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29 jun 2013
15 abr 2013
La larga lucha en la Educación valenciana y la traición de CC.OO.
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Votación de la propuesta de huelga que realizamos en la Asamblea del Figueres Pacheco el 8 de marzo. |
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Asamblea de la CPI que decidió trabajar abiertamente la huelga |
Por diversas circunstancias, que no vienen a cuento,
llevaba deseando escribir esta opinión personal desde hace días. Concretamente,
desde el miércoles 3 de abril, día en el que la realidad superó a la ficción:
tras un intenso mes de lucha en la Educación Pública valenciana, todo se
desmoronaba para muchos.
Tras muchos meses siendo casi una voz en el desierto, indicando la necesidad de una fuerte movilización entre el colectivo de docentes pero, especialmente, dentro de este, del colectivo de interinos, tras meses de apatía en los que los miembros de la Coordinadora de Professorat Interí, entre los que me encuentro, avisábamos no solo de los miles de despidos producidos ya en los años 2011 y 2012 (exigiendo la readmisión de los trabajadores de la Educación Pública despedidos), sino, al mismo tiempo, de los planes de Consellería de Educaciónpara con los interinos y, tras advertir que, lo que se estaba aprobando y decretando en Madrid no tardaría en llegar al País Valenciano, nos encontramos con la nueva invención de la Consellería de Educación: la rebaremación de las bolsas de interinos, lo que conllevaría el despido casi inmediato de más de 7.000 docentes.
A raíz de la medida y de las justificaciones de la medida, se inició un proceso de movilización en el que los trabajadores o una parte de ellos, principalmente en la provincia de Alicante, reclamábamos una respuesta contundente a la contundente agresión de la Consellería de Educación.
Este proceso llegó a su climax cuando, tras una serie de concentraciones bastante numerosas en todo el País Valenciano, fueron convocadas Asambleas de profesorado interino, con amplia asistencia y participación. Una de ellas, y la que arrastró al resto fue la Asamblea del IES Cavanilles. En dicha asamblea, donde, como de costumbre, había debates de todo tipo, varios compañeros, entre los que me encuentro, y a pesar de voces que pedían huelgas simbólicas (de horas, de hambre, etc) propusimos abiertamente la elevación de la propuesta de una huelga indefinida durante los días laborables, totalmente superadora de las huelgas de un día o de horas…. que son refugio de aquellos que desmovilizan o se abstienen de mojarse, pues como todos conocemos, una huelga de un día en el sector educativo es y tiene una repercusión mínima.
A pesar de los intentos de quienes son dados a “dirigir” las asambleas, la Asamblea votó: HUELGA INDEFINIDA DÍAS LABORABLES por una aplastante mayoría, como se muestra en la foto superior. Los argumentos eran suficientemente convincentes: tenía que hacerse antes de decretarse o acordarse la muerte de interinos, tenía que hacerse con energía. Era una llamada a todos los sindicatos a calentar el ambiente de huelga y a mostrar el apoyo a esa huelga, nacida de la voluntad de los trabajadores interinos de la Enseñanza Pública valenciana.
Muy al pesar de muchos, y a pesar de que en Alicante el bloque de sindicatos de clase o de izquierdas parecía dispuesto a aprobar dicha convocatoria, nos encontramos con que, finalmente, tomado el mismo acuerdo en Valencia y Castelló, la Asamblea de docentes y la Coordinadora de Professorat Interí solo íbamos a tener el apoyo de un sindicato, el STEPV, frente al resto. Sindicato que, a pesar de no ser mi sindicato ni el de muchos de los docentes interinos que recibieron la agresión de la Consellería, dió, por las razones que fueran, un apoyo sincero y leal en todo momento, respaldando abiertamente el posicionamiento de las asambleas y de la Coordinadora.
Muchos no comprendíamos las razones que llevaban a Comisiones Obreras y la Federación de Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT) a no apoyar a sus trabajadores, máxime cuando ambas organizaciones estaban presentes en las Asambleas y, concretamente, en el caso de CCOO, la asamblea interna de Alicante hablaba, en una parte importante, de dar apoyo a la huelga.
Tras seis días de huelga indefinida durante los días laborales, y a la espera de que pasaba con el Acuerdo o Decreto, fuimos compenetrando muchos compañeros. Sirvió para ver como un importante sector de docentes se mojaba y se lanzaba a defender a muerte sus derechos, dando un fuerte respaldo a la huelga, sobre todo en los primeros días. Ello hizo que muchos nos conociéramos, compartiéramos experiencias y generaramos espacios de debate en los cuales podíamos compartir nuestras impresiones, dudas, certezas e incertidumbres.
A pesar de la campaña vía red de los sindicatos contrarios a la huelga y a pesar de la actitud de la Consellería, el seguimiento de la huelga fue importante, teniendo en cuenta en parte el aburguesamiento del sector docentes desde hacía años y a pesar de tener todos los alicientes para que fuera un fracaso: Contaba solo con el apoyo del STEPV y la Coordinadora de Professorat Interí (en adelante, CPI), contexto de grave situación económica, importancia de la hipoteca en muchos hogares, la existencia de interinos que se daban (y siguen pensando) por salvados, etc. Con todos esos datos, conseguir porcentajes de respaldo a la huelga que oscilaban entre el 30,5% del quinto día de huelga y el 60% del primero, da muestra del respaldo (y del cabreo) existente.
Justo el último día de huelga, tuvimos la información de la fecha en la que se decretaría sería el día 3 y decidimos que íbamos a convocar desde la noche hasta la hora de la firma. Los trabajadores respondieron: sabíamos que ANPE y CSIF firmarían a favor, porque su labor no es ayudar a la estabilidad del colectivo docente, sino embaucarle y venderle cursillitos. Pero muchos de nosotros nos indignábamos y sorprendíamos de los argumentos que esgrimían los representantes de CCOO: firmar y aceptar el acuerdo con Consellería para echar a un 65% y salvar a unos pocos. Temores que se confirmarían el día de la firma.
Ese día muchos compañeros fueron a Valencia a la Consellería d’Educació a reclamar contra los miles de despidos, el enchufismo facilitado y opaco, la división total en los trabajadores, creando dos clases de interinos para dividir a los trabajadores.
