16 jul 2012

Escrito de Nega (LCDM): La Policía no es tu amiga.

Suelo ser poco amigo de citar o de usar el trabajo de otros, pero en este caso voy a transcribir el artículo, escrito por el cantante Nega, del grupo "Los Chikos del Maíz" porque es de esas veces en que quieres escribir sobre algún tema y al leer dices: "No quito ni una coma, es justo lo que yo quería decir".

A ver si algún iluso aprende y no se deja engañar por revoluciones de colores ni mascaradas organizadas por gente igualita que Rajoy.

Ahí lo dejo. Por cierto, a esta hora a los mineros esa misma POLICIA les está reprimiendo en la Robla. Según me comunican hay inhibidores de frecuencia y tienen la Asamblea de trabajadores rodeada por un fuerte dispositivo policial.

Aquí el enlace. http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/24898-la-polic%C3%ADa-no-es-tu-amiga.html

Y aquí el texto de Nega (LCDM) transcrito.

Decía Balzac que «los Gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna». Eterna parece la ingenuidad y la candidez de algunas personas en las últimas veinticuatro otras. En verdadero estado de histeria colectiva o enajenación mental transitoria trataban de agarrarse a cualquier clavo ardiendo: «mirad un policía sonríe en la foto», eso que es que están de nuestro lado y quieren la revolución o «mirad se han quitado los cascos», está claro, están de nuestra parte. Que disparates de esta índole provengan de la gente normal, esa gente que comenzó a movilizarse a raíz del 15M es hasta cierto punto lógico y de esperar, lo que me inquieta es que gente militante, gente que viene de luchas anteriores, caiga en ese juego y hable en términos de una hipotética revolución de los claveles a la española, obviando claro está, la naturaleza de las fuerzas de seguridad españolas (herederas directas del franquismo político y sociológico), obviando el proceso histórico y en definitiva trazando un análisis de la realidad distorsionado, ingenuo y sobretodo muy peligroso.


La famosa acampadita de funcionarios no es más que una protesta corporativa organizada por un grupo llamado FUE (Funcionarios Unidos de España), un grupo que huele tanto a derecha rancia que tira para atrás, banderas españolas incluidas. La diferencia (para los que no lo entiendan) entre una lucha obrera o social y una lucha corporativa es que las primeras buscan una mejora general y colectiva mientras la segunda, la corporativa, busca únicamente una mejora individual y concreta, la de un grupo de personas muy delimitado. Y eso es lo que ha ocurrido: los que el miércoles reprimían a palos a los mineros y disparaban a bocajarro contra mujeres y ancianos o desahuciaban a otra familia a porrazos, se han quedado sin paga extra de navidad y no podrán comprarle la Play 3 a su hijo. Y ahora con más cara que espalda y todo el cinismo del mundo, piden que les apoyemos en su lucha, en su lucha por la paga.


Soy una persona que sabe perdonar y me considero en posesión de una alta categoría moral, la misma que me diferencia de ellos. Pero mi perdón no es un cheque en blanco y por su puesto tiene contrapartidas, que pueden resumirse en que los afiliados del SUP:
  • Denuncien en el Juzgado y en Asuntos Internos a los compañeros que se extralimitan en las manifestaciones, esos que disparan a bocajarro (y no hacia el suelo como indica la ley) contra menores, mujeres y ancianos.
  • Denuncien también a los superiores que avalan sistemáticamente el incumplimiento de la ley que supone la no identificación en manifestaciones. 
  • Denuncien a los compañeros que falsean los atestados y las pruebas, para justificar las detenciones indiscriminadas y las agresiones; que dejen de mirar para otro lado. 
Sólo entonces me plantearé que son compañeros y que estamos en la misma lucha, pero yo, a diferencia de parte de la izquierda sofisticada, no creo en cuentos de hadas y estoy seguro que esto no va a ocurrir. Lo que sí sé, es que los mismos descerebrados que anoche se quitaban el casco por orden directa de la inefable Cristina Cifuentes, mañana se lo pondrán para reprimir salvajemente a mineros, a estudiantes o a trabajadores en huelga. 

