25 ago 2016
Carta abierta de un twittero en la lista negra de Soros: MARIONETAS DE PAPEL MONEDA
Ir contracorriente y defender opiniones minoritarias, ajenas a aquello que difunden los grandes medios, suele ser complicado: te expone, te señala y te convierte, en cierto modo, en un apestado, cuando no en blanco de insultos o en objeto de mofa por aquellos que, bien no se cuestionan nada por miedo, por cobardía, por ignorancia o porque, de ello, depende su manutención.
Nunca he creído, de forma general, que alguien que opinase distinto a mí lo pudiese hacer por una razón económica. Quizá pecase de ingenuo, pero en muchos casos achacaba a la ignorancia, a una posición ideológica sincera e incluso a la presión social o laboral, que muchas personas se abstuviesen de salirse del redil de lo "políticamente aceptable". Sin embargo, cuando he expuesto mis posiciones y razonamientos en torno a la guerra en Siria o al Golpe de Estado en Ucrania, así como a los problemas de Venezuela, siempre he tenido que soportar, estoicamente unas veces y otras con mal humor, todo tipo de insultos, ofensas, acusaciones de estar "a sueldo" de gobiernos extranjeros y hasta peticiones de ser cesado de mi trabajo de profesor (como si en clase, mientras explico la Prehistoria o comento la Geografía física, pasase a tratar los mismos temas que trato cuando, en mi tiempo libre, opino sobre la actualidad internacional o política).
Desde hace 4 años, he tenido una cuenta en la red social Twitter. La primera cuenta, hoy eliminada, @jjg_7, decidí cerrarla después de que una impresentable de un sindicato de seguridad privada decidiese presentar una denuncia en mi trabajo, basándose en tweets descontextualizados y manipulados, interpretados a gusto, para acusarme, poco menos que de estar defendiendo el terrorismo y "denigrando" a las Fuerzas del Orden. He de decir que en mi trabajo, por suerte, esta denuncia, sin pies ni cabeza, no tuvo el efecto deseado y fue rápidamente enviada a la papelera: No decía la verdad, inventaba cosas dichas por mi, y, además, nada tenía que ver con mi actividad laboral ni mi trabajo, del cual, tanto el Director como la Asociación de Madres y Padres, no tenían más que buenas referencias. Pese a ello, consiguió hacerme pasar un mal rato durante unos días y que decidiese tirar "a la basura" una cuenta con 17.000 seguidores y empezar de cero. Y aun, a día de hoy, aguanto que unos cuantos obsesos de extrema derecha afirmen que me han denunciado y echado del trabajo: Opinar con libertad tiene estas cosas.
Fue, por esa razón, por lo que una cuenta inactiva, con el nombre de @jolch2, y que ahora es @_ju1_ pasó a ser, de nuevo, mi cuenta de Twitter, empezando desde cero en enero de 2015. En esta cuenta, haciendo uso del microbloggin que es Twitter, intento informar y opinar con libertad sobre los más variados temas, aquellos en los que poseo fuentes e información. Muchas veces actualidad internacional, estatal, social, temas de actualidad o temas que no quieren convertir en actualidad. En algunas cosas ha llegado a tener algo de repercusión, cuando gracias a los seguidores se difundió la etiqueta #YemenGenocidioSilenciado, sobre la guerra de Yemen, silenciada por la prensa occidental de una forma que abochorna. Siempre muy crítico con la prensa nacional. Y en el conflicto de Ucrania, tomando partido por los contrarios de Kiev y contrarios al Golpe de Estado del Maidan, que se vendió como una revolución sin serlo. Al tratar este tema, siempre he tenido que aguantar la acusación de estar "a sueldo de Rusia", curiosamente por los mismos que ahora han salido en los papeles cobrando. Ironías de la vida.
En Ucrania, el multimillonario Soros invirtió sus dineros en colaborar con ese Golpe de Estado, no es ninguna novedad. Morrocotuda sorpresa que me llevo cuando se filtra -seguramente puede no sonaros, es "normal"- la #SorosLeaks. Se descubre que varios periodistas, grupos, la Agencia diplomática catalana, entidades, etc. reciben dinero de Soros en España. Que incluso se hacen cursos para enseñar a periodistas en España para saber que decir sobre la UE y Ucrania. Lo más bochornoso de la filtración es una lista "negra" donde 49 twitteros son señalados por sus opiniones supuestamente contrarias a Kiev, acusados de ser "prorrusos" y estigmatizados. Hay varios periodistas, varios informadores. ¡Lo alucinante es que, recordando mi antigua cuenta, yo estoy en esa lista negra! No doy crédito a lo que leo.