A la salida, se supo que el Acuerdo de Interinos de la Comunidad Valenciana recogía alguna mejoras, pero mantenía el despido de 5.000 docentes. Ese día (yo no pude estar) muchas personas rompieron a llorar de frustración y de rabia: habían luchado, habían peleado como nadie y sin embargo, les acababan de destruir su futuro laboral tanto dentro como fuera de la Enseñanza Pública. Y esa impotencia, esa desesperación y esa angustia pasó a ser ira con aquellos que habían apuñadado a los trabajadores, e incluso, a sus mismos afiliados que, curiosamente, además del ANPE y CSIF, eran CCOO y UGT. Tal era la ira de los trabajadores y trabajadoras, algunos con lágrimas en los ojos, que no dudaron primero en exigir explicaciones a sus representantes y, dada la actitud prepotente y fascista de estos (os pongo fotos de las sonrisas que mostraban tras haber firmado el acuerdo) y después organizarles un “Escrache” en toda regla. Era algo sorprendente: Representantes de los trabajadores abucheados por sus trabajadores y protegidos por los mismos policías que abrieron la cabeza a muchos alumnos del Lluis Vives.
Los representantes de FE CCOO y FETE-UGT no dudaron, a pesar de su actitud chulesca, la protección policial que gozaban y la contención de los trabajadores a los que habían acabado de vender en bandeja de plata frente a la Consellería de Educación (del PP, para más señas) de montar un numerito de victimismo hablando de agresiones y exigiendo perdón a la Coordinadora y a los trabajadores concentrados allí.
Como merecían, los vendeobreros no recibieron la disculpa, sino un buen rapapolvo en forma de comunicado de la Coordinadora. ¡Había que tener vergüenza de exigir perdón quiénes habían firmado el despido directo o indirecto de 5.000 trabajadores de la Enseñanza Pública, habían dividido a los trabajadores y habían regalado a la Consellera de Educación la fama de ser una persona “dialogante” después de haber masacrado a la Escuela Pública!
Era lo máximo que este que escribe podía soportar. Tras muchas cosas que criticar, tras muchas bajadas de pantalones del sindicato CCOO, tras muchos gestos que asqueaban (como la invitación a Rosell, como la actitud antimovilizadora durante muchas ocasiones) y, a pesar de ello, haber sido leal y haber defendido al sindicato en todas las movilizaciones convocadas, el vaso de agua había rebosado totalmente. Permanecer dentro del sindicato, después de esa puñalada a la clase trabajadora era incomprensible. ¿Democrático? ¡Pero qué democracia, si al final tres representantes habían firmado una cosa teniendo en contra a sus mismos afiliados!
Por esa razón, muchas razones anteriores, y a pesar del respeto que me merece muchísima gente de dentro del sindicato (e incluso parte de la dirigencia de mi comarca), la decisión estaba más que meditada: CCOO no podía seguir siendo mi sindicato después de esa puñalada a traición. Después de vender a 5.000 trabajadores y compañeros míos de la Escuela Pública. Después de haberse negado a respaldar una huelga más que necesaria y actuar como un sindicato amarillo a favor de la patronal (en este caso la Consellería d’Educació) y en contra de los trabajadores, a pesar de la diferente postura de la comarca Alacantí-Les Marines, que si dió respaldo activo aunque no oficial a la protesta, a pesar de lo que marcaban los líderes en Valencia.
Este escrito no pretende ser solo el relato de lo sucedido en País Valencià (puesto que ya había sucedido algo similar en Castilla La Mancha), sino también una advertencia a otros compañeros docentes interinos de otras CC.AA. para estar alerta: para impedir que sean teledirigidos al matadero de una firma que supone su muerte laboral (la de todos, por mucho que ahora algunos crean estar salvados). Para impedir que miles de trabajadores tengan que soportar el amargo trago que supone que un sindicato que en el pasado fue ejemplo de lucha, dignidad, coherencia y resistencia, se convierte en el fiel amigo del PP y de sus políticas a cambio de no se sabe muy bien que, convirtiéndose, por ende, en un enemigo de los trabajadores a los que dice representar y a los que deja a los pies de los caballos.
Agresion es lo firmado el 3 de abril. Agresión es mandar a 5.000 trabajadores al paro. Agresión son las risas de los delegados sindicales de la FE CCOO PV Xelo Valls, Miguel A. Vera y Paco Rodriguez, mientras los trabajadores derramaban lágrimas por un despido inminente. Agresión es estar vendido por cuatro liberados. Agresión hubiera sido, como comentaba a este que escribe un minero de León afiliado a CCOO, que de haber firmado un similar acuerdo para el sector minero “esos desgraciados no hubieran caminado dos metros sin recibir una soberana paliza y ser enviados al hospital” (palabras textuales).
Agresión es traicionar a quienes hemos defendido a CCOO. A quienes pensamos que el sindicalismo es necesario, pero un sindicalismo de verdad, honesto y de confrontación, de lucha, con conciencia de clase obrera; y no un sindicalismo de firma, de foto, de venta a pedazos a la clase trabajadora, de traiciones y puñaladas y de considerar positivo recibir migajas. Porque los trabajadores exigieron no firmar ese acuerdo, pues era la misma Consellería la que había roto el anterior acuerdo y, en todo caso, solo firmar en caso de salvar a todos los trabajadores o intentar hacerlo vía judicial, visto el precedente canario de 2010 o vía movilización, visto el precedente andaluz de 2010.
Todo este proceso ha servido, o al menos a muchos, nos ha servido para entender los porqués del fracaso de las movilizaciones del pasado año. Para entender la incomprensible actuación de unas cúpulas burocráticas alejadas de los trabajadores. Para llevarse un último y definitivo golpe con aquellas siglas sindicales en las que muchos creyeron en los años 60 y 70 pero a las cuales la dirigencia sindical ha convertido en un pozo de mediocridad, mentalidad burguesa y desmovilización constante. A pesar de la gran cantidad de gente decente de base e incluso activamente dentro de CCOO, pero cuya labor es ocultada y pisoteada por las cúpulas que obedecen más a sus intereses que a los de los trabajadores y trabajadoras.