Tenemos una policía que bate el récord de denuncias en el contexto europeo por parte de organizaciones como Human Rights o Amnistía Internacional, esa misma policía que asesinó a Íñigo Cabacas, esa misma policía de tintes definitivamente psicópatas que apaleó a los alumnos del Lluís Vives en Valencia y nos llamó «el enemigo», esa misma policía que confraterniza con las manifestaciones nazis o de extrema derecha (en las que nunca hay detenciones o disturbios y sí apretones de manos), esa misma policía a la que le vemos llaveros con el águila franquista o que decora sus lecheras con banderas de España y cruces célticas nazis, esa misma policía que golpea a periodistas para impedir que informen de los excesos, esa misma policía que sistemáticamente incumple la ley al no identificarse en manifestaciones, esa misma policía que, asumiendo el discurso de la extrema derecha, habla de los manifestantes de izquierdas en términos de «guarros», esa misma policía que tortura en comisaría a jóvenes independentistas o rebeldes y en los CIE’s directamente asesina a inmigrantes sin papeles. 

En definitiva, esa policía española (incluidas la ertzaintza y los mossos de esquadra) profundamente política. Es un hecho probado y constatado mil veces que nuestras fuerzas de seguridad del estado son profundamente políticas, en infinidad de ocasiones han manifestado sus posiciones. Lo que algunos ingenuos no aciertan a ver es que su posición dentro del eje político se encuentra muy a la derecha, por eso ayer se quitaron los cascos y con los mineros disparaban escopetazos echando espuma por la boca.

La lectura es peligrosísima: uno podría pensar que reprimen porque sencillamente no tienen margen de maniobra y se dedican a obedecer órdenes de los de arriba, porque es su trabajo, porque es su obligación y no pueden cuestionarse nada. Pero que anoche se quitaran los cascos para no reprimir a los suyos no es ningún halo de esperanza que indique que se van a unir al pueblo como preconizan algunos ingenuos sino todo lo contrario: pone de manifiesto que están dispuestos a incumplir la ley si tienen que defender sus posiciones, unas posiciones que ha quedado demostrado a lo largo de esta espiral de movilizaciones, se encuentran muy a la derecha del espectro político. Y eso es terrible y motivo de preocupación.


Pero es el drama de la izquierda transformadora, al carecer de proyecto político se agarran a un clavo ardiendo, aunque ese clavo queme y huela a podrido: huele a maniobra de la extrema derecha para hacerse con el poder y frenar la ola de movilizaciones, huele a UPyD y huele a República de Weimar. Tan mal huele que hasta los militares han dado un puñetazo sobre la mesa, y esos mismos ingenuos que vuelven a obviar el pasado antidemocrático de nuestras fuerzas armadas, saludan ese puñetazo sobre la mesa creyendo que son de los nuestros y no haciendo un análisis preciso de la realidad: los militares en este país no se van a movilizar en aras del pueblo sino en aras de cortar de raíz esta ola de movilizaciones que amenaza el estatus quo dominante. 

Esos que ven sonreír a un policía y hablan de "crisis del régimen" siempre fueron muy ingenuos, buenas personas y por ello ingenuas en extremo. Son los mismo que abrazaron el 15M sin concesiones ni perspectiva crítica, son los mismos que enarbolan la bandera del pragmatismo extremo e inmovilista que nos dice «molaría otra cosa pero es lo que hay» tantas veces escuchado en La Tuerka, son los mismos que se creyeron el cuento de la revolución en Libia, son los mismos que ven en el 15m posibilidades rupturistas con el régimen, y un largo etcétera. Los mismos que tanto ansían el cambio que ven una manifestación y se ciegan sin plantearse quién la convoca o cuales son sus objetivos. En tiempos de bonanza económica, la mayoría de las manifestaciones son de izquierdas; en tiempo de crisis aguda y de legitimidad del régimen, las manifestaciones pueden albergar monstruos. 

Lo que verdaderamente me inquieta es que, tras la irrupción de los mineros, parecía que la espiral de movilizaciones se había radicalizado, parecía que mover y levantar las manitas y regalar flores a la policía había envejecido de golpe, parecía que la gente se posicionaba y empezaba a cuestionarse que violencia no es tirar una piedra sino rescatar bancos con dinero público mientras se ahoga a las clases populares, etc. Y justo en ese preciso momento, las tesis más descalsadas del 15M (la policía también es el pueblo, deben unirse, son trabajadores como tú, etc) vuelven a emerger de golpe y con una fuerza arrolladora en tan solo veinticuatro horas únicamente cuando un puñado de policías municipales se manifiestan porque les quitan la paga y los antidisturbios se niegan a apalear a sus compañeros. El que tenga ojos en la cara, que mire, el que no puede seguir haciéndose pajas mentales.

