Estos días estamos asistiendo al inicio de las movilizaciones del profesorado con motivo de los recortes en la Enseñanza Pública, fundamentalmente en Madrid, Galicia y en Castilla La Mancha (presupongo que cuando pasen las elecciones se realizará con el resto de Comunidades).
Haciendo uso de los instintos más bajos los políticos han vuelto a usar el ventilador. Ya lo avisé cuando se machacó a los controladores y tuve que ver a profesores poniendo a parir a los controladores y alegrándose de que esos "privilegiados" fueran lapidados y machacados por el Gobierno.
Pues bien, ahora nos ha tocado el turno a los profesores. Y ahora, al igual que en aquella ocasión, se está jugando con la mentira que combinada en este país con la envidia da unos resultados excelentes. Desgraciadamente este país es el que tenemos y este es el sitio donde nos ha tocado vivir. La mentalidad de esclavo predomina de forma abrumadora: es decir, la mentalidad de "me da igual cobrar 500 euros, pero seré muy feliz si a mí me dejan el sueldo así pero a mi vecino se lo bajan 100 euros y pasa a cobrar 800".
Se ha dicho que trabajamos 18 horas, que somos unos privilegiados, que vivimos como marajás y que la culpa de todos los problemas en la educación es nuestra. Que tenemos tres meses de vacaciones y que nos quejamos de vicio y no somos capaces de apretarnos el cinturón. Que cobramos unos sueldos astronómicos.
Antes de entrar en detalle haré unas consideraciones. En todo momento hablo de mi experiencia laboral en cuatro centros de secundaria. En todo momento de lo que yo he visto y vivido. En todo momento teniendo claro que como en todos lados hay "manzanas podridas". Que existen, para desgracia de la sociedad, de los padres, alumnos y también de nosotros profesores sin vocación, sin ningún interés por su trabajo, con desgana e incluso con pasotismo. Pero que son una excepción que confirma la regla. Y hablo de cuatro centros en los que he trabajado.
En mi caso particular soy interino. Y lo soy porque desde que aprobé por primera vez con una nota de 7.75 y salvo un intento fallido no he vuelto a tener oportunidad de presentarme por la congelación de las oposiciones a docente. Actualmente estoy desempleado a la espera de ser adjudicado en breves días, aunque comprendo a esos compañeros de Madrid que viéndose a las puertas de la vuelta al trabajo ven como se les envía para siempre al paro por los recortes.
En estos tres años de docencia he sido víctima indirecta de los recortes. Víctima no porque me haya ido al paro ni por la bajada de sueldo. Fui a la huelga por la bajada del 7% del sueldo, y del 30% de las pagas. No me niego a sacrificarme si es necesario. Si supiera que con ese sueldo que a mí se me recortaba iba a mejorar la calidad de la Enseñanza, no hubiera acudido a una huelga inútil. El problema es que se trata de un ataque deliberado a la Enseñanza pública como pilar fundamental del Estado del bienestar y de la igualdad.
En estos tres años he visto como mis clases eran cada vez más numerosas y masificadas. Como cada vez tenía menos recursos para poder atender a todas las necesidades. Como en mi último destino quienes estábamos en el centro escolar nos pelábamos de frío (con las consiguientes bajas de alumnos y docentes) porque no había dinero para calefacción pero cuando acudes a la Sede de Consellería puedes ir en bikini en pleno enero de lo confortable y cálido que resulta el interior del edificio. Como todos los alumnos con problemas eran derivados a la Escuela Pública, masificándola y degradándola, mientras los centros concertados que por ley deben aceptar a este tipo de alumnado se negaban, sin la correspondiente sanción (porque reciben dinero público). Como te las ves y te las deseas para atender a 30 alumnos donde dos no dominan el idioma, uno apenas sabe leer porque viene de Brasil, dos tienen un problema de compresión grave y una tiene síndrome de Asperger. Como te quitas incluso tiempo de tu descanso (similar al de cualquier empleado público o privado) para poder concluir con mediano éxito lo que apenas tienes posibilidad en clase de hacer (sobre todo en el caso de alumnos con problemas graves).