Como todo lo malo hay algo bueno: También ha servido para comprobar la dignidad de muchos trabajadores, para ver claramente la existencia de personas que luchan por sus derechos, para compartir experiencias con compañeros a los que se puede llamar Compañeros con mayúsculas. Compañeros con los que he coincidido como Sergio, Agustin, Ana, M Angels, Jose, Lucia, Ana, Robert, Encarna, Nelo, Sònia, Marc, Candi, Rosi, Ester, Gloria, Cristina, Alvaro, Maria José, Francesc, Ximo, Claudia, Maylin, Maria y muchísimos más.
La lucha ha sido y seguirá siendo el único camino. Si el acuerdo este es una basura, de no haber plantado cara, sería mucho peor, eso no debe cabernos duda alguna (y quien crea lo contrario puede ver el acuerdo decretado en Madrid).
Tras muchos meses siendo casi una voz en el desierto, indicando la necesidad de una fuerte movilización entre el colectivo de docentes pero, especialmente, dentro de este, del colectivo de interinos, tras meses de apatía en los que los miembros de la Coordinadora de Professorat Interí, entre los que me encuentro, avisábamos no solo de los miles de despidos producidos ya en los años 2011 y 2012 (exigiendo la readmisión de los trabajadores de la Educación Pública despedidos), sino, al mismo tiempo, de los planes de Consellería de Educaciónpara con los interinos y, tras advertir que, lo que se estaba aprobando y decretando en Madrid no tardaría en llegar al País Valenciano, nos encontramos con la nueva invención de la Consellería de Educación: la rebaremación de las bolsas de interinos, lo que conllevaría el despido casi inmediato de más de 7.000 docentes.
A raíz de la medida y de las justificaciones de la medida, se inició un proceso de movilización en el que los trabajadores o una parte de ellos, principalmente en la provincia de Alicante, reclamábamos una respuesta contundente a la contundente agresión de la Consellería de Educación.
Este proceso llegó a su climax cuando, tras una serie de concentraciones bastante numerosas en todo el País Valenciano, fueron convocadas Asambleas de profesorado interino, con amplia asistencia y participación. Una de ellas, y la que arrastró al resto fue la Asamblea del IES Cavanilles. En dicha asamblea, donde, como de costumbre, había debates de todo tipo, varios compañeros, entre los que me encuentro, y a pesar de voces que pedían huelgas simbólicas (de horas, de hambre, etc) propusimos abiertamente la elevación de la propuesta de una huelga indefinida durante los días laborables, totalmente superadora de las huelgas de un día o de horas…. que son refugio de aquellos que desmovilizan o se abstienen de mojarse, pues como todos conocemos, una huelga de un día en el sector educativo es y tiene una repercusión mínima.
A pesar de los intentos de quienes son dados a “dirigir” las asambleas, la Asamblea votó: HUELGA INDEFINIDA DÍAS LABORABLES por una aplastante mayoría, como se muestra en la foto superior. Los argumentos eran suficientemente convincentes: tenía que hacerse antes de decretarse o acordarse la muerte de interinos, tenía que hacerse con energía. Era una llamada a todos los sindicatos a calentar el ambiente de huelga y a mostrar el apoyo a esa huelga, nacida de la voluntad de los trabajadores interinos de la Enseñanza Pública valenciana.
Muy al pesar de muchos, y a pesar de que en Alicante el bloque de sindicatos de clase o de izquierdas parecía dispuesto a aprobar dicha convocatoria, nos encontramos con que, finalmente, tomado el mismo acuerdo en Valencia y Castelló, la Asamblea de docentes y la Coordinadora de Professorat Interí solo íbamos a tener el apoyo de un sindicato, el STEPV, frente al resto. Sindicato que, a pesar de no ser mi sindicato ni el de muchos de los docentes interinos que recibieron la agresión de la Consellería, dió, por las razones que fueran, un apoyo sincero y leal en todo momento, respaldando abiertamente el posicionamiento de las asambleas y de la Coordinadora.
Muchos no comprendíamos las razones que llevaban a Comisiones Obreras y la Federación de Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT) a no apoyar a sus trabajadores, máxime cuando ambas organizaciones estaban presentes en las Asambleas y, concretamente, en el caso de CCOO, la asamblea interna de Alicante hablaba, en una parte importante, de dar apoyo a la huelga.
Tras seis días de huelga indefinida durante los días laborales, y a la espera de que pasaba con el Acuerdo o Decreto, fuimos compenetrando muchos compañeros. Sirvió para ver como un importante sector de docentes se mojaba y se lanzaba a defender a muerte sus derechos, dando un fuerte respaldo a la huelga, sobre todo en los primeros días. Ello hizo que muchos nos conociéramos, compartiéramos experiencias y generaramos espacios de debate en los cuales podíamos compartir nuestras impresiones, dudas, certezas e incertidumbres.
A pesar de la campaña vía red de los sindicatos contrarios a la huelga y a pesar de la actitud de la Consellería, el seguimiento de la huelga fue importante, teniendo en cuenta en parte el aburguesamiento del sector docentes desde hacía años y a pesar de tener todos los alicientes para que fuera un fracaso: Contaba solo con el apoyo del STEPV y la Coordinadora de Professorat Interí (en adelante, CPI), contexto de grave situación económica, importancia de la hipoteca en muchos hogares, la existencia de interinos que se daban (y siguen pensando) por salvados, etc. Con todos esos datos, conseguir porcentajes de respaldo a la huelga que oscilaban entre el 30,5% del quinto día de huelga y el 60% del primero, da muestra del respaldo (y del cabreo) existente.
Justo el último día de huelga, tuvimos la información de la fecha en la que se decretaría sería el día 3 y decidimos que íbamos a convocar desde la noche hasta la hora de la firma. Los trabajadores respondieron: sabíamos que ANPE y CSIF firmarían a favor, porque su labor no es ayudar a la estabilidad del colectivo docente, sino embaucarle y venderle cursillitos. Pero muchos de nosotros nos indignábamos y sorprendíamos de los argumentos que esgrimían los representantes de CCOO: firmar y aceptar el acuerdo con Consellería para echar a un 65% y salvar a unos pocos. Temores que se confirmarían el día de la firma.