Y que no cuenten conmigo, yo siempre estaré con los que estuve el miércoles en la marcha minera: trabajadores, estudiantes, mineros, precarios, funcionarios solidarios, profesores, yayoflautas... nunca con el brazo armado del capitalismo.

A.C.A.B.

Nega (LCDM)

8 comentarios:

  1. Es tan radical como los radicales a los que critica.
    Ya que hablan tanto de conciencia histórica que se remonten unos añitos más atrás de Franco, que era un hijo de la grandísima puta que quede claro, y lleguen hasta cómo se siembra el odio y se recoge lo que se recoge. Lo siento pero este tipo de alegatos y los comentarios que los defienden, ver web citada, son tan violentos como las porras de los policias a los que critican. Veríamos lo que hacía esta gente con una porra en la mano. Mismos perros, distintos collares. No me convence en absoluto. Y de ingenua lo mismo que vosotros de alucinados.

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    1. ¿A antes de Franco te refieres a cuando la legión reprimió a los mineros cortándoles la cabeza y metiendoles sus propias pollas en la boca? ¿O te refieres a las miserables condiciones de semiesclavitud en las que vivían los campesinos y trabajadores de toda España mientras la burguesía y los curas comían a tres carrillos? Porque si lo que estás diciendo es que las fuerzas progresistas y obreras que trajeron la República (y que resistieron heroicamente el bienio negro) fueron las culpables del golpe de Estado que trajo a Franco, o bien eres una ignorante o bien eres una fascista. Dado que afirmas que Franco era un hijo de la grandísima puta, intuyo que hablas sin tener ni puta idea y por eso te parece violencia la que emplearon los obreros de la época y no ves violencia ninguna en mantener a la población en la miseria perpetua, y responderles con palos, torturas y balazos cuando tratan de luchar por sus derechos. Parece que no te des cuenta de que los que tienen todo el queso se ponen extremadamente violentos cuando los desgraciados de la tierra tratan de arañar más allá de la corteza. Así que ingenua no sé si serás. Ignorante eres un rato.

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  2. Lo de la policía es un tema espinoso, Julian. Ellos obedecen órdenes del gobierno y el gobierno, no lo olvidemos, surge de la voluntad popular. A mí también me gustaría que en la sociedad española existiera un mínimo de conciencia de clase y que en lugar de 17 millones de votantes del PP y el PSOE hubiera 17 millones de anticapitalistas, pero la sociedad española es la que es. Por otra parte, como apunta Nega, mejor que obedezcan las órdenes del gobierno: si a esta peña le da por rebelarse, en dos días tenemos de presidente a un fascista de calibre mayor.

    Otro tema es que es una cosa es obedecer órdenes y otra cosa muy distinta es obedecerlas con ensañamiento, sadismo y violencia desproporcionada. Eso es inadmisible en cualquier democracia y, dado que no son sancionados y expulsados por los mandos policiales y los responsables políticos ni la repulsa moral de sus compañeros, quienes recibimos sus palos lo último que deberíamos hacer es reirles las gracias ni confraternizar con ellos. Los antidisturbios no merecen otra cosa que desprecio. A lo mejor soy yo el raro, pero con gente que llama "trabajo" a apalear, gasear y disparar contra manifestantes desarmados me niego a cruzar palabra.

    Para mí lo más triste de hoy ha sido ver la rápida difusión que ha tenido la fotografía de las UIP quitándose el casco durante la manifestación de ayer, bajo el lema "Algo está cambiando" (tan cambiando que luego disolvieron la mani y hubo detenidos, así de cambiando). La foto ha corrido como la pólvora en páginas del 15M y simpatizantes de dicho movimiento. La verdad es que sobre el 15M ya no sé qué pensar. Para mí gente que denigra a los sindicatos -última línea de defensa de los trabajadores-, pero aplaude y confraterniza con la policía, o bien está aquejada de una ignorancia servil, o bien lo que persigue es un fascismo sin tapujos (leyendo comentarios de mimbres como la muchacha que firma más arriba como Perri (meison) me inclino más por lo primero, lo cual me da un poco de mísera esperanza: la ignorancia sé que tiene cura, el fascismo ya no estoy tan seguro.)

