30 ago 2011
Reforma constitucional, trampas, referendums y la muerte de la Socialdemocracia
Con una alevosía y una nocturnidad que da escalofrios y demuestra que los políticos de los partidos mayoritarios (PSOE y PP) tienen nulo respeto al pueblo, se ha aprobado una reforma de la constitución en pleno agosto y de forma exprés. Sin informar a la ciudadanía, sin dejar que esta opine, sin dejar que exista un debate público. Nada, absolutamente nada.
Para hacer un poco de pedagogía y explicación, la supuesta reforma que aprobará el Congreso el viernes salvo que algún diputado socialista sea decente y recuerde a sus votantes es la muerte para siempre y por ley del Estado del Bienestar. Y por ende, la muerte para siempre de la socialdemocracia, con el voto favorable de esta que por mandato de Zapatero se suicida para siempre. Empiezo a pensar que este señor es un topo de la derecha, o por lo menos lo parece.
Con esta reforma, la ley de leyes impone que ninguna administración pública pueda superar un 0,4% de déficit. Y que el porcentaje de deuda pública sea inferior al 60% del PIB. Esos dos supuestos solo se han cumplido en los últimos 30 años en dos ocasiones. De 2004 a 2007.
Uno de los argumentos usados por los defensores de esta medida es que de esta manera los políticos dejarán de malgastar el dinero como hacen en muchas autonomías y ayuntamientos. Y pretenden convencernos que es del malgasto político y de la existencia de las autonomía de donde viene el enorme déficit financiero de la Administración Pública. Y de paso de unos servicios que "no podemos permitirnos".
El déficit español viene de dos lugares principalmente: de la reducción de la presión fiscal a las rentas altas y de los rescates a la banca. Aunque parezca mentira, el gasto social por cabeza durante los últimos 20 años no ha aumentado. Ha aumentado el gasto total, pero no el gasto social por persona. Siendo así, ¿que es lo que ha sucedido? A nivel general que los impuestos a las grandes fortunas se han bajado pero, por contra de lo que vendían los liberales, no ha subido la recaudación. Si en 1995 el tipo máximo de IRPF estaba en el 54%, en 2008 había pasado al 41%. De esta forma se mantuvieron y mejoraron ingresos no por una mayor recaudación generada por creación de riqueza sino por los excesos de una burbuja inmobiliaria que no tardaría en estallar.
Esa burbuja estalló: y se rescató a la banca directamente (FAAF y FROB) o indirectamente (Plan E para constructoras que a su vez pagaban a los bancos). Se pasó de una deuda pública del 35% del PIB al 62% del PIB. Y de un superávit del 2,1% a un déficit del 11,1% en sólo tres años.
Precisamente es en época de crisis cuando el Estado tiene que suplir el papel de la libre empresa para contener la hemorragia del desempleo y la pobreza, de la parálisis económica. Pues bien, con esta reforma se cierra esta puerta para siempre, lo que implica que en caso de que, como muchos analistas señalan, se produzca un nuevo terremoto financiero, desde ahora, por ley, no podrá ser endeudándose como el estado podrá tomar medidas. De esa forma solo habrá dos opciones: Recaudar más o gastar menos. Y ambas opciones correrán a cargo de los trabajadores públicos y privados, las clases medias, jóvenes y pensionistas.
La política social, en ese caso, no sólo no podrá mantenerse sino que al final acabará desapareciendo: Las CCAA que tienen las competencias en Educación y Sanidad tendrán por ley que restringir en estos capítulos para cuadrar sus cuentas. Al más mínimo indicio de crisis, saltará por los aires. Y aún en el supuesto de que esta terminase, el margen para poder ampliarse seria totalmente nulo.
Además se especifica en el punto 3 de la reforma "Los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública de las Administraciones se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su pago gozará de prioridad absoluta": es decir, entre pagar y construir un hospital o conceder una ayuda social de emergencia, prima el pago de la deuda. Por cumplimiento constitucional. En román paladino: primero los bancos, y luego las personas.