Ese día muchos compañeros fueron a Valencia a la Consellería d’Educació a reclamar contra los miles de despidos, el enchufismo facilitado y opaco, la división total en los trabajadores, creando dos clases de interinos para dividir a los trabajadores.
A la salida, se supo que el Acuerdo de Interinos de la Comunidad Valenciana recogía alguna mejoras, pero mantenía el despido de 5.000 docentes. Ese día (yo no pude estar) muchas personas rompieron a llorar de frustración y de rabia: habían luchado, habían peleado como nadie y sin embargo, les acababan de destruir su futuro laboral tanto dentro como fuera de la Enseñanza Pública. Y esa impotencia, esa desesperación y esa angustia pasó a ser ira con aquellos que habían apuñadado a los trabajadores, e incluso, a sus mismos afiliados que, curiosamente, además del ANPE y CSIF, eran CCOO y UGT. Tal era la ira de los trabajadores y trabajadoras, algunos con lágrimas en los ojos, que no dudaron primero en exigir explicaciones a sus representantes y, dada la actitud prepotente y fascista de estos (os pongo fotos de las sonrisas que mostraban tras haber firmado el acuerdo) y después organizarles un “Escrache” en toda regla. Era algo sorprendente: Representantes de los trabajadores abucheados por sus trabajadores y protegidos por los mismos policías que abrieron la cabeza a muchos alumnos del Lluis Vives.
Los representantes de FE CCOO y FETE-UGT no dudaron, a pesar de su actitud chulesca, la protección policial que gozaban y la contención de los trabajadores a los que habían acabado de vender en bandeja de plata frente a la Consellería de Educación (del PP, para más señas) de montar un numerito de victimismo hablando de agresiones y exigiendo perdón a la Coordinadora y a los trabajadores concentrados allí.
Como merecían, los vendeobreros no recibieron la disculpa, sino un buen rapapolvo en forma de comunicado de la Coordinadora. ¡Había que tener vergüenza de exigir perdón quiénes habían firmado el despido directo o indirecto de 5.000 trabajadores de la Enseñanza Pública, habían dividido a los trabajadores y habían regalado a la Consellera de Educación la fama de ser una persona “dialogante” después de haber masacrado a la Escuela Pública!
Era lo máximo que este que escribe podía soportar. Tras muchas cosas que criticar, tras muchas bajadas de pantalones del sindicato CCOO, tras muchos gestos que asqueaban (como la invitación a Rosell, como la actitud antimovilizadora durante muchas ocasiones) y, a pesar de ello, haber sido leal y haber defendido al sindicato en todas las movilizaciones convocadas, el vaso de agua había rebosado totalmente. Permanecer dentro del sindicato, después de esa puñalada a la clase trabajadora era incomprensible. ¿Democrático? ¡Pero qué democracia, si al final tres representantes habían firmado una cosa teniendo en contra a sus mismos afiliados!
Por esa razón, muchas razones anteriores, y a pesar del respeto que me merece muchísima gente de dentro del sindicato (e incluso parte de la dirigencia de mi comarca), la decisión estaba más que meditada: CCOO no podía seguir siendo mi sindicato después de esa puñalada a traición. Después de vender a 5.000 trabajadores y compañeros míos de la Escuela Pública. Después de haberse negado a respaldar una huelga más que necesaria y actuar como un sindicato amarillo a favor de la patronal (en este caso la Consellería d’Educació) y en contra de los trabajadores, a pesar de la diferente postura de la comarca Alacantí-Les Marines, que si dió respaldo activo aunque no oficial a la protesta, a pesar de lo que marcaban los líderes en Valencia.
Este escrito no pretende ser solo el relato de lo sucedido en País Valencià (puesto que ya había sucedido algo similar en Castilla La Mancha), sino también una advertencia a otros compañeros docentes interinos de otras CC.AA. para estar alerta: para impedir que sean teledirigidos al matadero de una firma que supone su muerte laboral (la de todos, por mucho que ahora algunos crean estar salvados). Para impedir que miles de trabajadores tengan que soportar el amargo trago que supone que un sindicato que en el pasado fue ejemplo de lucha, dignidad, coherencia y resistencia, se convierte en el fiel amigo del PP y de sus políticas a cambio de no se sabe muy bien que, convirtiéndose, por ende, en un enemigo de los trabajadores a los que dice representar y a los que deja a los pies de los caballos.
Agresion es lo firmado el 3 de abril. Agresión es mandar a 5.000 trabajadores al paro. Agresión son las risas de los delegados sindicales de la FE CCOO PV Xelo Valls, Miguel A. Vera y Paco Rodriguez, mientras los trabajadores derramaban lágrimas por un despido inminente. Agresión es estar vendido por cuatro liberados. Agresión hubiera sido, como comentaba a este que escribe un minero de León afiliado a CCOO, que de haber firmado un similar acuerdo para el sector minero “esos desgraciados no hubieran caminado dos metros sin recibir una soberana paliza y ser enviados al hospital” (palabras textuales).
Agresión es traicionar a quienes hemos defendido a CCOO. A quienes pensamos que el sindicalismo es necesario, pero un sindicalismo de verdad, honesto y de confrontación, de lucha, con conciencia de clase obrera; y no un sindicalismo de firma, de foto, de venta a pedazos a la clase trabajadora, de traiciones y puñaladas y de considerar positivo recibir migajas. Porque los trabajadores exigieron no firmar ese acuerdo, pues era la misma Consellería la que había roto el anterior acuerdo y, en todo caso, solo firmar en caso de salvar a todos los trabajadores o intentar hacerlo vía judicial, visto el precedente canario de 2010 o vía movilización, visto el precedente andaluz de 2010.