    Un saludo, compañero.

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  3. 1.
    Lo de ignorante, lo puedo aceptar, sin servilismos por favor, me queda mucho por aprender de todo y al contrario que muchos listos que campan a sus anchas en todos los ámbitos de la sociedad, yo de partida admito mi ignorancia supina en casi todos los temas.
    Lo de fascista, ¡lo de fascista me ha provocado estupor!. Ahora bien, como he aprendido, que muchas veces no se trata de que no te entiendan sino de que una no se explica, me voy a intentar explicar otra vez. Mas claro.
    Lo de que yo piense que el pueblo fue el culpable de que Franco gobernase este país lo has dicho tú, porque mi opinión y creencia a ese respecto no puede ser más contraria. O bien, como digo, no me he sabido explicar. Si hubiese vivido en el 36 yo hubiese sido igual que soy hoy, ROJA. Nieta de pastor y de camarero (mis abuelas se dedicaban a partirse el pecho, una de ellas a parir 9 hijos) sé muy bien, mejor que tú seguro, lo que es la pobreza. Mi madre y mis tías solo han trabajado sirviendo. En mi pueblo llamaban a la puerta por la noche y se llevaban a la gente a dar el paseíllo. Alguno de los que lo hacían o lo mandaban, aun vive, no es policía, ni guardia civil, es médico. Así que no se de donde te has sacado que yo roce el fascismo o cuando menos esté en contra de aquellos que decidieron luchar hasta la muerte por su dignidad.
    De lo que yo hablo, ya que tanto sabes, es de lo que aquello trajo consigo. Y sin remontarme a la República. Hablaba de la guerra y de la posguerra. De la guerra Civil. Hablaba del odio. Y no solo del odio entre bandos, sino del odio entre los que estaban en el mismo bando. Pero creo que no supe explicarme si la conclusión es que o soy fascista o ignorante.
    Y todo esto lo decía porque yo creo que no deberíamos descalificar a los que pensamos el domingo, que si la policía se quitaba sus cascos era un gesto digno de alabar. Quizá haya otros que no se lo quieran quitar JAMÁS y que prefieran seguir dando golpes sin más y descargar así su furia personal, pero resulta que algunos policías, al menos los que salieron el domingo, no estaban demostrando eso. Y no les voy a criticar por ello. No olvido los golpes que han dado otras veces, pero eso no significa que sea incapaz de ver otros gestos contrarios y cercanos a los que todos esperamos que tengan las fuerzas del orden. Prefiero eso a volver a sembrar odios.
    Hablaba de que Nega solo considera las manifestaciones de los mineros como las legítimas. ¡Y se dice a sí mismo tolerante?. O sea que aquí o estás con los mineros o directamente no estás. O sea que los funcionarios que salieron el domingo, policías incluidos, no están legitimados a manifestarse simplemente porque lo han hecho cuando les han tocado ya mucho sus derechos, por no decir cojones. Es que no lo comprendo. Y que quede claro que yo no tengo nada en contra de los mineros, que les admiro y que les aplaudo. Pero si nos ponemos tan estupendos como Nega habrá que admitir que ellos, los mineros, también salieron a manifestarse cuando se les tocó lo suyo, la subvención a la minería. Se manifestaban por esto, no?. No por el deterioro de la educación, no por la subida de la luz, no por el copago sanitario, no por la reforma laboral, no por las mentiras del gobierno, no por los privilegios de la banca…Y como a esto Nega contesta que ellos invitaban a unirse a quién quisiera yo le digo que en el resto de las manifestaciones también se invita a todo el quiera a que se una. Que no son manifestaciones excluyentes. Que yo apoyo a los mineros, pero que yo no he oído a los mineros manifestarse cuando salimos los profesores a hacerlo. Y que en la manifestación de profesores, por poner un ejemplo, no se tenía vetada la entrada nadie. Ni siquiera a esos grupúsculos de críos de CNT que también aparecieron buscando la misma violencia y los mismos enfrentamientos que algunos antidisturbios; rotos para descosidos. Pero me da la sensación de por ideas personales, Nega, sería el que se negaría a asistir una manifestación junto a la policía.