Marta Ter, una supuesta investigadora independiente, y Nicolás de Pedro de CIDOB, cobrando un dinero del milllonario Soros, son contratados para elaborar esa lista de "disidentes". Es algo que debería ser noticia, un escándalo: Supuestos analistas que elaboran listas negras para una fundación extranjera con vistas a influir en los debates y tener localizados a los que "se salen del redil". Es una coacción intolerable e inaceptable ¿Con qué intención se hace la lista?¿Se nos quiere impedir que opinemos?¿Vetar de poder hablar en público?¿Señalar? El tufo sectario y coactivo es indudable. ¿Qué interés tiene Soros en lo que opinemos libremente? Y, sobre todo ¿Por qué?
Lo más grave no es esto: No es comprobar que se paga a gente para que elabore listas de disidentes en España por no comulgar con Occidente en el conflicto ucraniano, sirio o yemení. Lo más vergonzoso es el papel de periodistas y la izquierda española. Pese a haber periodistas señalados en la lista, a los que se torpedea profesionalmente (recordemos qué es la "libertad de prensa", sino la libertad de los dueños de los medios), casi ningún periodista ha sido capaz de solidarizarse con sus compañeros y los que somos señalados en esa lista. Muy al contrario, algunos, que llevan años y cobrando por dorar la píldora a Occidente y sus guerras, como cierto personaje, señalado en la lista "blanca" como afín a Occidente, le quita hierro al asunto e incluso ridiculiza a quienes estamos en la lista.
Qué decir de la prensa española... Ni EL PAIS, ni Público, pero tampoco Diagonal o LaMarea (prensa alternativa, supuestamente) informan de la lista de Soros. Ni tan siquiera aquellos medios que en el informe se señalaban como "posibles aliados" de la Fundación sorosiana: EL PAIS, El Periódico de Cataluña, La Directa o El Diario. En el caso de El Diario es aun más sangrante, porque siendo su subdirector miembro de la Fundación Open Society de Soros (un hijo de un ex alcalde del PSOE en Sevilla al que el 15M convirtió en un indignado y portavoz del 15M), ni siquiera se ha molestado en desmentir o en informar. Llegas a preguntarte ¿A estos también les pagan para que guarden silencio?¿Tan podrido y corrompido está el periodismo español?¿Tan poca cosa les parece que se señale a periodistas y ciudadanos por opinar de forma distinta al patrón establecido -y comprado- en Occidente?
Pero es que tampoco ha dicho casi ni mu la izquierda española, y eso que gente como Javier Parra, nada menos que Secretario General del PCE en País Valenciano, aparece en la lista. Podemos, cuyos diputados salen en el listado como "potenciales colaboradores" junto a gente de Ciudadanos, UPYD y PSOE, han guardado un sepulcral silencio. Y en el caso de Izquierda Unida, salvo un comunicado del PCE y una denuncia de Javier Couso, ni Garzón ni los dirigentes del partido se han pronunciado. Y no, no está todo el mundo de vacaciones y desconectado. Que un tweet o un comunicado de solidaridad no cuesta meses emitirlo, dejemos la hipocresía y la condescendencia. Y es una pena.
Si para algo ha servido esto es para demostrar como quienes presumían de independencia, estaban pringados. Como los que presumen de ser medios libres y "Periodismo, a pesar de todo", son más de lo mismo. Como van cayendo caretas de algunos que se las daban de ser muy liberales, tolerantes y demócratas. Porque no hay cosa más dictatorial, persecutoria y antidemocrática, que señalar con el dedo acusador a los que no bailan el agua a la mayoría y pretender perjudicarles.
Ha servido para arrancar algunas máscaras, para ver la docilidad de algunos, que se las daban de alternativos y que, ahora, se entiende su postura tan sumisa en determinados conflictos. Pero, creo, que también ha servido para reforzar a quienes tenemos una opinión disidente. Nuestro trabajo no es tan insignificante, aunque nos lo parezca -y me lo sigue pareciendo- pues, de lo contrario, Soros y sus "chicos de los recados" no pondrían sus ojos en lo que decimos y hacemos. Y, por mucho que les duela, por mucho que nos señalen, por mucho que nos acusen, algunos estamos decididos a contar nuestro punto de vista, sin dejarnos chantajear por las presiones, las coacciones y el complejo de rebaño.
Bien podría gastarse el señor Soros su dinero, ganado a costa del sudor de otros como buen capitalista, a financiar a otras marionetas, dispuestas a vender su alma y hasta su dignidad por cuatro cochinos euros. Porque estás le van a servir de poco. Ni nos callarán ni nos amedrentarán. Al menos, el que escribe estas líneas, tratará de seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora: Ser libre pase lo que pase, alguien que defiende las ideas en las que cree, que las plasma, que toma partido, que denuncia la manipulación cuando se produce o que da voz, como buenamente puede, a aquellos conflictos silenciados y olvidados como Ucrania o como Yemen. Defender y dar voz a los sin voz que son bombardeados diariamente desde hace 500 días por Arabia Saudí y borrados de los focos por la caterva del periodismo servil y dócil, merece la pena. Le guste o no le guste al criminal de Soros y a sus marionetas de papel moneda.
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