Todo este proceso ha servido, o al menos a muchos, nos ha servido para entender los porqués del fracaso de las movilizaciones del pasado año. Para entender la incomprensible actuación de unas cúpulas burocráticas alejadas de los trabajadores. Para llevarse un último y definitivo golpe con aquellas siglas sindicales en las que muchos creyeron en los años 60 y 70 pero a las cuales la dirigencia sindical ha convertido en un pozo de mediocridad, mentalidad burguesa y desmovilización constante. A pesar de la gran cantidad de gente decente de base e incluso activamente dentro de CCOO, pero cuya labor es ocultada y pisoteada por las cúpulas que obedecen más a sus intereses que a los de los trabajadores y trabajadoras.
Como todo lo malo hay algo bueno: También ha servido para comprobar la dignidad de muchos trabajadores, para ver claramente la existencia de personas que luchan por sus derechos, para compartir experiencias con compañeros a los que se puede llamar Compañeros con mayúsculas. Compañeros con los que he coincidido como Sergio, Agustin, Ana, M Angels, Jose, Lucia, Ana, Robert, Encarna, Nelo, Sònia, Marc, Candi, Rosi, Ester, Gloria, Cristina, Alvaro, Maria José, Francesc, Ximo, Claudia, Maylin, Maria y muchísimos más.
La lucha ha sido y seguirá siendo el único camino. Si el acuerdo este es una basura, de no haber plantado cara, sería mucho peor, eso no debe cabernos duda alguna (y quien crea lo contrario puede ver el acuerdo decretado en Madrid).
29 jun 2012
Segunda Carta Abierta a los Mineros: de un profesor ahora desempleado.
Estimado/a compañero/a:
Hoy redacto esta segunda carta abierta, consciente de que, esta vez, ya te puedo tratar de tú. Posiblemente nos conocimos en Villablino o en Ciñera, o quizá en Mieres, donde tan bien me trataron tus compañeros y compañeras. Quizá fue en la Marcha, donde me hiciste casi llorar, sin merecerlo. O tal vez solo nos conocemos de la red y de los escritos que he ido subiendo desde este blog. Sea como fuere, tengo de nuevo la necesidad de volverte a escribir y, como en aquella ocasión, volverme a desahogar y a mostrar lo que siento desde dentro.
No podía comenzar sin agradecerte y agradecer a toda tu gente el enorme apoyo moral que este profesor, amigo de sus compañeros, los trabajadores del carbón, está recibiendo por aquel gesto tan inocente. La gratitud tuya y de tus gentes es tan increible para mí, que sigo alucinando cuando recuerdo muchos momentos vividos en tu hermosa tierra leonesa o asturiana, desconocida hasta ese momento para alguien como yo. Sigo sin tener palabras suficientes para daros las GRACIAS.
También quería felicitarte: dice un dicho que "detrás de un gran hombre hay una gran mujer". Eso será en las familias de los señoritos y de los buenos burgueses. En vuestro caso, vuestras mujeres no están detrás de vosotros, sino a vuestro lado. Yo mismo tuve el honor de asistir en Ciñera a una Asamblea de Mujeres, donde decidieron cortar la carretera, ¡¡¡ellas solitas!!!!. Y han cumplido con creces su palabra: tanto ayer como hoy, lo hicieron. Mientras vosotros estáis en los pozos, en los cortes o en la Marcha, ellas demuestran su valor, su fuerza y su compromiso. Mi enhorabuena por contar con mujeres, hermanas, madres y amigas tan valientes y tan dignas como ellas, son el ejemplo de miles de hombres y mujeres de este país que lo están pasando mal.
Como ya me sinceré en su momento, "compañero del alma, compañero" -como dijo Miguel Hernandez- tu lucha nos ha dado fuerzas y esperanzas a miles de compañeros, trabajadores de otros sectores. Tu lucha es la luz que ilumina las tinieblas de este sistema capitalista injusto, donde se desahucia a mujeres y bebés como ayer en Oviedo. La luz que alumbra frente a todos aquellos que piensan que, sus problemas, se los resolverán esperando en el sofá. La luz, casi cegadora, que hace despertar del letargo a una sociedad que se creyó el cuento de que formaban parte de una clase media que, a la hora de la verdad, no existe.
Cuando ayer, en el ultimo claustro de mi centro educativo, el IES Jorge Juan de Alicante, supe que muchos supuestos compañeros de profesión no tuvieron ni la más minima consideración para los profesores interinos que, en el día de mañana, iremos a la cola del paro. Cuando en estos últimos meses he tenido que ver como algunos supuestos compañeros "docentes" no han sido capaces de apoyarnos en las reivindicaciones a otros muchos compañeros que no parabamos de protestar y luchar por la defensa de una Educación Pública...Cuando el equipo directivo del IES donde trabajo no tuvo siquiera una leve muestra de solidaridad con los despedidos, solo pude acordarme de vosotros, para que se me pasase el mal trago y volver a tener una sonrisa.
Acordarme de vuestra solidaridad, de vuestra determinación, de vuestra capacidad de lucha. De la camaradería que existe, de la unión a muerte entre todos los que, de una forma o de otra, vivís y convivís con la mina y la minería. En mi caso, esa solidaridad y esa camaradería solo la puedo ver en un sector concienciado y combativo de mis compañeros docentes. Ese es el principal motivo de frustración. Que somos solo unos cuantos, en lugar de todos. A pesar de todo el esfuerzo que hemos puesto y que, en mi caso, me ha llegado a costar insomnio, noches sin pegar ojo, cambios de humor y estado de ansiedad contínuo, porque me hervía la sangre por dentro de ver tanto conformismo y tanto docente "contento de que le tiren a la calle". ¡Hay que ser imbécil!
Por ello, la mejor terapia para todo ello ha sido ver como luchábais y ver como lo hacíais sin descanso ni desfallecimiento. Y el mejor regalo ha sido estar allí, entre vosotros, como uno más, como si fuera un mineru de corazón y un profesor de vocación. Compartiendo todo vuestro arrojo, vuestra fuerza, vuestras ideas claras y contundentes. Y comprobar in situ que la lucha y la dignidad empiezan por M. Por M de minero.