Desgraciadamente, y mal que me pese, todo esto no es del todo visible para el conjunto de la sociedad. Vende más el decir lo "bien que vivimos", lo "privilegiados que somos" y lo "mucho que nos quejamos".
Tras esta larga introducción pasaré a desgranar una por una todas esas mentiras que los políticos, esos impresentables desprestigiados por sus felonías (los del PP y los del PSOE en menor medida, pero todo se andará) han indicado sobre el profesorado.
1º) "Trabajamos 18 horas". Mentira. Mi jornada laboral es de 37 horas y media. 18 son las horas de clase que doy presenciales, horas en las que tienes que pasar una tensión considerable aunque esta profesión sea vocacional, porque algunas situaciones en el aula pueden ser esperpénticas y cada día es diferente al siguiente porque las personas somos diferentes y los adolescentes también. Además de esas 18 horas lectivas, están las horas de guardia de patio, guardia de centro, aula de convivencia (es decir con los alumnos conflictivos o con problemas), elaboración de documentación, atención a padres, biblioteca. A ello las horas de departamento, tutorías o de permanencia en el centro.
Pero es que además de todo ello, tienes otras jornadas extras que no figuran en contrato y que nadie te paga: las Evaluaciones, los claustros y las correcciones. Las Evaluaciones y los claustros se hacen fuera de tu jornada laboral normal y no recibes ninguna compensación por ello, ni hora extra ni nada.
En el caso de las correcciones sucede lo mismo. Libretas, trabajos, exámenes que cada cierto tiempo se tienen que corregir fuera del trabajo. Cuando a un obrero le dan las 16 h ya no se preocupa del trabajo ni se lleva el trabajo a casa pero en el caso del profesor si (y eso nadie lo recuerda). Yo he tenido fines de semana de no poder irme ni a ver un partido de fútbol por tener trabajo que realizar un Domingo. Y eso nadie me lo paga (ni tampoco lo estoy reclamando).
2º) "Somos unos privilegiados". Hombre, según con quien se compare. Pocas profesiones tienen una tasa de enfermos de depresión tan alta como los docentes. ¿No deberíamos estar contentos y felices por lo bien que vivimos? Además pertenecemos al grupo A de la Administración. Mientras un técnico de hacienda cobra unos 3500 euros, un inspector de policía 3200 euros nuestro sueldo siendo la misma categoría profesional es de unos 1700 euros netos tras la bajada del 7% y del 30% de la paga extra. Yo estoy en esta profesión por vocación. Ciertamente puedo sentirme bien comparado con mucha gente (y más en esta crisis donde hay gente que lo está pasando muy mal). Pero en comparación con gente de mi misma escala profesional, el sueldo es mediocre. Si hubiera querido ganar dinero jamás me hubiera metido a docente. Estaría en un banco, en una gran empresa, en un departamento de una empresa.... o me hubiera metido a político profesional y echaría la culpa de la crisis a los profesores, a los controladores, a los parados.... a todos menos a los verdaderos culpables (políticos y banqueros).
3º) "Que somos responsables del deterioro de la Educación". Pues tampoco... yo no hago las leyes educativas, sino que me ciño a ellas. Tampoco soy el que traspasa el dinero de la escuela pública a la concertada. Ni el que cede terrenos públicos para colegios privados. Tampoco es por culpa nuestra que haya institutos donde han cortado hasta la luz y el agua por no pagar. Si tuviera los alumnos que la ley dicta y los recursos que necesito, seguramente otro gallo cantaría, y pese a ello muchos docentes hacemos lo imposible por cumplir nuestra función a pesar de los recortes. Quizá la gente no lo sabe pero yo he llegado a comprar tizas de mi bolsillo o hacer fotocopias de mi bolsillo. E incluso fotocopias que hacía para evitar que familias que están en paro pagasen un dineral en libros de texto que son un auténtico atraco a mano armada.