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  4. 2.
    Hablaba de que no estoy en absoluto de acuerdo con la afirmación de que los policías, hoy, son reminiscencias del franquismo. Al cantante este, Nega, no le gustará la policía porque no le gustará la autoridad, ninguna. Así de simple. Porque hay gente que por su actitud de vida odia a la policía, y punto (luego muchos se meten a municipales o nacionales). Pero ver en ello reminiscencias fascistas o franquistas me parece pasarse 300 pueblos. Los policías de hoy son en su gran mayoría personas que están ahí porque no sabían qué hacer, muchos de ellos gente que odia(ba) la autoridad. Porque pasaban de estudiar más y porque querían tener dinero ya!! Algunos les gusta su oficio, pero me temo que muchos lo han aprendido desarrollándolo. Así entra una gran cantidad de gente a la policía. Y luego, esas actitudes desbordadas que tienen en las manifestaciones, en algunas, esa chulería, esa prepotencia, esa violencia desmedida, tiene mucho mas que ver con su educación, que con Franco. Sobre todo porque ninguno de los que dan palos ha conocido a Franco, así que en caso de dar los palos en su nombre, sigue siendo un problema de educación. Pero no de que en las academias de policías o guardias les inculquen ideas fascistas o franquistas.
    He leído tu post REFLEXIONES DE UN MICRORELATISTA EN PARO: VIOLENCIA POLICIAL y estoy de acuerdo con lo que dices.
    Pero no estoy a favor de lo que dice Nega. Lo siento, pero sigo diciendo lo mismo. Si os parece que personas que apoyamos el 15M, que estamos hartas de todo, que no soportamos los palos que la policía ha metido en las últimas manifestaciones, no sólo de los mineros que han sido los últimos, somos ingenuos o ignorantes porque queremos ver que hay posibilidad de luchar todos juntos, porque queremos ver que la policía quizá también esta cansada de seguir órdenes que no les gustan, porque están hartos de que les mermen derechos y le impongan labores que no les agradan del todo, porque queremos ver que no están de acuerdo con la actitud de sus compañeros o responsables políticos, pues llamadnos lo que queráis. Pero yo creo que, sin dejar de denunciar nunca los abusos, vengan de donde vengan, lo que menos nos hace falta es volver a sembrar odios, separarnos y pensar que existen los buenos y los malos. Existe gente buena y mala, en todas partes. Seguiré siendo ingenua. Lo que no soy es ni fascista (en ninguno de sus 2 extremos) ni muchacha, que ya soy mayorcita. Tengo conciencia de clase y no me gusta el capitalismo tal y como nos lo están vendiendo ahora mismo. No me gusta que me roben y me insulten en mi cara. Pero vaya, resulta que tanto el gobierno (los contrarios) como aquellos que ideológicamente se acercan a mi, me consideran al mismo tiempo imbécil, terrorista, fascista, ignorante y encima me dicen que me jodan. Madre mía, mucho batiburrillo ideológico veo yo aquí (y pocas ganas de llegar a entendernos). No se…será mi ignorancia que es infinita.

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    1. 3.