Tengo ya el cese en mi mano, la carta de despido que abre para mi un futuro incierto. Pero junto a ella, tengo el firme convencimiento de que hay que seguir peleando, cueste lo que cueste y pase lo que pase. Porque así me lo enseñaron. Ya lo hizo mi bisabuelo en el 36, y pagó con su vida por ello. Mi abuelo y mi madre durante la Dictadura y la mal llamada Transición. Y ahora me toca hacerlo a mi, en esta dictadura disfrazada de democracia, como lo he venido haciendo sin descanso, ya fuera por la Educación, por la Minería, por los derechos de los discapacitados, yendo a parar un desahucio de una madre con tres hijos o escribiendo. Porque como me dijo alguien ayer, "SIN LUCHA, NO HAY VICTORIA"
Y si en algún momento he tenido ganas de tirar la toalla o he desfallecido, gracias a ti, compañero, y a todos los tuyos, he vuelto a recargar energías. He vuelto a crecerme, a creer en personas y trabajadores como tú, libres, que no se arrugan, que ni se compran ni se venden, que tienen claro que nadie nos regaló nada y que todo costó sacrificio conseguirlo y sacrificio nos costará mantenterlo.
Por eso también te quiero dar ánimos. Te quiero animar desde estas líneas. Darte y mandarte devuelta toda la fuerza y energía que tú y los tuyos me habéis dado. Demostrarte con mis palabras, sinceras y humildes, de un compañero más, que allende tus tierras, somos muchos los que estamos con vosotros, que os vamos a apoyar y os vamos a acompañar en Madrid, y en la Marcha de la Dignidad que estáis realizando, porque sois el orgullo de la clase trabajadora de este país y la vanguardia más avanzada. Lo más digno y decente. Nuestra genuina Selección.
Por eso te pido, compañero minero, que cuando las fuerzas flaqueen, cuando el cansancio haga mella, cuando la oscuridad del pozo se haga pesada, cuando los largos dias de huelga pesen, recuerdes esta carta. Y, sobre todo, recuerdes esa máxima con la que a mi me animó una vecina de Ciñera ayer cuando estaba decaido.
"Sin lucha, no hay victoria"
Un fuerte abrazo solidario y obrero de este profesor, ahora desempleado, llamado Julián Jiménez.
Nos vemos en la Marcha Negra.
Hoy redacto esta segunda carta abierta, consciente de que, esta vez, ya te puedo tratar de tú. Posiblemente nos conocimos en Villablino o en Ciñera, o quizá en Mieres, donde tan bien me trataron tus compañeros y compañeras. Quizá fue en la Marcha, donde me hiciste casi llorar, sin merecerlo. O tal vez solo nos conocemos de la red y de los escritos que he ido subiendo desde este blog. Sea como fuere, tengo de nuevo la necesidad de volverte a escribir y, como en aquella ocasión, volverme a desahogar y a mostrar lo que siento desde dentro.
No podía comenzar sin agradecerte y agradecer a toda tu gente el enorme apoyo moral que este profesor, amigo de sus compañeros, los trabajadores del carbón, está recibiendo por aquel gesto tan inocente. La gratitud tuya y de tus gentes es tan increible para mí, que sigo alucinando cuando recuerdo muchos momentos vividos en tu hermosa tierra leonesa o asturiana, desconocida hasta ese momento para alguien como yo. Sigo sin tener palabras suficientes para daros las GRACIAS.
También quería felicitarte: dice un dicho que "detrás de un gran hombre hay una gran mujer". Eso será en las familias de los señoritos y de los buenos burgueses. En vuestro caso, vuestras mujeres no están detrás de vosotros, sino a vuestro lado. Yo mismo tuve el honor de asistir en Ciñera a una Asamblea de Mujeres, donde decidieron cortar la carretera, ¡¡¡ellas solitas!!!!. Y han cumplido con creces su palabra: tanto ayer como hoy, lo hicieron. Mientras vosotros estáis en los pozos, en los cortes o en la Marcha, ellas demuestran su valor, su fuerza y su compromiso. Mi enhorabuena por contar con mujeres, hermanas, madres y amigas tan valientes y tan dignas como ellas, son el ejemplo de miles de hombres y mujeres de este país que lo están pasando mal.
Como ya me sinceré en su momento, "compañero del alma, compañero" -como dijo Miguel Hernandez- tu lucha nos ha dado fuerzas y esperanzas a miles de compañeros, trabajadores de otros sectores. Tu lucha es la luz que ilumina las tinieblas de este sistema capitalista injusto, donde se desahucia a mujeres y bebés como ayer en Oviedo. La luz que alumbra frente a todos aquellos que piensan que, sus problemas, se los resolverán esperando en el sofá. La luz, casi cegadora, que hace despertar del letargo a una sociedad que se creyó el cuento de que formaban parte de una clase media que, a la hora de la verdad, no existe.
Cuando ayer, en el ultimo claustro de mi centro educativo, el IES Jorge Juan de Alicante, supe que muchos supuestos compañeros de profesión no tuvieron ni la más minima consideración para los profesores interinos que, en el día de mañana, iremos a la cola del paro. Cuando en estos últimos meses he tenido que ver como algunos supuestos compañeros "docentes" no han sido capaces de apoyarnos en las reivindicaciones a otros muchos compañeros que no parabamos de protestar y luchar por la defensa de una Educación Pública...Cuando el equipo directivo del IES donde trabajo no tuvo siquiera una leve muestra de solidaridad con los despedidos, solo pude acordarme de vosotros, para que se me pasase el mal trago y volver a tener una sonrisa.
Acordarme de vuestra solidaridad, de vuestra determinación, de vuestra capacidad de lucha. De la camaradería que existe, de la unión a muerte entre todos los que, de una forma o de otra, vivís y convivís con la mina y la minería. En mi caso, esa solidaridad y esa camaradería solo la puedo ver en un sector concienciado y combativo de mis compañeros docentes. Ese es el principal motivo de frustración. Que somos solo unos cuantos, en lugar de todos. A pesar de todo el esfuerzo que hemos puesto y que, en mi caso, me ha llegado a costar insomnio, noches sin pegar ojo, cambios de humor y estado de ansiedad contínuo, porque me hervía la sangre por dentro de ver tanto conformismo y tanto docente "contento de que le tiren a la calle". ¡Hay que ser imbécil!