4º) Los famosos tres meses de vacaciones. En parte culpa nuestra por presumir. No es concretamente así, cuando a los alumnos les dan las vacaciones de verano los docentes salvo los que nos vamos al paro (como en mi caso) seguimos trabajando: reuniones de Claustro, Departamento, preparación del curso siguiente, etc. Las vacaciones se reducen por tanto a mediados de julio hasta septiembre. No son tres meses, es mes y medio, al que añadiendo los periodos cortos vacaciones dan dos meses. No dejan de ser mejores que la media de la población, pero no las exageraciones que se escuchan.
5º) "No somos capaces de admitir sacrificios ahora". Por supuesto que no. Es que los sacrificios de ahora no son de sueldo y de jornada, se tratan del FUNCIONAMIENTO MISMO DE LA ENSEÑANZA. El sueldo ya nos lo bajaron un 7% y aceptamos protestando. Es que ahora se trata de deteriorar la Enseñanza Pública. Esas dos horas más suponen 3000 profesores menos sólo en Madrid. Y ese tiempo NO SE NOS QUITA, pues nuestra jornada sigue siendo de 37,5 horas. Se quita de actividades extraescolares, se quita de atención a alumnos con problemas, se quita de atención a los padres, de recursos necesarios para poder impartir una docencia de calidad.
Esos sacrificios, aparte de a los despedidos interinos no afectarán al sueldo ni a la jornada del docente (afectarán en la carga de trabajo la masificación de los grupos, pero no la subida de horas lectivas). Quienes se verán afectados será en general la sociedad porque se pretende saturar la Escuela Pública. Se pretende colapsar la Enseñanza Pública, a ver si así tenemos excusa para privatizarla y que unos pocos hagan negocio también con esto.
La Enseñanza pública garantiza la igualdad y garantiza el futuro de las nuevas generaciones. Una igualdad que se quiere tirar a la basura. Y por eso muchos decimos NO!
La misma ley que rige la Enseñanza en España lo dice en su preámbulo:
".. UNA BUENA EDUCACION ES LA MAYOR RIQUEZA Y EL PRINCIPAL RECURSO DE UN PAIS Y DE SUS CIUDADANOS" (LOE)
Muy buena entrada. El Partido Popular está acabando con la enseñanza pública allí donde gobierna...
ResponderEliminarSaludos.
http://unpaseomanchego.blogspot.com/2011/09/no-son-dos-horas-mas-es-la-ensenanza.html
El contenido del texto me parece sumamente razonable y digno de compartirse, salvo por un pequeño detalle, que no aporta ningún valor añadido al resto del planteamiento, y que, en muy modesta opinión, lo perjudica enormemente, ya que pone en riesgo la credibilidad de todo el discurso y casi, casi, la autoridad moral de su autor.
ResponderEliminarMe refiero a la referencia comparativa tácita que hace, en el segundo párrafo, de las medidas administrativas de índole laboral que ahora perjudican a los profesores, con las que se aplicaron hace unos cuantos meses, a los "privilegiados" controladores (el entrecomillado irónico es del propio autor) que fueron lapidados y machacados por el Gobierno.
Lo siento, pero no; de ninguna manera. Hay cosas que no son, ni deberían ser nunca, comparables. El colectivo (yo lo calificaría abiertamente de "mafia") de los controladores aéreos llevaba mucho tiempo atrincherado en una posición de poder fáctico y en una actitud de chantaje permanente a la administración, enrocados en unas condiciones laborales y económicas de manifiesto e insultante privilegio que les proporcionaba un antiguo convenio colectivo que nunca debió suscribirse por AENA, cuya vigencia había finalizado hace cuatro o cinco años, y que ellos se negaban sistemáticamente a que se revisara, con la amenaza permanente de que ante la más mínima intención de tocarles un pelo de esos privilegios, unas cuantas decenas de personas eran capaces, por sí solas, de paralizar el tráfico aéreo en España y sumir a todo el país en el más absoluto caos. Como así hicieron, de hecho a primeros de diciembre de 2010, en el puente de la Inmaculada
De ninguna manera. Es más yo lo veo como un claro ejemplo de tirar piedras sobre el tejado del propio colectivo, porque si la opinión pública tuviera que valorar la aparente injusticia que se comete ahora con los sufridos profesores (y lo de sufridos lo digo sin ironía alguna) equiparándola a la aparente injusticia que se cometió con los controladores, mucho me temo que, en lugar de recabar adeptos a la causa, va a acrecentarse la sensación que muchos tienen (falsa e injusta) de que los profesores trabajan poco, ganan mucho y, encima, tienen cuatro meses de vacaciones.