De esta forma, con esta reforma se termina, por ley, jurídicamente hablando, con aquello que se llamó el "Estado del Bienestar". O dicho de otro modo, es plasmar en la carta magna, por ley, los principios del Neoliberalismo más radical. Y esto se hace, curiosamente, con el voto a favor del PP (que es el ganador en esto) y con el de un partido que se llama Socialista y Obrero, nombres que repugna ver en sus siglas desde este mismo momento con más motivo.
Es decir, si el PSOE volviera al Gobierno dentro de 10 o de 20 o de 40 años... solo podría cambiarlo si el PP sacase menos de 1/3 de los escaños (es decir, 106 escaños). De esta forma, el PSOE ha cometido su enterramiento político para siempre. Ahora en las elecciones ya no se elige socialdemocracia edulcorada o neoliberalismo ramplón. Ahora se elegirá neoliberalismo edulcorado o neoliberalismo puro. Es el triunfo de este, con el voto de 160 y algo suicidas. Ellos sabrán.
De esta forma, solo existen dos alternativas, desgraciadamente. Seguir en el sistema o romperlo en mil pedazos. Y pronto muchos nos daremos cuenta de esta cruenta realidad.
Por ello muchos partidos minoritarios como IU, ERC, BNG, Bildu e incluso conservadores pero regionalistas (ya que esta reforma también estrangula el Estado Autonómico) como CiU o el PNV; los sindicatos UGT y CCOO, USO, STEs; así como el 15M, ya sea como 15M o como Democracia Real Ya se han opuesto frontalmente a la reforma. Han adivinado el machetazo que se da al Estado del Bienestar y paradójicamente son los que pueden salvar al PSOE de morir para siempre, a pesar de la voluntad de este de suicidarse entre sonrisas.
Pero quizá el modo (dada la precipitación del pacto PSOE-PP) les ha hecho reclamar algo precipitadamente: bien por ingenuidad o por exceso de confianza. Y es un referéndum. En este punto yo tengo mis dudas. Cierto que sería la opción más democrática, puesto que el PP y el PSOE no llevaban en sus programas electorales nada de esto. Cierto que seria la opción más respetuosa con el pueblo, permitiendo a este que pudiera expresarse de algún modo.
Y es ahí donde tengo mis dudas. Puesto que en caso de referéndum, lo más probable es que saliera un SI y acabase reforzando más aún la postura de la alianza ZP-Rajoy. Explicaré con detalle porque digo esto:
1) La reforma se hace en un momento en el que la gente no tiene apenas información. Y en caso de hacerse ese referendum el 20N, teniendo en cuenta que en la campaña electoral se hablara mucho de programas y se saturará a la gente con programas electorales y promesas para después incumplir, apenas tendrá la gente y la ciudadanía información sobre lo que se ha reformado.
2) Al celebrarse en el contexto de unas elecciones generales, la participación será más alta. Debido a ello y dada la fidelidad de voto, seguramente muchos de los votantes acríticos del PSOE y del PP votarán SI, en concordancia con lo que sus partidos les han planteado. Votantes fieles de ambos partidos pueden ser unos 10 millones entre ambos.
3) Dentro de quienes defienden su negativa a la reforma existen una parte importante que no votarían en ese referéndum, bien por ser abstencionistas por principio o simplemente por convicción anarquista.
4) Los medios de Comunicación de masas tomarán fundamentalmente partido por el SI dado que la gran mayoría defienden a los grandes partidos. Lo cual es un amplificador de la postura del SI y que se puede defender con argumentos demagógicos que calan en la gente: con la reforma se acabarán los gastos estúpidos de los políticos o con la reforma mejorará la economía. Son dos argumentos que se pueden usar para convencer a la gente, que, no olvidemos, en una parte importante, carecen de excesivo sentido crítico con lo que leen y escuchan en los MMCC.