Por ello, la mejor terapia para todo ello ha sido ver como luchábais y ver como lo hacíais sin descanso ni desfallecimiento. Y el mejor regalo ha sido estar allí, entre vosotros, como uno más, como si fuera un mineru de corazón y un profesor de vocación. Compartiendo todo vuestro arrojo, vuestra fuerza, vuestras ideas claras y contundentes. Y comprobar in situ que la lucha y la dignidad empiezan por M. Por M de minero.
Tengo ya el cese en mi mano, la carta de despido que abre para mi un futuro incierto. Pero junto a ella, tengo el firme convencimiento de que hay que seguir peleando, cueste lo que cueste y pase lo que pase. Porque así me lo enseñaron. Ya lo hizo mi bisabuelo en el 36, y pagó con su vida por ello. Mi abuelo y mi madre durante la Dictadura y la mal llamada Transición. Y ahora me toca hacerlo a mi, en esta dictadura disfrazada de democracia, como lo he venido haciendo sin descanso, ya fuera por la Educación, por la Minería, por los derechos de los discapacitados, yendo a parar un desahucio de una madre con tres hijos o escribiendo. Porque como me dijo alguien ayer, "SIN LUCHA, NO HAY VICTORIA"
Y si en algún momento he tenido ganas de tirar la toalla o he desfallecido, gracias a ti, compañero, y a todos los tuyos, he vuelto a recargar energías. He vuelto a crecerme, a creer en personas y trabajadores como tú, libres, que no se arrugan, que ni se compran ni se venden, que tienen claro que nadie nos regaló nada y que todo costó sacrificio conseguirlo y sacrificio nos costará mantenterlo.
Por eso también te quiero dar ánimos. Te quiero animar desde estas líneas. Darte y mandarte devuelta toda la fuerza y energía que tú y los tuyos me habéis dado. Demostrarte con mis palabras, sinceras y humildes, de un compañero más, que allende tus tierras, somos muchos los que estamos con vosotros, que os vamos a apoyar y os vamos a acompañar en Madrid, y en la Marcha de la Dignidad que estáis realizando, porque sois el orgullo de la clase trabajadora de este país y la vanguardia más avanzada. Lo más digno y decente. Nuestra genuina Selección.
Por eso te pido, compañero minero, que cuando las fuerzas flaqueen, cuando el cansancio haga mella, cuando la oscuridad del pozo se haga pesada, cuando los largos dias de huelga pesen, recuerdes esta carta. Y, sobre todo, recuerdes esa máxima con la que a mi me animó una vecina de Ciñera ayer cuando estaba decaido.
"Sin lucha, no hay victoria"
Un fuerte abrazo solidario y obrero de este profesor, ahora desempleado, llamado Julián Jiménez.
Nos vemos en la Marcha Negra.
20 abr 2012
Reflexiones de un profesor cabreado.
En la vida, muchas veces nos habrá pasado, sentir rabia por ser el pepito grillo que adivinaba lo que iba a venir y no tener la suficiente capacidad para hacérselo ver a los demás. Eso es lo que siento y comparto con todos vosotros y vosotras desde estas líneas, mientras me tomo un amargo y agrio café como siempre cuando uso esta bitácora para reflejar mi pensamiento sobre la situación que me rodea.
Corría el mes de febrero y entonces, ante el Decreto de Recortes promulgado por la Generalitat, era de las pocas voces que demandaba acciones contundentes. La petición de una huelga indefinida o semiindefinida, no solo para parar el Decreto ya aprobado en enero, sino para parar la ola de recortes que vendría una vez pasadas las elecciones andaluzas.
En aquella carta, muy difundida en el sector docente y en aquellos que conocen que defender la educación es no solo defender a los trabajadores del sector, sino a sus hijos y la igualdad social. Muchos fueron quienes me felicitaron y quienes asumieron mis tesis como acertadas. No obstante, aún seguíamos siendo un sector minoritario.
Corría el mes de febrero y entonces, ante el Decreto de Recortes promulgado por la Generalitat, era de las pocas voces que demandaba acciones contundentes. La petición de una huelga indefinida o semiindefinida, no solo para parar el Decreto ya aprobado en enero, sino para parar la ola de recortes que vendría una vez pasadas las elecciones andaluzas.
En aquella carta, muy difundida en el sector docente y en aquellos que conocen que defender la educación es no solo defender a los trabajadores del sector, sino a sus hijos y la igualdad social. Muchos fueron quienes me felicitaron y quienes asumieron mis tesis como acertadas. No obstante, aún seguíamos siendo un sector minoritario.
Ahora no hace falta valorar el escrito. El tiempo me ha acabado dando, muy a mi pesar, la razón sobre lo que yo sostenía. No solo en lo que concernía al mantenimiento de los recortes y a la debilidad de la movilización dentro del sector docente debido a la falta de contacto con la realidad o el aburguesamiento de muchos “profes”. Sino en lo concerniente a las posibles medidas de ajuste draconiano al estilo griego que iban a venir y que ya están aquí.
Con las medidas que se aprobarán mañana en el Consejo de Ministros, la ratio aumentará a 40 alumnos en Secundaria y 30-33 en primaria. Además, las horas mínimas de clase docente (recordemos que no es lo mismo horas de clase que horas de trabajo lectivo) serán 20, sin especificar cuáles serán las máximas. Lo que deja la puerta abierta a muchas más de las que prevén los sindicatos docentes.
Todas estas medidas tienen un resultado irrefutable: El despido inmediato de 90.000 a 100.000 personas en toda España dentro de la Enseñanza Pública. Pero, casualmente, los números no salen, dado que la cifra a día de hoy de docentes interinos (de 2011) era de 70.867. Ello solo puede significar que habrá 30.000 (que pueden ser más en tanto que cada comunidad puede adoptar medidas más duras) funcionarios docentes que se verán de alguna manera semidespedidos (cobrando sueldo base, es decir, cobrando una media de 781,23 a 878,12 euros al mes netos dependiendo de la CC.AA en la que se encuentren) o directamente despedidos en caso de que el Gobierno decida aprobar alguna ley que lo permita.