      Qué árido pensar. Qué largo. Qué aburrido. Mejor elaboramos un argumento mágico y nos aferramos a él hasta que, por la fuerza del deseo, se haga realidad.
      A ver si nos vamos enterando: el que los antidisturbios se quiten los cascos responde a una orden de la Delegada de Gobierno. Tiene el mismo valor que cuando les dan palos a los manifestantes: obediencia debida. No está originado en la solidaridad ni en un puto gesto de amor espontáneo para con los manifestantes. No se están poniendo de vuestra parte. El que se decida bajar la tensión entre policías de servicio y policías de manifestación, no obedece más que a lo incómodo que resultaría para cualquier poder un choque entre sus propios perros del orden. Además es bastante ilustrativo sobre la naturaleza de la policía y su solidaridad de clase: advirtieron a sus compañeros de que debían desalojar ya que si no tendrían que cargar, motivo por el que les pedían, por favor, que se marcharan. El simple acto por parte de los mismos que apalean niños y ancianos sin mediar palabra, debería resultar suficiente demostración de su mentalidad, de su uso interesado de la violencia contra unos más que contra otros (mira tú, como los fascistas) y del apoyo que tenemos por su parte, pero de eso, al parecer, preferís no tenérselo en cuenta.
      Por eso, menos que fotos sólo aptas para imbéciles, el Nega pide hechos: antes de manifestarse junto a ellos, quiere que dejen de comentarse como animales y perros a sueldo del poder y se conviertan, cuanto menos, en demócratas (jo, tía, qué radical el Nega).
      Para cualquier demócrata, y no digamos ya para alguien que se dice de izquierdas, debería resultar repugnante hacerles el juego a este tipo de individuos. Para colectivos más que oportunistas sin dos dedos de frente debe ser de lo más deseable aglutinarlos para su causa, pero comprende que, desde la izquierda, produzca una mezcla de ganas de vomitar y pánico ver al 15M manifestarse junto al sindicato más derechista de nuestra muy derechista policía.
      Uno lo entiende. Entiende que no tenéis la menor idea de qué es un sindicato con usos ultraderechistas y aún entiende más: que no tenéis ni idea de lo que es la izquierda y la derecha. Andáis por ahí creyendo que ser de izquierdas es ser enrollado, tolerante y guay, y que ser de derechas es tener ideas conservadoras y vestir polo Lacoste. No comprendéis que ser de derechas es una concepción económica basada en la propiedad privada de los medios de producción, la acumulación de capital y la explotación de las clases altas sobre las clases trabajadoras (asentada, fundamentalmente, en la violencia ejercida a través de ejércitos y policía). Como no comprendéis que ser de izquierdas es una concepción económica basada en el reparto de los recursos, la propiedad de los trabajadores sobre sus medios de trabajo, y el final de la explotación del hombre por el hombre.
      Por eso, prenda, no se te cae la cara de vergüenza al afirmar cosas como que eres ROJA y tienes conciencia de clase y terminar diciendo que no te gusta el capitalismo «tal y como lo están vendiendo ahora mismo». Si supieras lo que es la izquierda —y no digamos ya si tuvieras conciencia de clase—, entenderías que el capitalismo es lo que ha sido siempre: la explotación de la clase propietaria sobre la desposeída, y que lo único que ha cambiado es que —gracias a una relación de fuerzas adversa para el proletariado— el capitalismo empieza a comportarse aquí como lleva comportándose desde sus inicios en casi todo el mundo: robando y saqueando, explotando y exprimiendo a los trabajadores, condenando a la inmensa mayoría de la humanidad al hambre, la explotación, la humillación, la insalubridad, el analfabetismo y la pobreza (esas cosas que el capitalismo de antes, el que a ti te gustaba, hacía con toda Sudamérica, África y Asía, sin que repugnara a tu “conciencia de clase”).

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    2. 4.


      Si supieras lo que es la izquierda, te declararías anticapitalista y antifascista, y encontrarías lamentable manifestarte junto a gente cuyo ideario incluye el ordeno y mando, el racismo, el nacionalismo y el odio de clase más irracionales, la desaparición de las organizaciones políticas y los sindicatos y el gobierno del más fuerte defendido por sus porras. y que, al fin y al cabo, sólo está ahí porque le han rebajado el sueldo y os utiliza como tontos útiles cuando mañana, pasado todo lo más, os va a aporrear una vez y otra porque vuestras ideas y vuestros fines les importan una mierda.
      Que los compares con los mineros sólo sirve para mostrar hasta qué punto la estupidez raya con la maldad. Que los mineros se manifestaban exclusivamente por su sueldo lo dirás tú basándote en lo que repiten tertulianos de todo pelaje. Pero yo recorrí novecientos kilómetros y me tiré dos días sin dormir para manifestarme con ellos, y te puedo asegurar que se manifestaban también por los recortes en la educación y por las mentiras del gobierno, y por el copago y por la reforma laboral, y lo hacían porque, a diferencia de ti, los mineros sí tienen algo que se llama conciencia de clase, algo que consiste en entender que todas esas cosas —junto con el cierre de sus minas— son una ofensiva del capital contra la clase trabajadora. Conciencia de clase que jamás tendrán quienes, actuando a las órdenes del capital, se dedican a apalear, gasear y disparar contra parados y trabajadores, por más comparación que tú y tus idiotas del 15 M queráis establecer sin argumentos, y conciencia de clase es lo que determina que uno vaya a manifestarse junto a los mineros (o los profesores, o los médicos, o los bomberos) y no junto a la policía, los nazis o Emilio Botín.
      La conciencia de clase determina también que cuando tus hermanos salen a defender los intereses de tu clase, vayas a apoyarlos en lugar de apalearlos, gasearlos y dispararles balas de goma. Conciencia de clase es lo que tú no tienes. Conciencia de clase es la que la porra del policía busca aplastar cuando golpea cráneos al azar: algo que no depende de la “bondad” o “maldad” de cada uno, sino de la comprensión de que la realidad pivota sobre algo que se llama lucha de clases (a ti que eres ROJA, te sonará), cuyo desarrollo a lo largo de la Historia ha venido a demostrar que cuando las clases trabajadoras no mandan sobre las propietarias, las propietarias mandan sobre las trabajadoras. Y a poco que esas clases trabajadoras no muestren una voluntad de resistencia férrea, el mandato sin enemigos de las clases propietarias desemboca en la esclavitud (o en la semiesclavitud, que a los proletarios no hay que garantizarles techo y comida como se hacía con los esclavos).

