Nos encontramos ante una crisis económica sistémica, unida a una crisis econnómica nacional de carácter inmobiliario. Un escenario, descrito en este blog muchas veces que se puede resumir en un país endeudado hasta el cuello, con una deuda privada y pública excesiva, que tiene un déficit de la balanza de pagos atroz (puesto que exporta poco e importa mucho) y una riqueza que se ha basado en la producción de bienes y servicios de bajo valor añadido.
Recuerdo en mis tiempos de estudiante de Bachiller, allá por 1999, ver como amigos sin estudios o con los estudios básicos conseguían sueldos superiores a las 400.000 pesetas de entonces. En la otra cara de la moneda, conocer a la novia de un amigo, de excelente curriculum, investigadora de biotecnología, que ha tenido que marchar de su patria para poder ser retribuida decentemente. Ahora ella, española de pura cepa, criada aquí, con un curriculum que deslumbra, ha obtenido una beca Marie Curie e investiga para... la República francesa, país que se aprovechará y sacará partido de esta española, porque en su país se le negaba un salario decente -cobraba menos de 1.100 euros al mes-. Esa ha sido la realidad de este país de locos.
Las empresas españolas están entre las que más beneficios acumulan de toda Europa, pero por contra, son mediocres en la inversión en Investigación y Desarrollo. Claro que tienen buen espejo en el que mirarse, España, como estado, apenas invierte el 1.2% en 2009, frente al 1.9% europeo.
La salida de la crisis vendrá con I+D+i o no vendrá. O exportamos calidad o seguiremos teniendo el mismo problema. Y por los antecedentes, no parece que ninguno de los dos grandes partidos se tome en serio el tema: el PP congeló esta partida y aunque el PSOE la aumentó tibiamente, con la crisis ha recortado en este campo, quizá de una forma excesiva.
Pero dentro de esta reflexión, si hay un ámbito donde verdaderamente se realiza una inversión de futuro, que no gasto, es en Educación. Independientemente de que en cierta medida no por gastar más se gasta bien, ya que se pueden aplicar criterios de racionalización del gasto, mediante una gestión austera y responsable en gasto corriente. Pero lo que es vital es la inversión en profesorado, en nuevas tecnologías para la Educación, en infraestructuras educativas, en Formación Profesional, en investigación universitario.
Lo que no es de recibo es que ahora, justo ahora, cuando los matriculados en bachiller suben un 9% en la Comunitat Valenciana y los matriculados en FP un 20%, se recorte en esa inversión. No sólo por la precarización brutal que traerá consigo: 35-40 alumnos por aula, dificultades para atender las Necesidades Educativas Especiales (NEE), empeoramiento de la atención individualizada, precarización de las condiciones de trabajo de los empleados de la enseñanza (bajada salarial de un 7%, recorte de plazas, etc) Sino sobre todo porque da a entender que la salida que se quiere es la de mano de obra sin cualificación. Y si esa es la salida que quiere la casta politica española, el PP y en parte el PSOE, apaga y vámonos. Porque sin cualificación, la única posibilidad será, debido al exceso de mano de obra deflacionar salarios directa o indirectamente. Bien mediante un alto desempleo o bien mediante sueldos submileuristas.
No podemos salir de una crisis así, con mano de obra barata y falta de formación. Que deben optimizarse recursos, si, pero también es cierto el excesivo buen trato de la enseñanza concertada frente a la Escuela Pública desde antes de la crisis por el Gobierno popular autonómico. Si encima para colmo, tenemos una deuda pública atroz, con casi un 15% del PIB de la Comunidad Valenciana, la situación no deja de ser alarmante. Ahora falta que los que mandan y pueden mandar se dediquen a hacer las cosas como toca y no a "salto de mata". De no ser así, la factura que habrá que pagar será un lastre para las futuras generaciones. Y eso es algo que no podemos permitirnos, si queremos tener un país decente y preparado para salir de esta recesión.
No podemos salir de una crisis así, con mano de obra barata y falta de formación. Que deben optimizarse recursos, si, pero también es cierto el excesivo buen trato de la enseñanza concertada frente a la Escuela Pública desde antes de la crisis por el Gobierno popular autonómico. Si encima para colmo, tenemos una deuda pública atroz, con casi un 15% del PIB de la Comunidad Valenciana, la situación no deja de ser alarmante. Ahora falta que los que mandan y pueden mandar se dediquen a hacer las cosas como toca y no a "salto de mata". De no ser así, la factura que habrá que pagar será un lastre para las futuras generaciones. Y eso es algo que no podemos permitirnos, si queremos tener un país decente y preparado para salir de esta recesión.
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