Ante este negro panorama, aún hay elementos dentro de la docencia que se muestran totalmente tranquilos y ajenos a la protesta, bien por ser directamente mamporreros oficiales del partido en el gobierno, bien por una mentalidad burguesa, creyéndose intocables, o directamente tontos útiles que existen hasta en las mejores casas.
Ante este negro panorama, aún hay elementos dentro de la docencia que se muestran totalmente tranquilos y ajenos a la protesta, bien por ser directamente mamporreros oficiales del partido en el gobierno, bien por una mentalidad burguesa, creyéndose intocables, o directamente tontos útiles que existen hasta en las mejores casas.
En el caso de País Valenciano es también ampliamente criticable el papel de los sindicatos, quedando totalmente atrasados, debido a que su “culmen” movilizador es un Referéndum contra el Decreto de Enero. ¿Cómo? Como lo comentamos. Mientras el Gobierno pone la 5 marcha, los sindicatos aún están con el Decreto de enero que prácticamente es un juego de niñas en un patio de colegio ante el “Superdecreto Wert”.
Ante esto, la única arma debe ser una huelga prolongada en la enseñanza, movilizada, activa y combativa. Y para ello es necesario que los sindicatos se dejen ya de tonterías, de mamandurrias, de vaguedades y de peticiones de pacto. ¿Qué pacto? ¿Pero no sois conscientes aun que la hora del pacto ha muerto? ¿Aún pretendéis trabajar como si estuvierais en 2007? El único camino contra esos recortes es la lucha, prolongada en el tiempo, y el papel de los sindicatos, clave. Si los sindicatos juegan a ser unos apagafuegos de Consellería, lo único que van a conseguir es firmar su propia sentencia de muerte. ¡Que estamos en 2012! ¡Que a quienes tenéis enfrente van a por todas sin titubeos ni medias tintas! Esto es ya una lucha sin cuartel, a muerte, por defender el último muro que queda por derribar después del tsunami capitalista que asola el Estado Español.
Si los sindicatos actuales del sector de la Enseñanza (fundamentalmente UGT, CCOO e Intersindical) priorizan el llegar a acuerdos con los sindicatos corporativos frente a ponerse al frente de una movilización que implique huelgas, serán ellos mismos quienes se dispararán un tiro en el pie. Porque no pasará mucho tiempo para que, sindicatos más combativos, más acercados al clima social que se pudre a marchas forzadas, ocupen el lugar que dejan los oportunistas. Y quien escribe esto es un afiliado a Comisiones Obreras que reclama, abiertamente, a su sindicato, dejarse de medias tintas.
El único camino es una huelga que comience a mediados de mayo, que paralice, en concordancia con asociaciones de alumnos y aquellos padres que quieran sumarse, el sector. Porque ya no hablamos de sueldos, ¡no nos vengan con la milonga de la defensa de los sueldos! Lo que estamos defendiendo son 100.000 puestos de trabajo que, al perderse, hundirán a la Enseñanza Pública en un gueto para aquellos que no pueden costearse la Escuela Privada o Concertada.
El único camino es una huelga que comience a mediados de mayo, que paralice, en concordancia con asociaciones de alumnos y aquellos padres que quieran sumarse, el sector. Porque ya no hablamos de sueldos, ¡no nos vengan con la milonga de la defensa de los sueldos! Lo que estamos defendiendo son 100.000 puestos de trabajo que, al perderse, hundirán a la Enseñanza Pública en un gueto para aquellos que no pueden costearse la Escuela Privada o Concertada.
Los padres tendrán que entender que es también por su bien porque lo que sufrirán de llevarse a cabo estas medidas será más o menos a una huelga perpetua en la enseñanza pública. El fin de lo que hoy conocemos como Escuela Pública y, por ende, el fin de esa escuela nacida en los años 30 que tenía como objetivo la consecución de la igualdad social.
Y a los profesores que aún no tengan motivos para movilizarse, tendrán irremediablemente que elegir en que bando están. Ya no valen las medias tintas, ni la ambigüedad ni la prudencia. Ya no sirve eso porque toda muestra de flaqueza o todo componente que no suma, resta. Y suma a favor de nuestros enemigos, de esos que teniendo el poder nos quieren poner de patitas en la calle a 100.000 personas, 16.000 en la Comunidad Valenciana.
Podemos ganar y podemos perder. Claro está. Podemos ver que no se cumplen ningunas de las reivindicaciones, podría ser. Pero lo que queda claro es que desmovilizados nadie va a venir a resolver el problema. Ni nos van a devolver graciosamente los derechos que nos han quitado. Eso solo lo pueden creer ilusos o personas que engañan a los demás o se engañan a si mismas.
Quizá el peor cáncer que pueda tener el sector docente para una posible movilización son todos aquellos aburguesados que han creído y se han creído intocables, que esto no van con ellos, que ellos acabarán jubilándose. Esos son los mismos que jamás creyeron que les bajarían el sueldo ni les pondrían a trabajar. Es la mentalidad del que cree que es lo que realmente no es. Un teórico intocable. Pero los hechos borran de un plumazo las ilusiones de los mediocres. A cualquiera le queda claro que los únicos intocables son los que mandan y los banqueros, mientras lo permitamos. Y que un docente de la escuela pública no es sino un estorbo para ellos y sus planes.
La realidad es tozuda y dolorosa, pero solo existe una realidad.
Quizá el peor cáncer que pueda tener el sector docente para una posible movilización son todos aquellos aburguesados que han creído y se han creído intocables, que esto no van con ellos, que ellos acabarán jubilándose. Esos son los mismos que jamás creyeron que les bajarían el sueldo ni les pondrían a trabajar. Es la mentalidad del que cree que es lo que realmente no es. Un teórico intocable. Pero los hechos borran de un plumazo las ilusiones de los mediocres. A cualquiera le queda claro que los únicos intocables son los que mandan y los banqueros, mientras lo permitamos. Y que un docente de la escuela pública no es sino un estorbo para ellos y sus planes.
La realidad es tozuda y dolorosa, pero solo existe una realidad.
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