5) El referéndum no es democrático en realidad. Lo es cuando es una Consulta Popular, surgida del pueblo y para el pueblo. Por contra el referéndum suele ser el arma de los poderosos para convencer, como ya pasó con el de la OTAN o el de la Constitución Europea. E incluso arma usada por dictadores: Franco hacía referendums y no elecciones, al igual que Napoleón. ¿Por que? Pues porque en el referéndum es el que manda el que plantea la pregunta al pueblo. Y claro, para este asunto se puede plantear de muchas maneras: le pongo dos ejemplos
- ¿Esta usted de acuerdo en que el Estado tenga un techo de gasto fijado por ley?
- ¿Aprueba usted la fijación de un techo de gasto para mejorar la economía nacional?
6) A pesar de la euforia que pueda existir en la izquierda y en el 15M, debemos ser realistas. Partimos con una clara desventaja. No tenemos ni los medios ni la capacidad para influir de la misma forma en la opinión pública. Si ya en 1986 sucedió el fracaso en el referendum de la OTAN cuando la izquierda y los sindicatos tenían un enorme peso social ¿Que nos hace pensar que ahora, con muchos más medios en contra, y una situación más precaria, va a suceder un milagro popular?
7) Mientras que con movilizaciones se puede mostrar y explicar el contenido de la reforma y concienciar a la gente para que haya un clamor social que después obligue a que exista esa consulta popular; del mismo modo que esta reforma nacerá deslegitimizada al no haberse consultado con el pueblo y al contar con el rechazo social. Por contra, con un referéndum ganado por el SI tendrá una legitimidad que sus defensores restregarán a quien ose criticarla.
8) En el previsible escenario de una derrota de la izquierda y el 15M en ese referéndum, puede cundir el desánimo como sucedió en 1986. No es lo mismo un pinchazo en una manifestación del que te puedes recuperar después y que siempre es subjetivo a un pinchazo cuantificable en una urna, que siempre reprocharan los que desde hace mucho desean enterrar a la izquierda y de paso enterrar a ese grano en el culo llamado 15M.
Debería haber un debate extenso sobre este asunto. Debería haber una calmada reflexión ante ello, difícil ya que Gobierno, PSOE y PP imponen y quieren imponer al país su agenda. Ver si se pueden reformar muchas más cosas ya que estamos, ver la posibilidad de reclamar con más fuerza cambios en esa supuesta sacrosanta Constitución. Porque de no ser así y de mantenerse esta reforma, quizá PSOE y PP no hayan comprendido algo y que es importante señalar: Con la reforma se entierra para siempre la posibilidad de la socialdemocracia. En ese caso, solo hay dos opciones: Neoliberalismo o un cambio estructural. O para ser más explícitos: Seguir como hasta ahora o derribar el sistema nacido de 1978. Y ese segundo camino pasa por un cambio radical, no por una reforma edulcorada.
Algo de ello estarán oliendo algunas elites en otros paises cuando piden que les suban los impuestas: quizá vislumbran un 1789 o un 1917. El tiempo lo dirá.
Buena reflexión, Julián... lo cierto es que el Referéndum se podria ver como una manera de ganar tiempo y pedir mejor una reforma de la constitucion con temas que también calan en la ciudadania: desaparición de diputaciones y senado, cambio de ley electoral, reorganizacion de autonomias para que se armonicen temas como los administrativos, , etc... seamos demagógicos también mientras colamos reformas importantes, como que una ley o convenio con el extranjero que atente contra la soberania del pueblo español o que contradiga la Constitucioón, no tendrá efecto... no se, algo contundente por el estilo.
ResponderEliminareso te pasa por haber militado en el PSPV.
ResponderEliminarUn saludo
nano
eso te pasa por haber militado en el PSPV.
ResponderEliminarUn saludo
nano
Eso te pasa por haber militado en el PSPV. Y quita la precensura a los comentarios.
ResponderEliminarUn saludo
nano