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    3. 5.


      No tienes ni idea de lo que es la izquierda, más allá de valores etéreos basados en cierto tipo de pensamientos humanistas. Por eso opinas que un comunista, un defensor de la dictadura del proletariado, un amigo declarado de régimenes autoritarios hasta el absurdo como fue el soviético, alguien como el Nega, es antiautoritario sin que, de nuevo, se te caiga la cara de vergüenza.
      La izquierda no es buenrollista. La izquierda trata de la hegemonía de la clase trabajadora sobre la clase capitalista. La izquierda no es idealista: la izquierda sabe que la política no se hace desde los argumentos sino desde el poder, y su proyecto pasa por acumular el suficiente como para plantarle cara a la clase dominante. Y esto es así porque por más que se empeñen los cristales de tus gafas de arcoíris —y por más que nos gustaría a mí y hasta al Nega— históricamente viene resultando que quienes retienen el poder no se dejan convencer por argumentos ni por buenas palabras. Es más: contra los argumentos y las buenas palabras envían a sus secuaces, la soldadesca y la policía, que, oh, casualidad, defiende siempre a los propietarios y al status quo.
      A mí también me gustaría, como en la canción, ir a Mallorca por puente en lugar de coger un avión o un barco. Pero resulta que las cosas son como son y que el 15M, en ese infinito vacío histórico y teórico que tu llamarás pensamiento, le está haciendo el juego a la ultraderecha manifestándose con sus secuaces, denigrando a las organizaciones obreras, tragándose y difundiendo bulos como el de los cuatrocientos y pico mil políticos, cayendo en la trampa de quienes aspiran a terminar con los sindicatos y representantes políticos, y que lo que horroriza, lo que realmente horroriza, es que lo hace con toda inocencia, sin conciencia ni de clase ni de nada, creyendo que existe ese puente que va hasta Mallorca donde volverá a encontrar ese capitalismo “bueno” que, al parecer, era la hostia en verso de la democracia y la igualdad.
      Y me despido con unas palabras del Nega: Y que no cuenten conmigo, yo siempre estaré con los que estuve el miércoles en la marcha minera: trabajadores, estudiantes, mineros, precarios, funcionarios solidarios, profesores, yayoflautas... nunca con el brazo armado del capitalismo.
      No porque las comparta, que también, sino porque parece que, mientras tachabas al Nega de radical, se te había pasado por alto leerlas. Lo digo porque como interpretabas que sólo veía legítimo manifestarse junto a los mineros, lo mismo se te habían escapado los otros muchos proletarios que cita antes de llegar al brazo armado del sistema que la izquierda y hasta el 15M dicen combatir, y junto con los que manifestarse no es que sea indeseable, es que además es absurdo.

      P.D. Con esto me despido. Si quieres continuar, te agradecería que te dirigieras a la dirección de correo que figura en mi perfil. Más que nada por no ocupar un blog ajeno con discusiones entre dos. Mis disculpas, Julián. Espero que al menos te haya resultado interesante.

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