/a.... todos ellos personas de lo más hospitalarias, agradables y preocupadas por dar a quienes visitábamos Ciñera un trato excepcional.

Quiero terminar este escrito haciendo mención a dos personas luchadoras a las cuales dudo que olvide. Una madre y una hija. Ellas dos son dos mujeres, madre, hermana e hijas a su vez de mineros. Ambas tuvieron la mala suerte de perder, como muchos otros habitantes de las cuencas, a un familiar en la mina. La una, a su hermano. La madre, a su hijo, con una edad muy joven y toda la vida por delante. Cuando sabes eso, cualquiera pensará que ellas están deseando que cierren la mina, puesto que la mina se ha llevado a un ser querido de ellas y temen que pueda llevarse a otro.

Pues muy al contrario, y a pesar de que la madre contaba entre sollozos la angustía que sintió cuando otro de sus hijos entró a la mina (tuve que contenerme para no acabar yo también emocionado), ambas llevan sin descanso participando en todas las movilizaciones contra el fin de la minería, dedicando parte de su salud y su tiempo a luchar por el mantenimiento en Ciñera y la comarca de Gordón de la mina. Ellas son Juli y Pili, una luchadora junto a su madre, otra luchadora que han estado activas en la protesta.


Alguien como yo no deja de sorprenderse de esa fuerza y ese valor: porque hay que tener una enorme templanza y un enorme coraje para defender aquello que te ha arrebatado lo que más querías, pero que al mismo tiempo, es vida y riqueza para tu comarca. Es algo curioso, impactante, y sobre todo, una paradoja moral que da a Ciñera y a sus habitantes, como al resto de habitantes de las cuencas, una mayor dignidad como personas y muestra como son capaces de sacrificar, en aras del interés general y colectivo, los sentimientos a flor de piel que puede producir la mina, porque, paradojas de la vida del minero, es muerte y vida al mismo tiempo.

Por ello, quienes ladran, quienes llaman privilegiados a los mineros, quienes les comparan con demonios rojos que se comen a los niños, deberían tener la decencia moral de visitar sitios como Ciñera, recibirían una lección de dignidad, decencia y solidaridad que no olvidarían en mucho tiempo.

Un abrazo a todos esos hombres y mujeres de Ciñera, que, con sus actos, han pasado a ocupar un hueco en el alma colectiva de la gente decente de este país.

Que el tiempo no cambie a Ciñera: LA VILLA INSÓLITA.


POEMAS MINEROS, por María Montesinos Oltra, profesora en L'Eliana (València)

NOTA DEL AUTOR DEL BLOG.

Hoy uso mi blog para dar voz a otra compañera, en este caso docente de infantil y una luchadora contra los recortes en la Enseñanza Pública en el Pais Valenciano. María Montesinos Oltra.

A través de la red me hizo llegar estos dos poemas, que en su momento escribió,  porque se sintió enormemente identificada con la lucha minera. Estos poemas están escritos en castellano y valenciano (ya que los originales eran en valenciano) para reflejar la solidaridad con el colectivo de trabajadores en lucha de la minería.

Aunque no pudimos publicarlos aquí antes, seguramente puedan servir como ejemplo de la solidaridad que muchos trabajadores  del sector docente, el más activo en las movilizaciones dentro del sector público, han sentido con los mineros que luchan y siguen luchando por defender sus puestos de trabajo y sus comarcas.

Sin más, os dejo con esos preciosos poemas. Son todo un canto a la solidaridad de clase.



Viaje de un minero
(MARÍA MONTESINOS)

Del fondo de la mina
al tórrido asfalto,
suben los mineros.

Vislumbran un gris futuro,
los han dejado
colgando de un hilo de alambre.
No obstante,
No quieren vivir el momento,
callar, poner la mano
y agachar la cabeza.
La vida es mucho más,
tienen raíces, una tierra,
mujeres, hijos...
tienen dignidad.

Del fondo de la mina
al tórrido asfalto,
suben los mineros.

A pie, sin equipaje,
con coraje,
sin ningún miedo
han empezado un viaje,
por caminos, carreteras,
por pueblos y ciudades.
Yo los acompaño
con la indignación,
con el pensamiento.

Del fondo de la mina
al tórrido asfalto,
suben los mineros.
Son hombres de fatiga,
de ansia, de esfuerzo,
no se arrugan por nada,
y así cuando acabe el viaje
seguirán ahí,
por nosotros, por ellos.
Mirémonos en sus actos,
abramos nuestra coraza,
nosotros también somos mineros.

Del fondo de la mina
al tórrido asfalto,
han subido los mineros.





Viatge d’un miner

Del fons de la mina
al tòrrid asfalt,
s’enfilen els miners.

Albiren un gris futur,
els l’han deixat
penjant d’un fil-d’aram.
Tanmateix,
no volen viure el moment,
callar, parar la mà
i ajupir el cap.
La seua vida és molt més,
tenen arrels, una terra,
dones, fills...
tenen dignitat.

Del fons de la mina
al tòrrid asfalt,
s’enfilen els miners.

A peu, sense equipatge,
amb coratge,
sense cap por,
han començat un viatge,
per camins, per carreteres,
per pobles i ciutats...
Jo els acompanye,
amb el pensament,
amb la indignació.

Del fons de la mina
al tòrrid asfalt,
s’enfilen els miners.

Són homes de fatiga,
de deler, d’esforç,
no s’arruguen per res,
i així quan acabe el viatge
seguiran ací,
per nosaltres, per ells.
Mirem-nos als seus actes,

obrim la nostra corassa
nosaltres també som miners.

Del fons de la mina
al tòrrid asfalt,
s’han enfilat els miners.




Ejemplo
(María Montesinos)

Rostros duros, ennegrecidos,
por obscuros años de trabajo,
manos y brazos fornidos
por los picos, por las palas
por filones
que se resisten
y pulmones revestidos
de capas y capas
de negro polvillo.
Corazón forjado con los silencios
y los insospechados sonidos
de la entraña de la tierra.
En la negrura de aquel pozo
sólo se distinguen
ojos abiertos como platos,
tú y yo somos ellos.
Pero ellos no se rendirán fácilmente´
No son como tú o como yo.
¡Qué ansia por contagiarme
de su alud de esperanza!
Quiero ser como ellos,
no tener dudas,
ser consciente, coherente
con la materia prima
con la que trabajo,
niños y niñas,
involucrarme como ellos
y lo haré,
me miraré en el espejo
de su corazón,
de sus manos,
de su rostro
y así seguiré...




Exemple

Rostres durs, ennegrits,
per foscos anys de treball,
mans i braços fornits
pels pics, per les pales
per filons
que es resisteixen
i pulmons revestits
de capes i capes
de negre polsim.
Cor forjat amb els silencis,
i els insospitats sorolls
de l’entraya de la terra.
A la negror d’aquell pou,
només es distingeixen
ulls oberts com a plats,
tu i jo som ells.
Però ells no es rendiran fàcilment
no són com tu o com jo.
Quina ansia per contagiar-me
de la seua allau d’esperança!
Vull ser com ells,
no tenir dubtes,
ser conscient, coherent
amb la matèria primera
a la que treballe,
nenes i nens,
involucrar-me com ells
i ho faré,
em miraré al mirall
de les sues mans,
del seu cor
dels seus rostres, 
i així seguiré...


 



Para finalizar, os dejo también con esta canción... sé de alguna persona a la que le encantará.
 
No sin antes reiterar el agradecimiento a María por su  precioso trabajo. ¡Gracias, compañera!