Por cierto, sobre el conflicto de los controladores, al darme cuenta de que muchas informaciones que se publicaban y muchos argumentos que se utilizaban en los debates y las tertulias, estaban fuertemente contaminados con datos sesgados, medias verdades y hasta rotundas falsedades, por razones evidentes de intencionalidad política, procuré documentarme todo lo que pude con información certera, constatada y constatable, de manera que, aunque no creo que sea ahora el momento de retomar aquel debate, estoy a disposición de quien quiera hacerlo.
Un cordial saludo,
Felipe Moreno
El contenido del texto me parece sumamente razonable y digno de compartirse, salvo por un pequeño detalle, que no aporta ningún valor añadido al resto del planteamiento, y que, en muy modesta opinión, lo perjudica enormemente, ya que pone en riesgo la credibilidad de todo el discurso y casi, casi, la autoridad moral de su autor.
ResponderEliminarMe refiero a la referencia comparativa tácita que hace, en el segundo párrafo, de las medidas administrativas de índole laboral que ahora perjudican a los profesores, con las que se aplicaron hace unos cuantos meses, a los "privilegiados" controladores (el entrecomillado irónico es del propio autor) que fueron lapidados y machacados por el Gobierno.
Lo siento, pero no; de ninguna manera. Hay cosas que no son, ni deberían ser nunca, comparables. El colectivo (yo lo calificaría abiertamente de "mafia") de los controladores aéreos llevaba mucho tiempo atrincherado en una posición de poder fáctico y en una actitud de chantaje permanente a la administración, enrocados en unas condiciones laborales y económicas de manifiesto e insultante privilegio que les proporcionaba un antiguo convenio colectivo que nunca debió suscribirse por AENA, cuya vigencia había finalizado hace cuatro o cinco años, y que ellos se negaban sistemáticamente a que se revisara, con la amenaza permanente de que ante la más mínima intención de tocarles un pelo de esos privilegios, unas cuantas decenas de personas eran capaces, por sí solas, de paralizar el tráfico aéreo en España y sumir a todo el país en el más absoluto caos. Como así hicieron, de hecho, a primeros de diciembre de 2010, en el puente de la Inmaculada
De ninguna manera. Es más, yo lo veo como un claro ejemplo de tirar piedras sobre el tejado del propio colectivo, porque si la opinión pública tuviera que valorar la aparente injusticia que se comete ahora con los sufridos profesores (y lo de sufridos lo digo sin ironía alguna) equiparándola a la aparente injusticia que se cometió con los controladores, mucho me temo que, en lugar de recabar adeptos a la causa, va a acrecentarse la sensación que muchos tienen (falsa e injusta) de que los profesores trabajan poco, ganan mucho y, encima, tienen cuatro meses de vacaciones.
Sobre el conflicto de los controladores, al darme cuenta de que muchas informaciones que se publicaban y muchos argumentos que se utilizaban en los debates y las tertulias, estaban fuertemente contaminados con datos sesgados, medias verdades y hasta rotundas falsedades, por razones evidentes de intencionalidad política, procuré documentarme todo lo que pude con información certera, constatada y constatable, de manera que, aunque no creo que sea el lugar ni el momento de retomar aquel debate, estoy a disposición de quien quiera hacerlo.
Saludos cordiales,
Felipe
Espero que el dinero que nos dejen de pagar no sirva para seguir pagando a "sus asesores(amiguetes)", hacer más obras para cobrar las comisiones,para dejar de reducir los pagos en los coles que trabajamos con el dinero que tenían que pagar hacía 9 meses, y pregunto yo. ¿El conseller de educación cuando va inaugura el algo si son horas de trabajo por qué cobra dietas y extras?, y cuando va a inaugurar algo ¿ha dejado de trabajar esas horas?
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