Os hablo de la protesta en la que he tenido el inmenso honor de participar como uno más durante estos 75 días. Hablo de la Acampada Protesta de STOP Desahucios en Bankia de ALICANTE . Durante esos 75 días muchas personas anónimas, con nombres y apellidos, estuvieron firmemente resistiendo, por convencimiento con sus ideas, por solidaridad de clase, por coherencia entre lo que dicen defender y lo que realmente defienden. Personas con las cuales me une el haber compartido unos momentos maravillosos, a veces no tan buenos (la conviviencia es así, de la misma forma que los hermanos discuten nosotros, hermanados ya para siempre, teníamos nuestras diferencias) y una experiencia de las que dejan huella.
Todo comenzó gracias a unos chavales jóvenes, idealistas, cargados de buenas intenciones y con ganas de iniciar una protesta ante lo que llevaba tiempo pasando de forma asqueante: desahucios, gente sin casa, trabajadores apaleados y tirados de sus viviendas, asesinatos llamados suicidios por culpa de un sistema economico capitalista que trata como basura, como cosas de "usar y tirar" a las personas. Ellos y ellas son Alba, Juan Carlos, Vanessa, Pablo, Fran y Susi.
Esos jovénes, padres de la Acampada, que nacía un 9 de noviembre de 2012, llegaron a dudar si durarían más allá de la huelga general que se produjo el 14 de NOVIEMBRE y que en Alicante sacó a las calles a la friolera de 120.000 personas, la protesta más multitudinaria desde 1981.
A pesar de ciertas criticas de algunas personas desde un primer momento, que despreciaron el experimento y le auguraron un fracaso estrepitoso, estos jóvenes contaron con la ayuda de más gente que se les fue sumando por el camino: jubiladas, parados, afectados, trabajadores de todo tipo, gente joven, etc. Uno de ellos, el que escribe estas líneas, de lo cual estoy muy orgulloso.
A diferencia de las limitaciones existentes en un Movimiento como el 15-M, que es más ambiguo, más difuso en sus planteamientos, interclasista en exceso (y en ocasiones compuesto de mensajes contradictorios, cuando no abiertamente sospechosos), STOP Desahucios y la Acampada Bankia son pura y dura SOLIDARIDAD DE CLASE. Es la lucha de trabajadores, jovenes, parados que se unen para ayudar a otros trabajadores, jóvenes y parados a defender, cueste lo que cueste, un derecho no garantizado en el Estado Español, a pesar de la verborrea constitucional, como es el DERECHO A LA VIVIENDA.
Derecho a la vivienda que, tras la resistencia en la puerta de la entidad, tras 75 largos días, se ha conseguido para la familia de Boussara y sus hijas. Una familia a la que se ha parado en dos ocasiones el desahucio y a la que, a la tercera, se le ha conseguido no solo parar para siempre, sino arrancar a la inhumana banca, un acuerdo beneficioso para la familia: Boussara disfrutará de la condonación de la deuda que tenía pendiente y de un alquiler social acorde a sus ingresos, que son pocos, debido a que ambos conyuges están en desempleo.
Boussara, auténtica resistente, ha sido, para todos los que allí hemos estado, el símbolo de la resistencia y el simbolo de que, con lucha y con perseverancia, David puede vencer a Goliat. El símbolo de la esperanza y de que los trabajadores, unidos, armados con su tesón y su fuerza, con el arma que les da la lucha, pueden hacer arrodillarse al capital, a la mismísima BANKIA.
Pero no queda la cosa ahí: durante estos 75 días, la plataforma ha ido cogiendo más fuerza, tomando y contactando con más afectados, parando al menos 12 desahucios. Uno de los más emotivos el de una mujer valiente, que tras verse sin solución vino a la plataforma y su capacidad de aguante y su tenacidad, junto al apoyo mutuo, hicieron que de ser echada a patadas de una sucursal de SabadellCAM pasara a conseguir la dación en pago y el alquiler social. Ella, fuerte y tenaz, no solo ha resuelto su caso sino que, además, ahora es una activista peleona para conseguir más victorias: Ella es Esther P.
Han sido 75 días, 75 días aprendiendo de todas y cada uno de las personas que han pasado por allí. 75 días en los que se han recogido 15.300 firmas en la ciudad de Alicante, en esa Acampada de la "Esperanza". En la que Alicante, tan pasota y tan apática en ocasiones, ha visto que un grupo de gente luchadora ha hecho visible un drama que va unido a un sistema capitalista basado en la rentabilidad, el beneficio y en machacar a la clase obrera.
Llegaron las fiestas y mientras muchos en algunos sectores o colectivos, dejaron de luchar y se unieron a la vorágine consumista, un grupo de resistentes estuvieron ahí, demostrando su tesón, su fortaleza, y su honestidad. Por solidaridad, por pura y dura solidaridad, uniéndose, conforme pasaban los días, más gente solidaria, algunos de ellos afectados que comprendieron que había que pelear e implicarse activamente, no solo por su problema, sino por el problema colectivo.
Ahora esta Acampada ha hecho punto y aparte tras haber conseguido muchos éxitos. En el futuro, de darse las condiciones, volverá a surgir si un banco tiene la osadía de atreverse a dejar en la calle a una familia.
Pero no quisiera concluir este relato sin hablar desde dentro, que es en ocasiones como mejor es capaz uno de transmitir lo que siente. Para mi ha sido un orgullo y un placer haber conocido a tantas personas, dispuestas a sacrificar su tiempo y su comodidad por una causa justa. Haber compartido tardes de tertulia, en ocasiones acalorada (cada uno tenemos nuestra forma de ver las cosas y no siempre coincide), noches de frío, mañanas regadas con el café de un hombre perseverante como Juan Luís, siempre atento y trayendo, mañana tras mañana, el café caliente a los acampados.
Ha sido un enorme orgullo haber podido aprender tantas cosas, porque aunque uno sea profesor de la Enseñanza Pública, actualmente en paro, siempre aprende cosas nuevas de la gente con la que contacta. De todos sin excepción. Otra forma de ver las cosas, otras experiencias, otras historias, otras personas a las que la vida y este sistema ha dejado casi al borde de la estacada.
Ha sido una experiencia sinigual pasar noches durmiendo en la calle, sobretodo para comprender como viven aquellas personas que no tienen techo, aquellos a los que el sistema devoraobreros ha negado hasta el derecho más elemental a tener un techo mientras 3.000.000 de viviendas permanecen vacias. Porque no soy un héroe por haberme quedado a dormir en la calle de forma solidaria en una noche fría a 1ºC. Al día siguiente podía optar a volver a mi casa: los verdaderos héroes son aquellas personas que no tienen la posibilidad de optar y a los que la calle ha pasado a ser el único lugar de subsistencia. Por ello como no acordarme del valiente castellonense Vicente, que nos acompaño desde muy pronto y se convirtió en uno más de los nuestros. Un hombre sin techo como algunos más que pasaron a los que acogimos, porque también merece la pena luchar por ellos. También son personas.
Una experiencia que, como la Marcha Minera, quedará grabada por mucho tiempo. ¿Como olvidar a Mayte o a Rosita, las dos perseverantes mujeres, pilares de la Acampada, que estuvieron resistiendo desde el principio hasta el final?¿Como olvidar la detención de los compañeros de "La Clau" y a Sergio?¿A María y a Manolo o a Maite Herrera, perennes en las frías tardes de invierno?¿O a Samuel?¿ Y Copete y Jesús Naranjo y mis debates ideólogicos con él? ¿Y a Juan Carlos y sus chanclas? ¿Cómo olvidar a Boussara y a sus hijas, y la cocina marroquí con la que nos obsequiaron? ¿O a Angel y Jorge y sus bromas? ¿O al "Quijote Rojo" y Candelaria y Juani? ¿Y mi made, a la que se le ha despertado el fervor revolucionario? ¡Qué recuerdos más agradables nos llevamos!
Son tantas personas que no es necesario mencionarlas a todas pero merecen la pena dedicarles estás líneas y decirles GRACIAS. Gracias por estos 75 días de enseñanza y de lucha. Alejandra, Esther, Alba, Manu, Angel, Yolanda, Vicente, Paco.....
Mención especial merecen tres personas que para mi merecen un especial reconomiento: en primer lugar un viejo profesor, Rafael, una auténtica máquina de lucha, una persona que a su edad sigue peleando sin descanso, enseñando a pelear a gente joven, tras haber llevado una vida marcada por la coherencia en sus ideas y sus planteamientos. Francisco, un abogado peleón y resolutivo que se ha convertido en un punto impontante en esta plataforma y que ayuda a todos y soluciona problemas de una forma impecable. Y sobre todo a ella: A Mayte, una mujer luchadora, valiente, perseverante y de buen corazón que ha estado horas y horas, peleando sin descanso. Una buena mujer y una persona combativa.
Cuando tengáis ganas de tirar la toalla, cuando os digan que luchar no sirve para nada, cuando creáis que es mejor quedarse en casa: recordar a los hombres y mujeres que estuvieron en esa Acampada Protesta. Son la prueba palpable de que SI SE PUEDE! De que se puede parar los recortes, los desahucios, se puede plantar cara al capital. Y hay que seguir haciendolo, y ellos van a seguir, vamos a seguir peleando sin tregua.
Os lo digo yo, que tuve la inmensa suerte y el orgullo de compartir casi 75 días con ellos.
Postdata: Gracias también a todas esas personas que, individualmente, se solidarizaron con nosotros en mayor o menor medida. Gracias a ellos ha sido posible esto.
Es un pequeño triunfo pero no podemos morir de éxito: Queda mucho por pelear, queda mucho por hacer.
Julián Jiménez.